miércoles, 23 de febrero de 2011

Desventuras del ciudadano medio


Salarios, precios y competitividad

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=122978


Uno de los mayores errores en materia económica radica en creer que lo que es bueno para uno también lo es para los demás. Las clases existen, y los intereses de los trabajadores no sólo son distintos a los del capital sino a menudo antagónicos. La parte de la renta que se dedica al excedente empresarial no se emplea en la retribución de los trabajadores y viceversa. El binomio precios-salarios expresa la eterna batalla entre trabajadores y empresarios por la redistribución de la renta. Pretender –como quiere Angela Merkel– que los trabajadores se olviden de la subida de los precios a la hora de fijar los salarios es pedirles, llana y simplemente, que acepten la derrota antes de comenzar la contienda.

Es evidente que los salarios deben determinarse atendiendo al crecimiento de la productividad, pero también considerando la inflación. Para que el reparto de la renta no se modifique o, lo que es lo mismo, no existan vencedores ni vencidos, el incremento del salario real (no el nominal) debe ser igual al de la productividad. Se parte de un planteamiento tendencioso al transmitir la idea de que la pérdida o el aumento de la competitividad depende de los costes laborales cuando, en todo caso, hay que buscarla en los precios. En estos pueden influir ciertamente el incremento de los salarios, pero también el aumento del excedente empresarial.

Desde la constitución de la Unión Monetaria, España ha perdido competitividad frente a Alemania, sin embargo ello se debe a una diferencia en la tasa de inflación de 17 puntos, diferencia que en ningún caso obedece al comportamiento de los salarios, que en términos reales ha sido mejor que el de los alemanes, sino a un incremento más acusado del excedente empresarial. Las rentas del trabajo de España han perdido participación relativa en el PIB en una mayor proporción que las alemanas.

Los salarios no se fijan en España atendiendo a la inflación pasada, sino sobre las previsiones futuras. La cláusula de garantía salarial únicamente se aplica cuando los precios se apartan de la senda prevista. Primero son las desviaciones en los precios y después en los salarios. Estos, por lo tanto, no pueden ser la causa de la inflación sino su efecto. No deja de ser curiosa la postura de Merkel y su preocupación por mejorar la competitividad del resto de los países de la eurozona, mejora que sólo puede perjudicar a la economía alemana al perder su ventaja competitiva.


La revolución silenciada

Bueno para la inspiración ;-)
Fuente: http://nosinmibici.com/2011/01/23/2073/#more-2073
23/1/2011




Recientemente nos han sorprendido los acontecimientos de Túnez que han desembocado en la huida del tirano Ben Alí, tan demócrata para occidente hasta anteayer y alumno ejemplar del FMI. Sin embargo, otra “revolución” que tiene lugar desde hace dos años ha sido convenientemente silenciada por los medios de comunicación al servicio de las plutocracias europeas. Ha ocurrido en la mismísima Europa (en el sentido geopolítico), en un país con la democracia probablemente más antigua del mundo, cuyos orígenes se remontan al año 930, y que ocupó el primer lugar en el informe de la ONU del Índice de Desarrollo Humano de 2007/2008. ¿Adivináis de qué país se trata? Estoy seguro de que la mayoría no tiene ni idea, como no la tenía yo hasta que me he enterado por casualidad (a pesar de haber estado allí en el 2009 y el 2010). Se trata de Islandia, donde se hizo dimitir a un gobierno al completo, se nacionalizaron los principales bancos, se decidió no pagar la deuda que estos han creado con Gran Bretaña y Holanda a causa de su execrable política financiera y se acaba de crear una asamblea popular para reescribir su constitución. Y todo ello de forma pacífica: a golpe de cacerola, gritos y certero lanzamiento de huevos. Esta ha sido una revolución contra el poder político-financiero neoliberal que nos ha conducido hasta la crisis actual. He aquí por qué no se han dado a conocer apenas estos hechos durante dos años o se ha informado frivolamente y de refilón: ¿Qué pasaría si el resto de ciudadanos europeos tomaran ejemplo? Y de paso confirmamos, una vez más por si todavía no estaba claro, al servicio de quién están los medios de comunicación y cómo nos restringen el derecho a la información en la plutocracia globalizada de Planeta S.A.

