martes, 28 de mayo de 2013

¿Por qué esa obsesión con los emprendedores?

Este artículo es una interesante crítica a la alabanza del "espíritu emprendedor" que suelen hacer nuestros gobernantes. Es claro que el sistema cooperativo es una alternativa mucho menos alienante. No obstante, el autor no tiene en cuenta que en el capitalismo salvaje en el que vivimos, las cooperativas tienen que competir con empresas que utilizan economías de escala y que esplotan salvajemente a sus trabajadores -sobre todo en Asia, América Latina, Africa...-, lo que lo convierte en un medio hostil para la proliferación de las cooperativas. De hecho, a veces las grandes empresas subcontratan cooperativas, y explotan brutalmente a sus trabajadores obligando a que las cooperativas compitan entre sí para ver cuál le da el servicio o el producto más barato. Es lo que ocurre por ejemplo con muchas cooperativas de la confección en Galicia, en las que se han apoyado empresas como Zara. Hoy en día en todos los sectores económicos, e incluso en la Administración se despide trabajadores para contratar en su lugar a autónomos -que también pueden ser cooperativas- para que realicen el trabajo que hacían aquellos. Tratándonos como empresas se saltan las reglas del derecho laboral que tantas luchas costó establecer. ¿La solución es establecer una renta mínima universal? ¿O quizás también prohibir la subcontratación del trabajo que realizaba una misma empresa, o incrementar los salarios, o regular estrictamente la subcontratación?
Lo que está claro es que tendremos que cambiar las reglas del sistema para poder trabajar cooperativamente sin  ser explotados.

Fuente: http://larevueltadelasneuronas.com/2013/05/27/por-que-esa-obsesion-con-los-emprendedores/
Autor: Jorge Moruno
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“Hemos partido de la nada para alcanzar las más altas cimas de la miseria
Groucho Marx.

