http://blogs.publico.es/david-bollero/2012/04/04/banqueros-con-conciencia/
La crisis que nos asola nos ha traído consigo claridad de conceptos en prácticamente la globalidad de los países desarrollados, bien sea por la vía de la asociación o de la disociación. Cojamos, por ejemplo, los casos de España y Reino Unido, ambos liderados por Gobiernos conservadores que se expresan admiración mutua: para entender en su conjunto el significado real de “joven” asociaremos términos como “paro”, “precario” o “sin futuro”. La ventaja en Reino Unido es que su lengua natal es el inglés y eso le abre las puertas para ser explotado en más países con ‘economías avanzadas’. Otro buen ejemplo vendría de “presupuestos”, a los que ligaremos conceptos como “recortazo” o “injusticia social”.
Más interesante, aún si cabe, es la definición por disociación. Así, encontramos que a “patronal” disociaremos términos como “salario justo” o “convenio colectivo” y a “banquero” conceptos como “crédito” o “conciencia”. Pues bien, hoy David Cameron ha querido dar la vuelta a la tortilla y en lugar de disociar, ha pretendido asociar conciencia a banquero a través de la iniciativa ‘Big Society Capital’, una iniciativa dotada con 600 millones de libras que, a grandes rasgos y dado que se encuentra en el proyecto paraguas Big Society, impulsar que las ONGs y organizaciones de beneficiencia hagan mucho más barato -la mayoría de las veces vía voluntariado- funciones sociales que deberían asumir las Administraciones Públicas. Es lo que en España, en ciertos círculos madrileños, se ha bautizado como “modelo Botella de voluntariado”, del que ha mamado directamente nuestra reforma laboral.
Sin embargo, ¿es posible crear esa asociación de banqueros con conciencia? ¿De veras un banquero, como por ejemplo el mandamás de Barclays, que gana 169 veces más que la media de un trabajador en Reino Unido, tiene conciencia porque aporte unos millones a proyectos sociales? ¿Tienen conciencian los responsables de un banco como el Royal Bank of Scotland, intervenido y con miles de despidos a sus espaldas debido, según las autoridades británicas, a su mala gestión, sólo porque participe ahora de esta iniciativa en la que quizás ayude a los mismos a los que dio la patada previamente?
La razón dice que no y, aunque algunos como Cameron, Rajoy o Botella se empeñen, la crisis ha demostrado que hay definiciones (por asociación o disociación) que no pueden cambiar los políticos si no cambian ellos primero.
David Bollero
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