Esta es, brevemente, la historia de los hechos:
  • A finales de 2008, los efectos de la crisis en la economía islandesa son devastadores. En octubre se nacionaliza Landsbanki, principal banco del país. El gobierno británico congela todos los activos de su subsidiaria IceSave, con 300.000 clientes británicos y 910 millones de euros invertidos por administraciones locales y entidades públicas del Reino Unido. A Landsbanki le seguirán los otros dos bancos principales, el Kaupthing el Glitnir. Sus principales clientes están en ese país y en Holanda, clientes a los que sus estados tienen que reembolsar sus ahorros con 3.700 millones de euros de dinero público. Por entonces, el conjunto de las deudas bancarias de Islandia equivale a varias veces su PIB. Por otro lado, la moneda se desploma y la bolsa suspende su actividad tras un hundimiento del 76%. El país está en bancarrota.
  • El gobierno solicita oficialmente ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI), que aprueba un préstamo de 2.100 millones de dólares, completado por otros 2.500 millones de algunos países nórdicos.
  • Las protestas ciudadanas frente al parlamento en Reykjavik van en aumento. El 23 de enero de 2009 se convocan elecciones anticipadas y tres días después, las caceroladas ya son multitudinarias y provocan la dimisión del Primer Ministro, el conservador Geir H. Haarden, y de todo su gobierno en bloque. Es el primer gobierno (y único que yo sepa) que cae víctima de la crisis mundial.
  • El 25 de abril se celebran elecciones generales de las que sale un gobierno de coalición formado por la Alianza Social-demócrata y el Movimiento de Izquierda Verde, encabezado por la nueva Primera Ministra Jóhanna Sigurðardóttir.
  • A lo largo del 2009 continúa la pésima situación económica del país y el año cierra con una caída del PIB del 7%.
  • Mediante una ley ampliamente discutida en el parlamento se propone la devolución de la deuda a Gran Bretaña y Holanda mediante el pago de 3.500 millones de euros, suma que pagarán todos las familias islandesas mensualmente durante los próximos 15 años al 5,5% de interés. La gente se vuelve a echar a la calle y solicita someter la ley a referéndum. En enero de 2010 el Presidente, Ólafur Ragnar Grímsson, se niega a ratificarla y anuncia que habrá consulta popular.
  • En marzo se celebra el referéndum y el NO al pago de la deuda arrasa con un 93% de los votos. La revolución islandesa consigue una nueva victoria de forma pacífica.
  • El FMI congela las ayudas económicas a Islandia a la espera de que se resuelva la devolución de su deuda.
  • A todo esto, el gobierno ha iniciado una investigación para dirimir jurídicamente las responsabilidades de la crisis. Comienzan las detenciones de varios banqueros y altos ejecutivos. La Interpol dicta una orden internacional de arresto contra el ex-Presidente del Kaupthing, Sigurdur Einarsson.
  • En este contexto de crisis, se elige una asamblea constituyente el pasado mes de noviembre para redactar una nueva constitución que recoja las lecciones aprendidas de la crisis y que sustituya a la actual, una copia de la constitución danesa. Para ello, se recurre directamente al pueblo soberano. Se eligen 25 ciudadanos sin filiación política de los 522 que se han presentado a las candidaturas, para lo cual sólo era necesario ser mayor de edad y tener el apoyo de 30 personas. La asamblea constitucional comenzará su trabajo en febrero de 2011 y presentará un proyecto de carta magna a partir de las recomendaciones consensuadas en distintas asambleas que se celebrarán por todo el país. Deberá ser aprobada por el actual Parlamento y por el que se constituya tras las próximas elecciones legislativas.
  • Y para terminar, otra medida “revolucionaria” del parlamento islandés: la Iniciativa Islandesa Moderna para Medios de Comunicación (Icelandic Modern Media Initiative), un proyecto de ley que pretende crear un marco jurídico destinado a la protección de la libertad de información y de expresión. Se pretende hacer del país un refugio seguro para el periodismo de investigación y la libertad de información donde se protegan fuentes, periodistas y proveedores de Internet que alojen información periodística; el infierno para EEUU y el paraíso para Wikileaks.

Pues esta es la breve historia de la Revolución Islandesa: dimisión de todo un gobierno en bloque, nacionalización de la banca, referéndum para que el pueblo decida sobre las decisiones económicas trascendentales, encarcelación de responsables de la crisis, reescritura de la constitución por los ciudadanos y un proyecto de blindaje de la libertad de información y de expresión. ¿Se nos ha hablado de esto en los medios de comunicación europeos? ¿Se ha comentado en las repugnantes tertulias radiofónicas de politicastros de medio pelo y mercenarios de la desinformación? ¿Se han visto imágenes de los hechos por la TV? Claro que no. Debe ser que a los Estados Unidos de Europa no les parece suficientemente importante que un pueblo coja las riendas de su soberanía y plante cara al rodillo neoliberal. O quizás teman que se les caiga la cara de vergüenza al quedar una vez más en evidencia que han convertido la democracia en un sistema plutocrático donde nada ha cambiado con la crisis, excepto el inicio de un proceso de socialización de las pérdidas con recortes sociales y precarización de las condiciones laborales. Es muy probable también que piensen que todavía quede vida inteligente entre sus unidades de consumo, que tanto gustan en llamar ciudadanos, y teman un efecto contagio. Aunque lo más seguro es que esta calculada minusvaloración informativa, cuando no silencio clamoroso, se deba a todas estas causas juntas.

Algunos dirán que Islandia es una pequeña isla de tan sólo 300.000 habitantes, con un entramado social, político, económico y administrativo mucho menos complejo que el de un gran país europeo, por lo que es más fácil organizarse y llevar a cabo este tipo de cambios. Sin embargo es un país que, aunque tienen gran independencia energética gracias a sus centrales geotérmicas, cuenta con muy pocos recursos naturales y tiene una economía vulnerable cuyas exportaciones dependen en un 40% de la pesca. También los hay que dirán que han vivido por encima de sus posibilidades endeudándose y especulando en el casino financiero como el que más, y es cierto. Igual que lo han hecho el resto de los países guiados por un sistema financiero liberalizado hasta el infinito por los mismos gobiernos irresponsables y suicidas que ahora se echan las manos a la cabeza . Yo simplemente pienso que el pueblo islandés es un pueblo culto, solidario, optimista y valiente, que ha sabido rectificar echándole dos cojones, plantándole cara al sistema y dando una lección de democracia al resto del mundo.

