Fuente: http://www.eldiario.es/zonacritica/reduccion-costes-laborales_6_139346074.html
Autor: Isaac Rosa
La reducción de costes laborales eres tú
¿Te han bajado el sueldo en la empresa? ¿Has dejado de
cobrar horas extra o alguna paga extraordinaria? ¿Echas más horas que
nunca? ¿Hacéis entre dos el trabajo que antes hacíais entre cuatro? ¿Has
dejado de ser asalariado para convertirte en un falso autónomo? Pues si
estás en uno de esos casos, sonríe y saca pecho, que el gobierno está
orgulloso de ti. Has contribuido con tu sacrificio a reducir los costes
laborales. Y ese es el único “éxito” que Rajoy podrá enseñar mañana en
Bruselas.
Incapaz de bajar el déficit ni la deuda,
con el sistema financiero que todavía da miedo, y teniendo pendientes
las principales reformas que la Troika nos exige, la única medalla que
Rajoy puede colgarse para el examen de mañana es esa. Ya este fin de
semana, en un encuentro con empresarios, presumió de ello: “Desde la
creación del euro, los costes laborales unitarios no habían estado tan
bajos en relación con los de la Unión Económica y Monetaria”.
Reducción de los costes laborales unitarios, lo llaman. Es decir, lo
que cuesta en términos salariales la producción. Y su bajada se debe por
un lado al recorte de sueldos, y por otra a la destrucción de empleo,
que hace más “productivos” a los empleados que quedan: es decir, que
trabajan más que antes por el mismo o menos sueldo. En parte por miedo a
ser despedidos, en parte por tener que hacer entre menos el trabajo que
antes se hacía con más empleados.
Ese es el ajuste
español: despedir trabajadores de mil en mil, y “flexibilizar” a los que
quedan, bajándoles sueldos, recortando derechos y haciéndolos más
“productivos”. Así llevamos ya tres años de reducción de costes laborales.
Y los que nos quedan. Porque mientras el ajuste se haga principalmente
sobre los trabajadores, sobre nuestros empleos, sueldos y derechos, y no
se toquen los márgenes empresariales,
los impuestos de las rentas altas y las grandes empresas, ni se hagan
quitas de deuda, el ajuste será largo y duro. Muy largo y muy duro.
Si pretenden que el ajuste lo soportemos los trabajadores, harán falta
muchos años, y tendremos que empobrecernos mucho más que ahora. La
magnitud de lo que queda por ajustar (y más estando en recesión) es tal
que obligaría a bajadas de sueldo muy superiores a las actuales, a
recortes y contrarreformas mucho más profundas. Y aun así, tal vez no
sea suficiente.
El economista Nouriel Roubini, famoso
por su desconfianza hacia las posibilidades de España, decía este fin
de semana en un artículo en El Economista
que España no ha tocado todavía fondo, y que nos esperaban una o dos
décadas de ajuste duro. Frente al optimismo con que de vez en cuando nos
salpica el gobierno (hoy mismo, cuando publiquen los datos del paro
registrado), la mayoría de economistas, de un signo u otro, coincide en
que todo es empeorable, y que aun nos queda recorrido en el pozo para
seguir hundiéndonos.
Además, el camino elegido, la
devaluación laboral, no puede hacerse a lo bestia, sino poco a poco.
Para evitar un estallido social, pero también para no romper del todo la
delgada cuerda que todavía sostiene en pie la economía, pues terminaría
de hundir la demanda interna, deprimiendo más el consumo y destruyendo
más empleo, como advirtió ayer la OIT.
De modo que mientras pretendan que esta enorme montaña de basura nos la
comamos solo los trabajadores, la quimérica recuperación se hará
esperar, y será muy lenta. Y medidas como las que propone el Banco de
España, de trabajar por debajo del salario mínimo, son solo un aperitivo
para lo que nos espera si seguimos por ese camino.
¿Qué te ha parecido este artículo? ¡Deja tus comentarios!
No hay comentarios:
Publicar un comentario