http://www.escolar.net/MT/archives/2012/02/los-complices-de-los-abusos-policiales.html
Tras la desproporcionada violencia policial en Valencia, el presidente del Gobierno pide “mesura y sentido común”. “Este tipo de cosas no se van a repetir”, añade Mariano Rajoy. Depende de él. En su mano está ejercer la mitad de la mitad de la mano dura que han sufrido los estudiantes y castigar con ejemplaridad a los policías que se extralimitaron con “el enemigo”. Me temo que tal cosa no sucederá.
El viernes pasado, el Gobierno de Rajoy dejó clara cuál es su postura ante los abusos policiales: firmó un indulto para cinco mossos de escuadra condenados en firme por el Tribunal Supremo por torturas, lesiones, maltrato y detención ilegal. Según la sentencia, los mossos propinaron una paliza “con reiterados golpes y puñetazos” a un ciudadano falsamente acusado de un robo. Le pisaron la cabeza contra el asfalto. Le introdujeron el cañón de una pistola en la boca. Le dijeron: “Si la juez te suelta, te podemos matar; no serás el primero”. Fueron condenados a cárcel e inhabilitados, pero ni una cosa ni la otra sucederá. El indulto no sólo implica que se libren de la cárcel: también volverán a vestir el uniforme.
El perdón para los abusos policiales ni siquiera es una política nueva: el Gobierno de Zapatero también indultó, en septiembre de 2011, a otros tres mossos condenados a cárcel por dar una paliza a un hombre en la comisaría de Les Corts.
También está en manos del Gobierno obligar a los policías a mostrar visible su número de identificación en el uniforme. ¿Se acuerdan del violento desalojo de la acampada del 15-M en Barcelona? Un juez investiga esos abusos, sin éxito: pidió a la Generalitat que identificase a varios agentes. La Consejería de Interior respondió hace unas semanas: no sabe quiénes son.
http://blogs.publico.es/buzondevoz/967/una-imagen-excelente-para-espana/
Mariano Rajoy, preguntado ayer por las violentas cargas policiales de Valencia, hizo un llamamiento a la “serenidad y responsabilidad de todos” para evitar dar “una imagen que no es la de nuestro país”. El presidente del Gobierno quiso ofrecer una declaración institucional y equidistante a la que cabe oponer varias objeciones. En primer lugar, los incidentes ocurridos en Valencia durante la última semana no surgen por esporas ni por capricho o divertimento característicos de una adolescencia “difícil”. Los estudiantes (y profesores y padres y madres) del Instituto de Educación Secundaria Lluís Vives se manifiestan contra los durísimos recortes educativos decididos por la Generalitat y por el Gobierno que preside Rajoy. En segundo lugar, las protestas estudiantiles consisten en cortes de tráfico, sin que haya constancia de agresiones a personas o contra el mobiliario urbano; la única violencia demostrada a través de imágenes y testimonios directos es la ejercida por fuerzas policiales contra lo que su jefe superior en Valencia considera “el enemigo”. En tercer lugar, que chicos y chicas menores de edad reciban porrazos no es una cuestión “de imagen”, sino un uso desproporcionado de la autoridad que debe ser investigado por la fiscalía correspondiente. Por último, la mala imagen será del Gobierno y de su delegación en Valencia, no de “nuestro país”, porque en realidad es excelente para España la imagen de miles de jóvenes que llenan las plazas armados con libros.
El PP, en realidad todos estos gobiernos que nos quieren pasar por democráticos, indulta a banqueros y policías torturadores pero se lo niega a presos reinsertados. Una prueba más de la calaña asquerosa que nos gobierna. ¿Hasta cuándo?
ResponderEliminarPura calaña, tú lo has dicho, no hay mejor manera de definir a esa gentuza.
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