El país ya ha iniciado negociaciones para entrar en la Unión Europea. Espero, por su bien y tal y como están poniéndose las cosas en el continente con la plaga de farsantes que nos gobiernan, que el pueblo islandés complete su revolución rechazando la adhesión. Y ojalá ocurriera lo contrario, que fuera Europa la que entrase en Islandia, porque esa sí sería la verdadera Europa de los pueblos.

¿Qué te ha parecido este artículo? ¡Esperamos tus comentarios!

domingo, 20 de febrero de 2011

La precariedad de los jóvenes en el Reino Unido


Para quienes están pensando en emigrar al Reino Unido, os dejo este artículo sobre un país que los políticos suelen ponernos como ejemplo de "liberalismo".  Fuente: http://www.telecinco.es/informativos/economia/noticia/100034090/Los+jovenes+necesitan+dos+veces+su+salario+para+alcanzar+el+nivel+de+vida+de+sus+padres.

Para sacar siempre mayor tajada están precarizando a los trabajadores en todos los países, y los más afectados aquí y en cualquier parte somos los jóvenes. (En España al menos podemos manifestarnos al sol y luego ir a tomar unas cañas, pero en Reino Unido cuando se manifiestan la policía los deja encerrados helándose en alguna plaza durante horas, en lo que se conoce como la estrategia de la "tetera".)



Los jóvenes necesitan dos veces su salario para alcanzar el nivel de vida de sus padres en Reino Unido

Esto retrasa los matrimonios, los hijos y la compra de una casa

19.02.11
INFORMATIVOS TELECINCO


Manifestación por una vivienda digna en Madrid (EFE)
 El informe explica que la media de los jóvenes en torno a los 25 años gana en torno a 25.000 euros, pero requerirían unos 48.000 para alcanzar el nivel de sus padres.

Según First Direct, el banco que encargó el estudio realizado en Gran Bretaña, este déficit financiero está obligando a los jóvenes a retrasar las etapas clave de su vida. "Tres de cada diez padres se casaron y eran propietarios a la edad de 25 años. La preocupación por el dinero significa que la media de los jóvenes británicos no espera lograr estos hitos hasta mediados los 30", indica el informe.

Tres de cada cuatro de los 3.000 encuestados para el estudio están de acuerdo en que "los jóvenes de hoy son los más presionados financieramente de la historia". Uno de cada cinco ha pospuesto o siente que debe posponer los planes de boda. Y uno de cada cuatro está retrasando tener hijos.

Cerca de un tercio están incluso considerando no tener hijos "porque no pueden permitírselo", según el informe del First Direct, que lo llama 'La brecha generacional'.

Uno de los mayores problemas para los veinteañeros es el enorme coste de comprar una casa. Una pareja casada en 1985 podría comprar una casa por una media de 41.850 euros, y cuatro veces el salario medio. Un hijo nacido de esa pareja dos años más tarde tendría ahora 24 años y necesitaría 194906 euros por una casa similar, ocho veces el salario medio.

Las consecuencias son peores para una mujer si los problemas le obligan a retrasar tener niños hasta los treinta y pico o cuarenta. El estudio señala que los padres, ahora en unos 45 años, podrían haberse casado a los 26, tener un hijo alrededor de esa edad y haber comprado su primera casa a los 27. Según el ministro de vivienda británico, la edad media de un comprador de una primera casa es 37 años para aquellos que no tienen ayuda financiera de sus padres.

Los jóvenes trabajadores necesitarían ganar dos veces lo que ganan para lograr el estilo de vida que sus padres tenían a su edad, según han revelado los investigadores. El aumento de sueldo haría más fácil la posibilidad de casarse, comprar una casa y tener hijos, opciones que eran más fáciles de alcanzar para las generaciones siguientes, según un estudio del banco Firs Direct publicado por el diario británico Dailymail.

¿¿Qué piensas de este artículo?? Esperamos tus comentarios.

domingo, 13 de febrero de 2011

Ahora, a por los salarios

http://blogs.publico.es/trabajarcansa/2011/02/


“La forma en que se fijan los salarios es algo que hay que cambiar; los convenios colectivos no permiten la suficiente flexibilidad.” -José Luis Malo de Molina, director del Servicio de Estudios del Banco de España-.

Si estaban intrigados por saber cuál será la próxima línea roja que crucen los ejércitos reformistas, sujétense la cartera que la cosa apunta por ahí: los salarios, la forma en que se fijan y actualizan los salarios. Tras abaratar el despido y recortar las pensiones futuras, el siguiente mordisco apunta a la nómina de los trabajadores, desmantelando la negociación colectiva, desvinculando los salarios de la inflación y vinculándolos a la productividad.

