http://desalmado.blogspot.com/2011/09/el-verdadero-significado.html
Me gustaría aclarar el verdadero significado de ciertas expresiones que oímos a menudo en los medios de comunicación, que no de información, en boca de ciertos personajes o de esos tipos que se autodenominan periodistas. Vamos allá.
Cuando el artista anteriormente conocido como ZP dice que actúa con responsabilidad, lo que realmente expresa es su incapacidad para haber convocado elecciones cuando decidió incumplir su programa electoral, plegándose, cual genuflexo vasallo, a las peticiones de los neoliberales europeos, eso sí aferrado al sillón, aún traicionando con este gesto tan noble y responsable a sus votantes.
Cuando los pájaros del PSOE y PP cambian la Constitución alegando que lo hacen para salvar el estado del bienestar y calmar a los mercados, en realidad quieren decir que no creen en el estado de bienestar, ni en casi nada, no importándoles más que satisfacer a los poderosos, pues en realidad a la gran mayoría de ellos sólo les interesa su poltrona, medrar y ser famosos en su casa, siendo capaces de vender a su madre para continuar viviendo de la sopa boba.
Cuando economistas y grandes empresarios hablan de flexibilidad laboral para crear empleo, realmente defienden una cada vez mayor desprotección del trabajador para, de esta manera, ganar cada vez más dinero, importándoles una mierda si el paro sube o baja, como se ha visto tras la reforma laboral puesta en práctica hace más de un año, que no ha servido más que para aumentar el miedo y el matonismo empresarial.
Cuando los políticos españoles hablan de aumentar la productividad, no se refieren a acabar con la economía sumergida, lo que daría una idea real de lo que produce cada empresa (lo que no está declarado, y por tanto gravado con impuestos, no se cuenta como producido, por lo que es difícil saber lo que se produce en España realmente en muchas empresas y, como consecuencia, saber la productividad real, por ejemplo por hora trabajada). En realidad se refieren a que los trabajadores deben trabajar más por el mismo dinero, o por menos.
Cundo se utiliza a colectivos de gente que gana más dinero que la media o que tiene el trabajo asegurado como carnaza, contra los que arremeter y centrar todas las críticas, en realidad están transmitiendo el mensaje de que lo realmente desean es que todos los trabajadores subsistan con lo básico, aumentando así sus ganancias, pues lo que desean es esconder su desvergüenza enfrentando a unos trabajadores con otros para que se igualen, pero por abajo.
Cuando los neoliberales defienden que la bajada de impuestos genera consumo en realidad quieren decir que lo importante es bajar los impuestos a los que más tienen, que curiosamente es a los que más les ha bajado los impuestos en la última década y pico, casí un 40%, mientras a la media de trabajadores no llega al 5%. Aunque se les olvida que la bajada de impuestos de la última década y pico no ha generado más consumo, lo que ha generado más consumo es el aumento de préstamos bancarios, lo que nos ha llevado a la situación actual.
Cuando los neoliberales defienden que la bajada de impuestos genera consumo en realidad no dicen que paga mucho más impuestos por el mismo dinero ganado un trabajador por cuenta ajena (rentas de trabajo), que una persona que invierta en bolsa (inversión financiera). E igualmente paga más impuestos un trabajador por cuenta ajena que un empresario, ganando el mismo dinero, pues el sistema fiscal permite desgravar mucho más al empresario, trampas contables aparte.
Cuando los neoliberales defienden que la bajada de impuestos genera consumo en realidad no dicen que paga mucho más impuestos por el mismo dinero ganado un trabajador por cuenta ajena (rentas de trabajo), que una persona que invierta en bolsa (inversión financiera). E igualmente paga más impuestos un trabajador por cuenta ajena que un empresario, ganando el mismo dinero, pues el sistema fiscal permite desgravar mucho más al empresario, trampas contables aparte.
Cuando los neoliberales defienden que lo privado funciona mejor quieren decir que su interés es que los países vendan sus servicios públicos por cuatro duros para, en cuestión de pocos años, ser más caro (la sanidad privada en la mayoría de los países es más cara que la pública) y, en muchos casos, menos eficientes, ya no sólo por la relación precio-servicio, el caso de los ferrocarriles o el correo británico va más allá de eso, que cuando eran públicos.
Cuando los políticos, economistas y palmeros mediáticos hablan de la importancia del crecimiento para crear empleo, se refieren a condenar a más de mil millones de personas al hambre, a acabar con los ecosistemas y, por supuesto, a ganar ellos muchos más dinero, a costa del trabajo de los demás, no pensando, ni por asomo, en que el reparto del trabajo es una solución a todos los problemas que generan sus postulados.
Cuando los mequetrefes de siempre, políticos, economistas y charlatanes habituales de los medios de comunicación, que no de información, hablan de tomar medidas para calmar a los Mercados en realidad, y sin rubor alguno, se refieren a apretar más a la clase trabajadora, pues no tienen el valor suficiente para enfrentarse a los especuladores, o de cambiar el sistema para que favorezca a la mayoría y no a una minoría. Seguramente este mensaje también lleva otro implícito, que no es otro que estos mequetrefes, seguramente, deben más de un favor, o esperan recibir algún favor en su momento, de esta minoría de especuladores que les maneja a su antojo y a la que defienden a capa y espada.
Cuando la Cospedal larga discursos sobre la responsabilidad y la creación de empleo realmente lo que transmite no es otra cosa que la repugnancia que genera su persona, capaz de quitar un complemento anual de 400 euros a ciertas mujeres viudas que cobran un pensión de viudedad mínima, no teniendo reparo en subir sustancialmente el sueldo de sus asesores.
Cuando el discurso políticamente correcto defiende a la Pajín o a la Aído con el sólido argumento de que se les ataca por ser mujeres, e igualmente se defiende a Pepiño Blanco con el más sólido argumento aún de que se les ataca por no tener estudios en realidad quieren decir que no hay forma humana de defender sus actuaciones, o como en el caso de la Ministra de Sanidad, su bonita forma de escurrir el bulto ante muchos asuntos. Por cierto, los que defienden por el mero hecho de ser mujer, parecen no tener ningún problema en crujir a la Cospedal, que pareciera que además de tener una acentuada ausencia de ética, poseyera, según los personajes del principio del párrafo, un magnífico falo, eso sí, perfectamente escondido entre su vestido de manola. Si no, no se explica como a unas mujeres si se las puede atacar por sus actuaciones y a otras no, pues se las ataca por ser mujer.
Cuando Arenas critica una moción que prohíbe la duplicidad de cargos políticos, aunque Fraga sacara hace unos quince años una similar en Galicia, en realidad quiere decir: vivo de puta madre de la política, y como yo, mis colegas, por lo que ni un paso atrás en los privilegios. Ya subiremos el IVA, el impuesto sobre tabacos, carburantes o bajaremos el sueldo a los funcionarios, malos malosos ellos, pero de lo nuestro nada de nada.
Cuando los de siempre hablan de formación continúa, polivalente y especializada, curiosa contradicción, para adaptarse a un mundo cambiante se refieren realmente a que debemos estar preparados para que nos despidan, pues jamás podremos obtener la formación que desean, ellos pueden poner el listón donde deseen, por muy surrealista que sea la localización de este listón, y además, también quiere decir que no les interesa formar ciudadanos, es suficiente con formar obreros especializados.
Cuando no se me ocurre nada más que escribir lo mejor es acabar.
Un saludo.
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