Despedido tras denunciar los abusos laborales que sufría

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Harto de abusos laborales, Samuel denuncia su caso en Internet

Samuel empezó a trabajar en un hostal sevillano en noviembre. El sueldo no era muy bueno, pero le prometieron un contrato y aceptó para poder cotizar. Sin embargo, cuando le dieron de alta lo hicieron solo por dos horas cuando él trabaja unas 60 a la semana. Tras denunciarlo en Internet con un vídeo, ha sido despedido y aún no le han pagado.



“Esto es lo que hay”, es la respuesta que le dieron a Samuel en su empresa cuando pidió explicaciones de por qué sólo estaba contratado por dos horas semanales. Este nigeriano, padre de dos niños, fue a la autoridad laboral a denunciarlo y ante la ineficacia de esta medida decidió hacerlo público subiendo el siguiente vídeo a Youtube. El martes siguiente, Samuel fue despedido.

No le han pagado el último mes de trabajo, afirma. Según su versión, en el momento de ser despedido le instaron a “bajar” el vídeo de internet y pagarle lo que se le debía. Sin embargo, después de 12 años en España Samuel ha aprendido a no dejarse amedrentar. Se negó a hacerlo y se propuso a denunciar su situación.

La cadena de hostales, que cuenta con ocho establecimientos en la capital hispalense, lleva a cabo estas prácticas con todos sus trabajadores según Samuel. Según UGT Andalucia, esta es una práctica habitual entre la patronal hotelera.

"El sector turismo en los últimos 2-3 años ha disminuido en la calidad de sus relaciones laborales muchísimo", asegura Manuel Justo, Secretario de Relaciones Institucionales de la Federación de Comercio, Hostelería, Turismo y Juego de UGT Andalucía.

“La clase empresarial hace lo que sus representantes promueven. El ejemplo lo tenemos en la CEOE tenemos, con uno de sus dirigentes en la cárcel y otro pagando en negro”, asevera Justo. Según el sindicalista, a pesar de que “no todos los empresarios son iguales”, en el sector turístico casos como el de Samuel no son “una situación excepcional” sino “una generalidad”. Según Justo “se incumple constantemente la negociación colectiva, cada dos por tres acudimos a la autoridad laboral para que por lo menos se cumpla lo que está escrito”. Contratos de dos horas en jornadas maratonianas, como es el caso de Samuel, son casi una norma en los establecimientos turísticos de hoy en día.


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