Desde hace unos días el runrún salarial es ensordecedor: llegó Merkel, lanzó su propuesta, y a partir de ahí creció el coro. En los últimos dos días hemos oído al Banco de España, la CEOE, el Banco Central Europeo y el ex presidente Felipe González. Todos insisten en que el actual sistema es “un obstáculo y un residuo” (según el Banco de España), o “una lacra, un absurdo, una antigualla, un dinosaurio en el siglo XXI”, según un directivo (español) del BCE.

Sumen a ello expertos, tertulianos y prensa económica, y ya tenemos el ambientillo adecuado para que los sindicatos mayoritarios se sienten a hablar de la negociación colectiva, es decir, de los salarios.

Por lo visto para recuperarnos y crear empleo hay que moderar los salarios. Ay, esperen, que me ha dado la risa y no puedo seguir. Ah, ya entiendo: seguramente se refieren a los salarios de los altos ejecutivos, ya que España es uno de los países con mayor desigualdad salarial entre trabajadores y directivos. ¿Ah, no son esos salarios los que hay que moderar? Pues ahora más que la risa me entra la llorera.

Vale, está bien: igual que los funcionarios, igual que los trabajadores del sector automovilístico que han aceptado congelarse ellos mismos, igual que tantos trabajadores que han visto ya reducidos sus sueldos por la presión empresarial del “nos apretamos todos un poco o tendremos que cerrar”; igual que ellos los demás nos ajustaremos para salvar el mal momento. Y lo haremos sin pesar, pues recordamos cómo las empresas subían los salarios en proporción a sus aumentos de beneficios en los años buenos. ¿Lo recuerdan? No, yo tampoco.

jueves, 10 de febrero de 2011

Según un informe europeo el salario mínimo español es "manifiestamente injusto" y "muy bajo", e incumple la Carta Social Europea

Que nadie se emocione, la Unión Europea sólo interviene para obligar a privatizar la sanidad, la universidad, los transportes, la telefonía, las bibliotecas, que nos bajen los salarios, cosas así. Pero mientras tanto hacen unos informes la mar de monos. Os dejo aquí un artículo de diciembre de 2010 sobre uno de estos informes, proveniente del Consejo de Europa. Fuente: http://madrepatria.blogspot.com/2010/12/un-informe-europeo-dice-que-el-salario.html#more



Un informe publicado este viernes por el Comité Europeo de Derechos Sociales del Consejo de Europa señala que el salario mínimo en España, establecido en 629 euros en 2009, no se ajusta a la Carta Social Europea, por ser "manifiestamente injusto" y "muy bajo".

El artículo 4.1 de esa Carta reconoce "el derecho de los trabajadores a una remuneración suficiente que les proporcione a ellos y a sus familias un nivel de vida decoroso".
España incumple siete puntos de la Carta Social

Ya en el informe publicado hace tres años, el Comité manifestó que el salario mínimo español "se situaba claramente por debajo del umbral del 60% del salario medio". Y en el informe de 2010 constata la falta de información recibida sobre los salario mínimo y medio.

Este es uno de los siete incumplimientos cometidos por España, según el comité, respecto a la Carta.

Los miembros de este comité europeo también señalan que la ley autoriza una duración del trabajo semanal superior a las 60 horas, por lo que "sería posible trabajar 12 horas al día", hecho que tampoco es conforme con lo estipulado en la Carta.

Según el informe, la situación no ha cambiado desde 2007, cuando se señaló que el Estatuto de los Trabajadores permite que la duración del trabajo pueda superar las nueve horas previstas por la ley.

Además el estudio repite el incumplimiento de 2007 respecto al recurso de arbitraje del Gobierno para poner fin a una huelga, que ha sido impuesto, gracias al Real Decreto Ley de 1977, en circunstancias fuera de los límites fijados por el artículo 31 de la Carta.

Ese artículo prohíbe las restricciones "salvo las establecidas por la ley y que sean necesarias en una sociedad democrática para garantizar el respeto del derecho y las libertades de terceros o para proteger el orden público".

España incumple también el artículo 2.3 de la Carta, relativo al derecho a las vacaciones anuales pagadas, ya que "en caso de enfermedad o accidente ocurrido durante las vacaciones, los trabajadores no tienen derecho a recuperar los días perdidos".

Bien por la ley de igualdad

El informe sí aplaude, en cambio, que la ley orgánica 3/2007 de 22 de marzo de 2007 para la igualdad efectiva de mujeres y hombres impide que coincidan las vacaciones anuales con situaciones de maternidad, parto o lactancia.

El Comité lamenta que la "remuneración mayor por las horas suplementarias" sólo alcance al 54,83 por ciento de los convenios colectivos, que afectan al 49,35% de los trabajadores. Las cifras son de 2007, pero no hay información sobre cambio alguno.

Tampoco ha habido cambios respecto al informe de 2007 en lo que se refiere a los preavisos por cese del empleo. No se ajusta a la Carta que los contratos inferiores a un año se puedan extinguir anticipadamente sin aviso previo y los superiores al año, con 15 días de antelación.

El último incumplimiento que señala el grupo de expertos se refiere al derecho sindical, ya que "no se ha probado que los representantes de los sindicatos menos representativos tengan acceso a los lugares de trabajo".

España ha ratificado la carta dos veces

La función del Comité Europeo de Derechos Sociales consiste en "decidir jurídicamente si la situación de los estados es conforme a la Carta Social Europea". Uno de los catorce miembros del Comité es el profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Valencia Luis Jimena Quesada.

