http://www.eldiario.es/agendapublica/crisis-vulnerables-fragmentados_6_95250476.html
La gran recesión se traduce en dualización social y en el mayor incremento de las desigualdades sociales de la historia reciente
Durante 2012 el mercado laboral español perdió 850.000 empleos y generó otros 374.000 expedientados por regulación de empleo. La tasa española de paro se eleva al 26%, el desempleo juvenil es del 55% y unos 150.000 jóvenes entre 25-29 años emigraron al exterior, iniciando la diáspora española de capital humano cualificado que no se detendrá ni con brotes verdes.
En clave interna,
estamos acostumbrados a leer la escalada del paro cada trimestre pero
apenas sabemos qué nos ha pasado como conjunto, como estructura social,
entre los tiempos de bonanza (hasta 2007) y la hecatombe del primer
impacto de la crisis en 2009 hasta hoy mismo. Estamos acostumbrados a
leer la realidad a partir de fotos-fijas, acumulando un frenesí de malas
noticias que apenas dan tiempo para examinar el resultado conjunto y su
dinámica.
El debate público y mediático apenas
cuenta con la perspectiva longitudinal que nos amplía el foco de visión y
conocimiento. Por ejemplo, la economista Elena Bárcena descubrió que un
44% de los hogares españoles fue pobre en algún momento entre
1994-2001, cuando la tasa estática o foto-fija de la pobreza medida en
un sólo año era del 20%. La pobreza dinámica era el doble que la pobreza
estática. Una realidad que no destacaron en su momento los medios de
comunicación ni fue objeto de debate alguno.
Entre 2003-2009, entre esos siete años de éxtasis, depresión y ruptura del España va bien ¿qué trayectorias de clase, de renta, de ascenso o de descenso social han vivido los ciudadanos? Nuestro reciente libro Crisi, trajectóries socials i educació,
elaborado con Antoni Marín, aporta resultados que nos permiten conocer
mejor la dinámica de la estructura social en dicho período. Hemos
estudiado una muestra longitudinal de 1.300 adultos de 25 a 64 años a
partir de la única encuesta-panel existente en España, el PaD de la
Fundación Jaume Bofill. El PaD encuesta cada año a 2.000 hogares
catalanes desde 2002 hasta hoy, acumulando una enorme información que
permite el análisis longitudinal de trayectorias vitales, familiares y
laborales. Retrata la sociedad fluida.
Los datos
llegan hasta 2009, pero nos permiten capturar el mayor impacto de la
crisis. El gráfico visualiza la evolución histórica de creación y
destrucción de empleo en Cataluña entre 1978-2012. Nunca antes, ni en la
dura crisis fordista de finales de los años 70-mediados 80, ni en la
poscrisis 92-94, se había destruido en un sólo año hasta el 8,7% de todo
el stock ocupado. Fue en 2009, el año que marca el primer abismo,
cuando Zapatero negaba su trascendencia como gran recesión hasta que en
mayo de 2010 dio un giro político radical, forzado desde arriba, y aún
inexplicado.
Gráfico 1. Variación interanual de los ocupados (en %) en Cataluña (1978-2012)
Fuente: Martínez-Celorrio, X. y Marín, A. (2012) Crisi, trajectòries socials i vulnerabilitat. Fundació Jaume Bofill.
Los cinco años de crisis que estamos sufriendo
(2008-2012) suponen el shock más traumático de los últimos treinta años.
Hasta 2012, la crisis lleva destruido el 18,8% del total de empleo
previo a la crisis, casi anulando todo el empleo creado por la burbuja
del ladrillo y retrotrayendo a Cataluña a los niveles del 2003, justo
cuando empezó la burbuja. La dinámica de España es muy paralela,
habiendo destruido el 17,3% del empleo existente en 2007 y regresando
también al horizonte de empleo de 2003. Década perdida y crisis en forma
de W con doble recesión y recortes en el sector público que continuarán
en este 2013, prolongando la devaluación del bienestar.
En cierto modo, este retroceso pone en evidencia los pies de barro del
modelo de crecimiento basado en el ladrillo y el compadreo. Nuestros
resultados, en el contexto catalán pero trasladable al conjunto español,
capturan el impacto negativo de dicho modelo productivo e institucional
en la estructura social y en las condiciones de vida:
Desclasamiento:
hasta 2009, el 19% se ha desclasado hacia posiciones de clase más bajas
a las ocupadas en 2003 (incluido el paro), el 67% consigue mantener su
posición y un 14% conoce el ascenso de clase, siendo sobre todo jóvenes
menores de 35 años. Hemos identificado hasta 10 trayectorias desiguales
de enclasamiento y 7 trayectorias de desclasamiento, sobre todo
protagonizadas por la clase de cuadros y técnicos (42% de descenso de
clase), obreros de la construcción (36%), obreros industriales (29%) y
pequeña burguesía propietaria (28%). El desclasamiento es obrero y es
clase media.