No se trata de negar que vivimos un cambio de época, se trata de poner en cuestión la naturaleza del propio cambio y la orientación que éste toma. Queda claro que el modelo de organización del trabajo y las relaciones laborales que veníamos conociendo, dejan de ser viables para cada vez más porciones de la población. Tampoco lo es el papel de la propia relación salarial, incapaz ya de asegurar un conjunto de certezas a lo largo del tiempo, bien porque escasea su oferta, bien porque cuando se tiene empleo no garantiza ninguna viabilidad de futuro. Pero las posibles soluciones a un problema objetivo no descansan sobre verdades objetivas, precisamente porque existen interpretaciones que responden a intereses enfrentados. Una de esas salidas es la que nos ofrece la figura del emprendedor, del empresario de sí mismo, que no es solo de carácter jurídico, va mucho más allá, representa toda una idea, una cosmovisión acerca de como debe construirse la percepción colectiva.
Toda esta avalancha mediática que nos habla de  “los emprendedores” a modo de mesías que llega a la tierra, afecta a todo el campo de la experiencia vital: el coaching, las terapias y libros de autoayuda, el pensamiento positivo etc…- suponen distintas facciones de un mismo ejército que batalla por ganar la hegemonía cultural apostando a un relato que reinterpreta el ser y sentir –ethos-, de la población. No se trata únicamente de fomentar la creación de empresas,  el paquete incluye transformar por completo nuestra interpretación de la realidad en torno a lo que es justo e injusto, aceptable o no aceptable, legítimo o no legítimo. Este discurso del cambio aparentemente transgresor en sus formas pero sumiso en sus contenidos, lo encontramos en el artículo del publicista Risto Mejide, “No busques trabajo”. Se nos presenta como un desafío, lo que en realidad no puede ser otra cosa, que la adaptación servil a un conjunto de reglas variables, indefinidas y cínicas que no son discutidas, sino acatadas. Para obtener el éxito tienes que seguir las pautas y si no lo consigues se debe a que no lo has hecho bien y por lo tanto, al igual que eres artífice de tu propio éxito, también lo eres del fracaso y de tu pobreza.
Precisamente, lo que se postula no es otra cosa que aceptar individualmente la realidad que se impone, negando siempre la dimensión social, es decir, la capacidad material de la sociedad para intervenir en el desarrollo de los acontecimientos. Todos somos productos, esto va de saber venderse y para venderse hay que competir sin descanso y ser capaz de gestionar las emociones y la comunicación. Como el empleo ya no es lo que era ni volverá a ser lo que en su día fue, puesto que el imperativo de la competitividad centrado en el consumo no lo permite, debemos “emanciparnos de las conquistas sociales”, que diría El Roto.
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No deja de ser curioso que mientras se alienta un discurso que promueve el desarrollo personal, la autonomía, la libertad, el “triunfo de la voluntad”, la solución de superación personal por medio de la empresa como proyecto común y demás retórica de la gestión de los recursos humanos-RRHH-, nos empujen al mismo tiempo, a sucumbir ante un desarrollo natural de la sociedad, a no criticar ni discutir la esencia del “espíritu absoluto” hegeliano, aceptando así la precariedad extensiva e intensiva que nos exige la competitividad del Dios omnímodo llamado mercado. Esta es la intemperie de la que nos habla e ilustra El Roto como alternativa al túnel en el que estamos.
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La otra bifurcación a un mismo problema objetivo – la decadencia del papel del empleo en la sociedad como redistribuidor de riqueza y garante de derechos – camina por el sendero opuesto, pero partiendo del mismo punto. Si el empleo escasea y los salarios son también escasos, pero no así la riqueza concentrada en pocas manos, la solución debería pasar por repensar criterios de ciudadanía para garantizar derechos independientemente del  hecho de tener o no tener empleo. El empleo es un medio, no un fin, si deja de servir como medio, lo lógico es buscar otros para evitar que quien pierda el empleo lo pierda todo. La primera alternativa a la sociedad del salario se basa en restringir derechos para someter el tiempo de la vida a las demandas de la empresa-mundo, sentando las bases para que nos pensemos como si fuéramos empresarios, lo que se traduce en precariedad, dependencia servil y competencia encarnizada. Pluriactividad, la flexibilidad hecha chantaje.
La segunda funciona al revés, orienta el tiempo de la vida de tal forma que consiga obtener autonomía con respecto al tiempo de la empresa, de la aceleración de la competencia y el principio de maximizar beneficios. Si para el primer modelo la punta de lanza es el emprendedor, para esta segunda debe deber la cooperativa. En una economía en red  que funciona mejor achatando jerarquías y donde el trabajo en equipo y la cooperación son fundamentales para promover la innovación y creatividad, ¿por qué promocionar la búsqueda individual en la creación de más empresas? Las cooperativas sostienen mejor las turbulencias y evitan la fractura social, destruyen menos empleo y generan un tejido productivo que mitiga el miedo, genera más bienestar y cumple con las características y el entorno de trabajo para ser más innovador. Multiactividad, la flexibilidad hecha fortaleza.
La economía es la gestión de los recursos escasos, pero algunos de los recursos más preciados para la economía del siglo XXI, tales como el conocimiento, el talento, la innovación, rompen con toda la lógica de la propiedad privada. El conocimiento, el talento, la innovación, aumentan cuanta más gente los comparte porque se pone en común la diferencia y el pensamiento divergente, cualidades necesarias para su desarrollo. Al igual que las moléculas encuentran nuevas configuraciones y exploran terrenos en redes líquidas, pero no sólidas ni gaseosas, las políticas públicas serían más eficaces y democráticas si las cooperativas fueran la avanzadilla de una cultura basada en lo común compartido, en cooperar y no en  privar unos a otros. Se trata de voluntad, pero política, se necesita ambición, pero grande y con finalidad colectiva, no pequeña y oportunista; hace falta un proyecto de país construido por y para todos y no uno en donde todos  competimos entre todos para que finalmente ganen unos pocos.


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2 comentarios:

  1. Impecable.
    Especialmente la parte dónde relacionas términos como "innovación" y "eficacia" con ese asociacionismo civil que desde finales de los 70 ha caído en desgracia.
    El poder de sugestión del branding, el destello, lo digital, la gestión de procesos, la inmediatez, el diseño, lo bonito y caro... todo ese batiburrillo de sensaciones y operaciones ha sido secuestrado por un único medio posible para alcanzarlo: la corporación privada que compite en un mercado libre.
    A ver quién les quita esa idea de la cabeza ahora a todas las generaciones a las que pertenecemos, las que nos preceden y las que aún no han cedido al recambio generacional. A ver quién les cuenta que una cosa nada tiene que ver con la otra y que todo es una cuestión de gestión del trabajo.
    Gracias por el artículo y un saludo!