España ratificó la Carta Social Europea en 1980 y firmó en 2000 la Carta revisada, que aún no ha ratificado, y que incluye derechos a la protección contra la exclusión social, contra el acoso sexual, y el de los representantes de los trabajadores.

A diferencia de otros países como Francia, Italia o Portugal, España no ha reconocido a las ONG el derecho de presentar reclamaciones contra los estados ante el Comité.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Pateras de españoles comienzan a llegar a Mauritania

Este es un artículo de ficción. Pero más real que la vida misma...
Fuente: http://www.enviadoespecial.es/pateras-de-espanoles-comienzan-a-llegar-a-mauritania/



Varias pateras de españoles han llegado esta tarde a las costas de Mauritania. La Gendarmerie mauritana ha interceptado las embarcaciones y han sido asistidos por la Media Luna Roja mauritana. Entre el grupo de 32 inmigrantes se encontraban tres mujeres embarazadas que, según han declarado, decidieron embarcarse tras la supresión del cheque bebé.

No son las primeras pateras de españoles que llegan desde Canarias este año a las costas mauritanas en busca de oportunidades y un futuro próspero. Según ha declarado el ministro de Interior del país africano, hace unos meses que ha aumentado considerablemente la inmigración ilegal de españoles en este país.

El aumento del paro, la corrupción política y la falta de oportunidades para los jóvenes españoles son las principales razones de que muchos jóvenes de entre 20 y 35 años decidan inmigrar a Mauritania en busca de un futuro mejor. Adrián (en la foto), inmigrante madrileño declaraba esta mañana: “Llegué hace nueve años a este país, echo de menos algunas cosas como las tapas y el jamón. Sin embargo aquí tengo un trabajo, playa, varias gallinas y mucho espacio. Pago menos de cien euros por el alquiler y me encanta el té y el clima del desierto.”

Las autoridades mauritanas han detenido al patrón del barco y lo han acusado de tráfico de seres humanos. Además han informado de que las 32 personas serán deportadas por vía aérea en las próximas horas.

martes, 8 de febrero de 2011

No en nuestro nombre: contra el pacto con el gobierno

Hola
Las bases descontentas de CCOO se están movilizando contra la política pactista de la cúpula sindical. Ahora han creado un blog en el que han publicado este manifiesto de "rotundo desacuerdo" con el pacto social entre sindicatos, gobierno y patronal. Lo copio aquí debajo por si tenéis curiosidad o conocéis a alguien de CCOO que lo pueda firmar.
Está bien la iniciativa, pero ¿lograrán cambiar la actitud de la cúpula sindical? ¿Qué harán si no lo logran?
Fuente: http://noennuestronombre2011.blogspot.com/p/que-somos.html



NO EN NUESTRO NOMBRE
NOSOTR@S NO FIRMAMOS

A la opinión pública, a l@s afiliad@s de CCOO,
al Consejo Confederal y a la Ejecutiva Confederal
L@s abajo firmantes, miembros de Comisiones Obreras, de diferentes sectores, sindicatos y territorios, queremos manifestar nuestro ROTUNDO DESACUERDO con la decisión del Consejo Confederal del pasado 2 de febrero de firmar un pacto social con el gobierno y la patronal.

1.- Porque significa ACEPTAR RECORTES durísimos en el sistema público de pensiones, que supondrán claramente una disminución de la cuantía y mayores dificultades de acceso a una pensión, para grandes sectores de asalariad@s, pero sobre todo los mas desprotegidos : precari@s, jóvenes y mujeres.

2.- Hace a CCOO CORRESPONSABLE de la política de recorte laborales y sociales del gobierno de R. Zapatero y contribuye a aumentar el descrédito y la falta de credibilidad de los sindicatos firmantes, base de futuras campañas contra los sindicatos y el sindicalismo. El pacto, refuerza ademas, a un gobierno que actúa al dictado de los mercados, y que es el impulsor del mayor ataque a los derechos sociales y laborales de l@s asalariad@s,desde el final de la transición.

3.- La firma es una DERROTA sin lucha, un fraude a las expectativas de resistir y enfrentar las medidas anunciadas por el gobierno, creadas por el 29-S. Abandonar la confrontación con el gobierno, firmando un pacto como este, es un burla cruel para tod@s aquell@s sindicalistas y activistas que trabajamos por el éxito de la HG de septiembre y de toda la gente que ese día salió a la calle. El pacto hipoteca gravemente la capacidad de movilización del@s asalariad@s ante cualquier nueva agresión. 

4.- Es un GRAVE ERROR estratégico, porque instaura la PAZ SOCIAL cuando el capital y los gobiernos a su servicio han declarado la GUERRA SOCIAL a la gente trabajadora. El objetivo explicito del pacto, según Lezcano, es “ enviar un mensaje nítido a los mercados “. Pero el mensaje que recogen los mercados es que se deja de luchar, un mensaje de debilidad sindical. Al desmovilizar a cambio de casi nada y tragando con el grueso de la propuesta de reforma de las pensiones del gobierno, se crean las condiciones para nuevas agresiones : nada garantiza que ante una nueva exigencia de los mercados el gobierno no ponga en marcha nuevas reformas. El pacto debilita seriamente las posibilidades abiertas por la huelga general para la reconstrucción de la capacidad de movilización y resistencia social, necesaria para enfrentar con posibilidades de éxito la crisis capitalista.
 