Empobrecimiento y descenso de renta:
hasta 2009, el 38% se ha empobrecido descendiendo del quintil de renta
respecto al 2003. No significa que todos ellos sean pobres sino que han
perdido entre el 27% y el 46% de la media de renta que el hogar tenía en
2003, descendiendo a quintiles más bajos. Por ejemplo, el 47% del
quintil medio central (media de 31.000 € netos) se ha empobrecido
descendiendo, sobre todo, al quintil medio bajo (con una media de 21.000
€ netos). Mientras, el 33% del quintil medio bajo ha descendido al
quintil inferior (media de 11.000 € netos). Los saltos descendentes
entre quintiles de renta de los hogares alcanza al 38% de encuestados.
Descenso vulnerable más femenino que masculino: el
indicador de vulnerabilidad social que hemos construido captura la
pérdida regresiva de nivel de renta, empleo y posición de clase. El
descenso vulnerable alcanza al 40% de las mujeres y al 31% de los
hombres. Ser mujer duplica el riesgo de caer en la vulnerabilidad, tener
más de 49 años incrementa el riesgo un 46% y no tener completado un
nivel de educación terciaria, aumenta el riesgo vulnerable un mínimo del
29%. Es destacable que el origen familiar de clase no interviene en el
riesgo vulnerable, siendo éste más sexista, edista y credencialista que
no clasista.
Educación terciaria como nuevo umbral de garantía:
los niveles de la educación secundaria (ESO, FP media y Bachillerato)
no son suficientes como umbrales que garanticen protección ante el
riesgo vulnerable. La crisis eleva hasta los niveles terciarios (FP
superior y grados universitarios) un nuevo umbral segregador sobre el
resto. Contar con FP superior reduce un 29% el riesgo vulnerable
mientras los grados universitarios en ciencias e ingenierías, lo reducen
un 75%. El 53% de los nacidos entre 1975-84 ya contaba con niveles
terciarios, siendo ya el nivel más masivo y decisivo.
Educación permanente sólo para los más formados: el
60% de toda la formación permanente (ocupacional, de empresa y otras
no-regladas) realizada entre 2005-2009 está acaparada por personas con
niveles terciarios. El sistema lifelong learning
no funciona con equidad ni como segunda oportunidad para los menos
formados. Todo un desafío para decisores públicos, empresarios y
sindicatos que sigue sin resolverse.
Aumentan las desigualdades sociales: entre
2005-2010 la desigualdad 80/20 en España aumenta un 25% y en Cataluña,
un 23%. En España el 20% poblacional con más renta acumula casi 7 veces
más ingresos que el quintil más pobre. En 2005 era 5,5 veces más. Con la
crisis, Cataluña abandona la media europea de desigualdad 80/20 (4,75),
sigue la inercia de aumento española y pasa a ser más desigualitaria
que Italia o Gran Bretaña, hecho inédito para Cataluña antes de la
crisis.
Gráfico 2. Evolución de la desigualdad de renta 80/20 (2005-20010)
Fuente: Martínez-Celorrio, X. y Marín, A. (2012) Crisi, trajectòries socials i vulnerabilitat. Fundació Jaume Bofill.
No obstante, Cataluña es un 38% menos clasista que Italia y un 12% menos que Gran Bretaña: es
decir, los orígenes familiares de clase intervienen menos en los
destinos y posiciones de clase de los hijos en Cataluña que en esos dos
países. Dicho de otra manera, la pauta estructural de la desigualdad es
más abierta, fluida y circulatoria. Los orígenes marcan o limitan menos
en Cataluña pero un 14% aún menos lo hacen en Holanda. Es un hallazgo
relevante para medir el grado de clasismo/cierre o fluidez/apertura de
la estructura de clases. Este modelo de fluidez social catalana es el
que peligra por un bucle formado por la asfixia del modelo de
financiación autonómica, la deuda acumulada y los recortes de servicios
públicos. De ahí, el auge del soberanismo catalán que ha pillado
desprevenida a la sociedad española.
¿Un 43% vulnerable en 2012?:
entre 2010-12, el paro en Cataluña ha crecido 7 puntos respecto al
2009. Una primera estimación sumando ese diferencial haría llegar la
tasa de vulnerabilidad social hasta el 43% de la sociedad catalana. Ya
no podemos hablar de grupos vulnerables fragmentados o de una exclusión
social divisible del resto sino que toda la sociedad es vulnerable,
afectando al cuerpo central y no sólo a los típicos colectivos extremos.
Bienestar devaluado con mayor riesgo vulnerable para casi todos.
Son dinámicas alarmantes y empeorables que no compadecen a Ángela
Merkel, que nos recuerda desde Davos cómo aún faltan hasta cuatro años
para que la austeridad dé sus frutos. La salida de la crisis se aventura
lejana y el escenario pos-crisis nos puede situar en el 2017 con el
nivel del PIB del 2007 y con el nivel de empleo del 2003. Una gran
recesión traducida en más de una década perdida y una dualización social
sellada con el mayor incremento de las desigualdades sociales de la
historia reciente. Entre tanto, cunde la indignación y las protestas
pero no se sustancia aún una alianza y una alternativa transformadora
por parte la izquierda social, el cognitariado y los sectores críticos y
creativos del país. Más crisis, más vulnerables y más desorganizados.
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