Desde que entramos en la espiral económica depresiva el Gobierno no ha tenido ningún reparo en aplicar subidas lineales y porcentuales en forma de impuestos indirectos, como el IVA , Estos impuestos aunque permiten al Estado que toda la población ayude a soportar la carga fiscal son los más insolidarios, ya que afectan a todos los bienes de consumo.
El ministro portavoz del Gobierno y ministro de Fomento, José Blanco, considera ricos a quienes tienen más de 500.000 euros. Según la estadística del impuesto, los contribuyentes que declaraban bases imponibles superiores a 500.000 euros en el impuesto de patrimonio, representa el 25% de contribuyentes al que se refirió José Blanco (unos 260.000) declararon en el 2007 unas bases imponibles en el impuesto de patrimonio por encima de los 500.000 euros (una vez deducidas las deudas y sin incluir la vivienda habitual).
Además de este apunte, desde Catalunya el President de la generalita declara que “los usuarios podrían pagar las nuevas infraestructuras con un aumento de tarifas”. ¡¡Como si fuera gratis!! Pues Sres. si no hay dinero para pagar a los arquitectos famosos que cobran una millonada por edificios de diseño no se hacen, nos quedamos como estamos y punto. En el fondo sabemos que estas declaraciones esconden la eterna intención de algunos políticos de privatizar todo lo público (vender a precio de saldo y después que los usuarios paguen a precio de oro por los servicios) .
Los impuestos directos son aquellos con los que el legislador grava expresamente al contribuyente del impuesto, al ser absorbidos por las personas que reciben el ingreso o que tienen la posesión o el disfrute de la riqueza. Este tipo de impuestos los aplican los Gobiernos cuando necesitan hacer caja por la vía rápida, son de fácil recaudación, toda vez que se incluyen en el precio de lo que se produce y consume.
Además de legislar con formulas que de protección a la grandes fortunas que normalmente ya gozan de mecanismos y facilidades para reducir el pago de impuestos. En los últimos años se ha multiplicado la diferencia entre lo que ingresan los más ricos y lo que cobran las maltratadas clases medias.
Por otro lado, con menos dinero en el bolsillo, el gasto familiar de la clase media- baja se retrae debido al obligado ajuste para cubrir las necesidades básicas y generales, los ciudadanos disponen de menos dinero para gastar afectando al consumo y por lo tanto a la producción; con un consumo menor, menos puestos de trabajo y más cierre de empresas. El Gobierno debería crear un verdadero impuesto justo y equitativo socialmente, sería algún impuesto directo que gravará expresamente a las personas según su nivel de renta y poder adquisitivo y acabar con esta indignante desigualdad tributaria.
En el caso de los asalariados, la mayoría de los trabajadores son mileuristas y sub-mileuristas y cada vez más perciben los salarios mínimos, aportando el grueso de la recaudación de impuestos directos e indirectos. Pero al mismo tiempo son consumidores y la ecuación no falla; a menos dinero menor consumo.
España debe buscar una fórmula para no “incomodar” a los multimillonarios y gravar a las grandes fortunas y dejar respirar un poco a las clases bajas porque cada vez cuesta más llegar a fin de mes y, descapitalizando a las clases medias a base de impuestos, no va a quedar absolutamente nadie que se pueda permitir gastar un euro extra.
¿Qué te ha parecido este artículo? ¡Deja tus comentarios!
No hay comentarios:
Publicar un comentario