5.- Es una decisión POCO DEMOCRATICA, porque un acuerdo de esta naturaleza debe ser objeto del mas amplio y democrático debate en todaslas instancias de nuestra organización y no el resultado de un proceso de negociación oscurantista y casi secreto, aprobado además deprisa y corriendo por la cúpula del sindicato.

6.- ERA POSIBLE OTRO CAMINO. Quienes defienden el pacto argumentan que era la única alternativa posible, que las dificultades para movilizar (incluyendo las reticencias de UGT a continuar la confrontación con el gobierno ) impedían frenar las medidas del gobierno con la movilización y que el pacto es el mal menor.

Semejantes argumentos ocultan la verdadera razón del acuerdo: la desorientación de la dirección confederal, desde el 29-S y el vértigo a sostener con firmeza la confrontación con el gobierno.

Era preciso no dejar “enfriar” la situación tras la HG, mirar hacia la izquierda y dirigirse también a los sindicatos y movimientos sociales que apoyaron la huelga del 29, y proponerles un calendario de acciones. Era necesario un discurso claro contra las reformas neoliberales, levantando un conjunto de reivindicaciones mínimas, que protegiese a los sectores mas golpeados por la crisis.

Era necesario un gran acuerdo, sí, pero con l@s de abajo, organizaciones sociales, políticas y sindicales, para poner en pie un plan de movilizaciones sostenido en el tiempo, para enfrentar las reformas del gobierno en una pelea de largo aliento.


Si quieres sumarte a este manifiesto, envía un correo a noennuestronombre@gmail.com indicando: nombre y apellidos, federación, territorio y responsabilidad si la tiene.

lunes, 7 de febrero de 2011

Bolonia no existe. La destrucción de la Universidad europea

Hola
Copio aquí el prólogo de un libro sobre la mercantilización de la universidad pública, realizado por participantes en el movimiento contra Bolonia.
Fuente: http://www.hiru-ed.com/COLECCIONES/SEDICIONES/Bolonia-no-existe.htm




AUTORES:
Alfredo Almendro
Daniel Iraberri
Alejandro Merlo
Jacinto Morano
Rebeca Moreno
Manuel Muñoz Navarrete
Jorge Polo Blanco
Clara Serra
Clara Serrano García

Luis Alegre y Víctor Moreno (coords.)