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  2. Tenía ese runrún en la cabeza pero no sabía explicarlo. Leí tu artículo y me lo has explicado. Gracias.
    ESTÁN CONFUNDIENDO GOBERNAR/ gestionar EN TIEMPOS DE CRISIS CON LEGISLAR/pontificar EN TIEMPOS DE CRISIS Y PA' LUEGO

    la crisis les viene de escándalo para hacer trapisondas...

    De todas las barbaridades que ha perpetrado este gobierno del PP en tan poco tiempo, excusándose en la necesidad de satisfacer al Moloch de la troika, la prima de riesgo, la Merkel, el FMI, etc., (que en realidad están volviendo el país que conocíamos del revés como un calcetín y haciéndonos aquello de la "indefensión aprendida": lavado de cerebro acelerado, comulgar con ruedas de molino, resignarnos porque "es lo que toca" y encima nos lo merecemos porque fuimos muy gastones...), decía que de todas las barbaridades perpetradas, a saber:

    -- reforma laboral: volvemos al XIX

    -- reforma sanitaria y ley de dependencia: a tomar pol culo la sanidad española que teníamos, y los inmigrantes ni te cuento, etc.


    -- tasas de la justicia (es más costoso aún reclamar en 2ª instancia y a la admón: RESOLUCIONES INJUSTAS, las tomas sí o sí)


    -- LEY DE EDUCACIÓN---Wert-- LO PEOR DE LO PEOR---->PROPAGANDA, SEGREGACIÓN, LOS ANEAE A TOMAR VIENTO DESDE LOS 12 AÑOS SI NO ANTES etc etc etc

    -- aborto-- reformar... más??? WTF???


    Bien, pues los supuestos representantes de las personas con discapacidad -no me negarán que uno de los sectores, si no el que más, desfavorecidos de la sociedad,- en España, el CERMI, va y sólo se pronuncia con respecto al aborto (???), ¿y antes qué??? antes, y miren hemeroteca, no se ha pronunciado en contra sino que ha recibido palmaditas en la espalda del gobierno q le dice q sí, q los dependientes estarán muy bien (y una mierda: ahí están los reportajes de la sexta y mil casos más); cuando la ley de educación estaba aún en sus primeros borradores, , el Cermi "obtuvo de Wert" la promesa de que sería "integradora" (en el sentido de autismo españa y fespau: centros especiales, aulas enclave... pero nadie nos representa a nosotros, a las asociaciones de asperger, a la Federación Asperger España; nadie piensa en asperger o autismo de alto funcionamiento, en esos niños y niñas q tendrán q hacer reválidas, Dios mío, a nivel nacional, q a los 12 años se irán pal carajo!! aunque sean inteligentísimos o tengan potencial, neurodiversidad, llámalo whatever!! el cermi piensa en plan fundaciones, convenios, centros especiales, ciudad del autismo... LOS ASPERGER ESTÁN DENTRO DE LA SOCIEDAD, no están en un centro especial!!


    En una entrevista en la radio autonómica canaria el otro día una concejala del PP me animaba (?) diciendo que ojalá consiguiéramos mucho dinerito para nuestra asocaición en un concierto solidario (aka benéfico) porque "lo importante era que nosotros los padres y voluntarios estábamos haciendo muchas cosas sin dinero"... "que la administración no podía llegar a todas partes, porque... con la q está cayendo...". Casi me la como.

    Gracias por el artículo. No estaba yo (tan) loca cuando me daban más miedo las pelis americanas costumbristas que las de terror, esas pelis donde sale un personaje zarrapastroso empujando un carrito de supermercado con sus pertenencias, huyendo de skinheads, y es hasta cómico, el fool, looser, y donde siempre dicen "era un contable, buena gente, pero es que su mujer enfermó de cáncer, el seguro no les cubría todo el tratamiento (eeeinnn??), rehipotecaron la casa, y luego, claro, el funeral... perdió su trabajo, no tenían seguro médico, le quitaron la casa y los niños"... (yo también me compraría una pipa, en una sociedad así).

    Vaya desfogue incoherente, lo siento.

    Salud (mientras lo permita Ana Mato)

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