Los miembros de la asociación de desempleados ADESORG tienen que luchar contra viento y marea desde que crearon esta organización sin ánimo de lucro. Ante la falta de iniciativa de los políticos, decidieron emprender acciones muy concretas que les impulsen a afrontar medidas legales para resolver ciertas situaciones. Lo hacen desde la independencia política y la autofinanciación, lo que les ha acarreado más de un problema. Desde hace algunas semanas, el teléfono gratuito de atención al desempleado, que recogía en torno a 50 llamadas diarias, ha dejado de funcionar por no poder afrontar el gasto de las facturas telefónicas.
“Nos buscamos la vida acercándonos a zonas donde la red WIFI nos permite acceder a Internet”
El presidente de ADESORG, Luis Fernández, explica a elsoplon.net cómo viven la situación actual desde la asociación.
- ¿Cómo se atrevieron a lanzar un teléfono gratuito de atención al desempleado dada la situación económica?
- Precisamente, tras detectar numerosos casos en los que las personas que padecen el desempleo se encontraban en situaciones precarias, consideramos que habría que facilitarles el acceso a una comunicación fluida, para tratar de ayudar a resolver sus problemas.
- ¿Cuál era su misión a través de ese teléfono?
- Principalmente, apoyo psicológico, y, al mismo tiempo, realizar un servicio de orientación laboral (gestión dinámica de bolsas de trabajo, mailing, asesoría acerca del mercado de trabajo, técnicas de búsqueda de empleo, intermediación laboral, etcétera).
- ¿Cuál era la principal preocupación de las personas que llamaban?
- Principalmente, la desesperación e impotencia al no encontrar salida a su situación.
- Me imagino que habrán tenido que escuchar demasiados dramas a través de esa línea. ¿Hubo algún caso que lo conmoviera especialmente?
- Todas, si bien la que personalmente me resultó más dura y, a la vez, tengo en mi recuerdo, fue una que nos llamaba desde un Hospital. Esta persona se encontraba en observación tras un intento de suicidio. Se encontraba viendo la tele cuando estaban emitiendo un reportaje sobre el servicio que habíamos puesto en marcha. No lo dudó. Nos llamó y, desde entonces, todos los días, durante 2 meses aproximadamente, en torno a las 9 de la mañana, recibíamos su llamada. Cariñosamente, nos llamaba sus Ángeles de la Guarda.
- ¿Qué hacen para intentar ayudar a todas esas personas que acuden a ustedes?
- En primer lugar, tratamos de motivar a la persona e insuflar optimismo. Es muy duro el trabajo de buscar trabajo. La mayoría no estamos acostumbrados a recibir tantas respuestas negativas. En ocasiones, incluso hemos podido cruzar ofertas que nos llegaban con potenciales demandantes, lamentablemente, esto ocurre cada vez menos.
- Tampoco dispone de Internet en casa. ¿Cómo consigue sacar adelante la asociación?
- En la actualidad, así es. Nos buscamos la vida acercándonos a zonas donde la red WIFI nos permite acceder a Internet.
- ¿Ninguna institución les ayuda?
- No, ninguna. Y nos consta que nos conocen.
- También forman parte del movimiento del 15-M. ¿Cómo lo vivieron?
- Desde el minuto uno o dos, formamos parte de la semilla que dio origen al movimiento. Han sido meses de mucho trabajo y quiero aprovechar esta ocasión para agradecer y felicitar a los centenares de personas que participamos en este hito que, seguramente, hará historia. El resultado ha sido despertar a nuestra sociedad y dar un toque de atención a quienes, teniendo las herramientas para solucionar esta lamentable situación, no ponen la voluntad.
- ¿A quién culpan de la situación de paro actual?
- Esta debe ser la pregunta del millón. Culpables hay muchos, responsables somos más, por dejarnos llevar por los primeros.
- ¿Qué cree que debería hacer el Gobierno para mejorar el índice de paro y la situación que viven los desempleados?
- El 24 de enero, hicimos llegar a las fuerzas políticas con representación en el Congreso de los Diputados cuatro puntos que, a nuestro entender, son de urgente resolución. Abogamos por un pacto de Estado que aborde con carácter urgente los siguientes puntos:
1. Garantizar el derecho a la existencia de todos los ciudadanos, a través de una renta básica ciudadana; comenzando por los parados sin prestación económica y estableciendo a tal fin un ingreso mensual, de tipo incondicional e individual, para todas las personas sin empleo que carezcan de “la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad”.
2. Paralizar por decreto cualquier iniciativa de la banca de ejecución de las hipotecas en los casos que se pueda demostrar que los impagos son consecuencia de la pérdida del puesto de trabajo por parte del hipotecado y no posee recursos económicos suficientes para atender a sus obligaciones.
3. Paralizar por decreto los desahucios en los casos que el arrendatario incumpliese los pagos y pudiera demostrar que esto obedece a la pérdida de su puerto de trabajo y no posee recursos suficientes para afrontar sus obligaciones.
4. Ayudas energéticas en los hogares de desempleados que no pueden hacer frente al pago de los recibos y que se impida el corte del suministro por impago.
Entendemos que el Estado debería avalar estas medidas, con un porcentaje justo. Los beneficiarios, una vez superado su desempleo, deberán retomar sus obligaciones y devolver el importe de las ayudas en cómodas cuotas, mediante un impuesto especial.
- ¿Confía en que la situación pueda mejorar?
- La confianza y la esperanza siempre se nos ha dicho que es lo último que se debe perder.
- ¿Qué van a hacer ustedes para contribuir a esa mejora?
- Participar activamente en la erradicación de abusos y explotación laboral, colaborar activamente en erradicar el fraude fiscal, coordinar la creación de grupos de trabajo orientados al desarrollo de proyectos que integren las capacidades de los desempleados, fomentar una fluida relación con otras asociaciones con fines similares para unificar criterios de actuación y reforzar acciones conjuntas y mantener buenas y adecuadas relaciones con organismos tanto públicos como privados. En definitiva, nos ofrecemos para ser un nuevo interlocutor social válido y que podamos participar activamente en las mesas de negociación, cuando se trate de asuntos relacionados con la resolución del problema principal, a día de hoy, el desempleo.
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