Nº de páginas: 166
PVP: 10 €

Prólogo
Carlos Fernández Liria
El Plan Bolonia ha avanzado firme y seguro como una apisonadora, con total independencia de lo que opinara el mundo académico. La clave ha estado en una insólita acumulación de mentiras y de propaganda. También en un chantaje institucional. Bolonia han sido lentejas, que o las tomas o las dejas. Las instituciones universitarias se han visto obligadas a aceptar lo inaceptable porque no tenían otra opción que tragar con la reforma o resignarse a desaparecer.
Pero mentiras, propaganda y chantaje no han sido suficientes: también se ha recurrido a la calumnia.
La calumnia ha sido un ingrediente muy importante en esta revolución educativa que los ricos de la Unión Europea decretaron contra los pobres. Una vez que se decidió sacrificar la Universidad pública hasta volverla rentable, era vital desprestigiarla. Para ello, comenzó a repetirse una y mil veces que en la Universidad todo era corrupción y nepotismo, endogamia e incesto, absentismo y pereza. Se dio por cosa sabida e incuestionable que los profesores no hacían otra cosa que leer apuntes amarillos heredados del franquismo, que los alumnos no estudiaban más que el día anterior a los exámenes, aprendiendo de memoria rollos que no comprendían y que olvidaban inmediatamente después. Se llamó viejos y viejas a los profesores y profesoras, recomendando su jubilación anticipada, para que dejaran de hacer daño a los alumnos con la transmisión de sus obsoletos conocimientos. El retrato de los estudiantes no era menos ofensivo: campeones de ignorancia, que no sólo no sabían, sino que no sabían aprender y no sabían tampoco aprender a aprender. Se comparó a los Departamentos y Cátedras universitarias, literalmente, con pozos negros, y se proclamó que, por el contrario, la ciencia florecía en los espacios abiertos y floreados de las revistas científicas avaladas por rankings elaborados por empresas privadas estadounidenses. Se ofreció como prueba de la caducidad casposa de la universidad española el hecho de que sus investigadores siguieran publicando en castellano, en lugar de en inglés. Se acusó a los profesores de no saber enseñar por impartir lecciones magistrales sin utilizar el power point o consumir nuevas tecnologías. Se consideró prueba irrefutable de lo mal que estaba la Universidad el hecho de que hubiera cambiado muy poco desde los tiempos de Newton (cosa que además es falsa), como si todo lo que no cambiara al ritmo insensato del mercado debiera considerarse caducado. Sin respetar el principio de no contradicción, se acusó a los estudiantes de saber demasiado, es decir, de perder el tiempo en una sobrecualificación inútil que nadie demandaba, y también, de dilapidar el tiempo y el dinero fracasando año tras año en terminar la carrera. En suma, se lanzó sobre la Universidad la acusación más grave que se puede lanzar sobre una institución docente: ahí ni se sabe enseñar, ni se sabe aprender. Había que enseñar a enseñar a los profesores. Los alumnos debían aprender a aprender. Todo ello como si hasta ahora hubieran estado todos cazando moscas, a la espera de la revolución educativa de Bolonia, en la que, por fin, una legión de psicopedagogos desembarcaría en la Universidad para enderezar las cosas al gusto, por supuesto, de las demandas empresariales.
De entre todas las calumnias, la más insensata ha sido la que ha acusado al movimiento estudiantil de estar manejado por algunos profesores. Se ha pretendido que los y las estudiantes antibolonia se oponían al proceso por falta de información, manejados en la sombra por ideólogos antisistema. Un disparate sin igual y a todas las bandas. Los profesores más activamente antibolonia no han sido, en general, nada antisistema. Podría poner ahora mismo cinco ejemplos de profesores de cada tendencia política (desde la extrema derecha a la extrema izquierda, pasando por el PSOE, el PP, UPyD o IU) que se han opuesto a Bolonia con el único denominador común de ser, probablemente, unos buenos profesores que aman su profesión y que, sencillamente, no soportan ver cómo se desmonta pieza a pieza su Universidad. Un disparate también por lo que toca a los estudiantes, porque, sin lugar a dudas, no ha existido jamás un movimiento estudiantil más responsable, riguroso, informado y respetuoso de las instituciones como ha sido el movimiento antibolonia. Y no porque no sean –o no seamos algunos– “antisistema”. Sino porque en esta ocasión se está luchando para impedir que “el sistema” destruya lo que es, precisamente, una institución, la institución universitaria.
Hubo un tiempo en el que la sociedad estaba orgullosa de tener una Universidad. Ahora se han invertido las cosas. En lugar de celebrar el respeto que la sociedad le ha otorgado siempre a la Universidad, se ha jaleado a la sociedad para avergonzarse de ella. Una campaña de prensa inaudita ha logrado que la ciudadanía abomine del mundo académico que le ha tocado vivir. En lugar de mirar con asombro un edificio que hunde sus raíces en siglos de esfuerzos científicos, en millones de discusiones académicas, en una inagotable tradición experimental y un inabarcable archivo de tesoros bibliográficos, la propaganda mediática ha logrado que la sociedad civil se encare con su Universidad y le exija estar a su servicio. Es como si la ciudadanía se encarara con la Justicia y exigiera un Derecho en estado de sociedad en lugar de una sociedad en estado de Derecho. Ha sido como otorgar legitimidad a un linchamiento alegando que eso era lo que demandaba la sociedad. El lema “una Universidad al servicio de la sociedad” ha tenido un éxito rotundo. Incluso hay una publicación del Círculo de Empresarios que lleva ese título (2007). De este modo, en lugar de hacerle un sitio a la investigación desinteresada de la verdad, se ha abogado por poner la verdad al servicio de los intereses empresariales. Lo mismo podría ponerse la Justicia al servicio de las demandas mercantiles, prohibiendo y castigando las sentencias judiciales que no fueran rentables, las que hicieran bajar la Bolsa o las que perjudicaran los intereses de las corporaciones más poderosas. Ya no se trata de que la sociedad busque la Verdad o la Justicia. La sociedad capitalista no puede permitirse el lujo de mantener en barbecho esferas enteras de la vida ciudadana. Un recinto para la Verdad o un recinto para la Justicia es mucho pedir para una sociedad que no ha sido capaz siquiera de respetarle a la Naturaleza su propio recinto. Esta es la civilización de la especulación inmobiliaria. El edificio de la Universidad o el de los Tribunales de Justicia no iban a permanecer incólumes. Se ha colonizado el mar, la tierra y el aire. Al capital ya no le quedaba más que el mundo inteligible por conquistar. Se han deshelado los polos, se ha contaminado la atmósfera, se ha esterilizado el suelo. El mundo de los negocios ha llegado incluso a cambiar de sitio los glaciares. Ha reventado el subsuelo terrestre con cientos de pruebas nucleares. Ha abierto un agujero en el ozono de la atmósfera. Ha desquiciado genéticamente las semillas. ¿Por qué iba a dejar en su sitio el mundo de las exigencias de la razón? ¿Por qué iba a respetar la Verdad o la Justicia sin intentar sacarles partido económico?
Las cosas son como son, eso depende del mundo de los hechos. Pero no son como deben ser. Hay una instancia desde la que es posible decir que por muy bien que encajen las cosas entre sí, no encajan, sin embargo, con lo que deben ser. A esa instancia le llamamos Razón. La historia de la filosofía ancló en esa instancia las pretensiones de Verdad y de Justicia, al margen de todos los intereses que podían mover el mundo en una u otra dirección. Y los más grandes filósofos, como Platón y Aristóteles en la antigüedad, identificaron la vida conforme a la razón como la más feliz y la más digna.
Los seres humanos se niegan a perder, por amor a la vida, aquello que hace a la vida digna de ser vivida. Eso pensaban Sócrates, Kant, o –hace no tanto tiempo– Chesterton o Stephan Zweig. Ahora las cosas han cambiado. El siglo XXI ha descubierto que puede hacer dinero con la “sociedad del conocimiento”, aunque sea a costa de arrancar de ella las pretensiones de la Razón. De pronto se ha descubierto que los intereses de la Razón no son rentables o que, al menos, no son lo suficientemente rentables a corto o medio plazo. Los intereses de la Razón, en efecto, no cotizan en Bolsa; al contrario, pretenden imponerse desde los Tribunales de Justicia y dictarse desde las torres de marfil de la Universidad. Y la OMC, la UNICE (patronal europea), la CEOE, la OCDE y nuestros ministros de educación decidieron un día que podía ser una buena idea colonizar también el mundo platónico de la Verdad, ya que aquí en la Tierra no quedaba ya nada a lo que exprimir una gota de rentabilidad. Podemos señalar simbólicamente la Declaración de Bolonia en 1999 como el acontecimiento que dio la orden de asalto a los ejércitos neoliberales, aunque el asedio a la Ciudad Universitaria venía ya de mucho antes. El capital se lanzaba así a la conquista de un Nuevo Mundo, tan prometedor quizás como antaño fueron las Américas. Sin embargo, no se reparó en que no se puede hacer rentable la Verdad sin que deje de ser Verdad, como no se puede hacer rentable la Justicia sin que deje de ser Justicia. No se puede poner el derecho en estado de sociedad sin cargarse el Estado de derecho.
Es posible, en efecto, que esta ofensiva neoliberal contra la investigación libre y desinteresada no sólo venga a destruir la dignidad por la que merece vivirse la vida, sino que derive, además, en un pésimo negocio vital. Porque a fuerza de poner la ciencia al servicio de la sociedad, perderemos la ciencia por el camino. A fuerza de poner la Universidad al servicio de la sociedad, acabaremos sin duda por tener un servicio (una buena empresa de servicios), pero no una Universidad. A mediados del siglo XX, Claude Lévi-Strauss, hablando de las relaciones entre Universidad y sociedad, declaró que lo ideal era que la sociedad se lo diera todo a la Universidad sin pedirle nada a cambio. En esa época nadie le tachó de loco, porque entonces todavía se recordaba que los estudios superiores eran superiores precisamente porque eran superiores, es decir, porque se gestaban por encima del entramado de intereses de la vida profesional; que su método, su ritmo y sus condiciones exigían blindar un recinto desinteresado a salvo de cualquier demanda social y, por supuesto, empresarial. Que esa era, además, la mejor manera de que alcanzaran su mejor rendimiento: el de ser verdaderos, objetivos y rigurosos. Y que eso era, incluso –aunque eso fuera lo de menos– lo más rentable a largo plazo. Que el mejor negocio que la sociedad podía hacer con la Universidad era dejarla en paz, para que fuera lo que tiene ser, una Universidad, y para poder así enorgullecerse de tenerla.
A decir verdad, en Francia aún se acuerdan de lo que es y debe ser una Universidad. O al menos hay quien se acuerda. La “Declaración de Independencia de las Universidades” y el “Llamamiento internacional a todas las Universidades” son textos impecables, un auténtico grito de protesta lanzado desde la tierra en la que se dictó la Declaración de los derechos humanos, inaugurando la posibilidad de que las exigencias de la Razón enderezaran el curso de las cosas en lugar de que los intereses de las cosas ahogaran la voz de la Razón. Estos manifiestos fueron inicialmente firmados por trece rectores y lograron arrastrar a una huelga indefinida a treinta universidades francesas. Hay miles de profesores en huelga contra lo que se considera una mercantilización intolerable del espacio académico de los estudios superiores. Basta leer los documentos: su diagnóstico coincide punto por punto con el que en el Reino de España ha hecho el movimiento estudiantil. Pero la cobardía y la pusilanimidad de nuestros rectores (incluso los más de izquierdas) ha impedido escuchar el llamamiento. Ellos no ven relación con lo que está pasando en España, pues ahí en Francia no hablan de Bolonia, por lo visto. Y es cierto que no: lo que ocurre es que a este lado de los Pirineos, por parte del movimiento estudiantil, tampoco se habla de Bolonia más que para denunciar que Bolonia es otra cosa distinta de lo que se dice que es. Y la cosa en cuestión es, precisamente, punto por punto, lo que motiva los llamamientos franceses: la mercantilización de la enseñanza superior.
Puestos a converger con Europa, podíamos haberlo hecho con estos llamamientos internacionales. Si tres o cuatro rectores españoles hubieran atendido al llamamiento de los rectores franceses, la reconversión mercantil de la Universidad se habría desmoronado, lo mismo que ocurrió con el proyecto neoliberal de la Constitución Europea. Pero en todo este asunto, y salvo contadísimas excepciones, la actitud de los rectores, de los decanos y, sobre todo, de los millares de profesores universitarios españoles ha sido vergonzosa, de una cobardía sin límites, de una ceguera culpable y de una estupidez suicida. Hay que decir que la mayor parte de los profesores se han comportado como ratas. Muchos de ellos, los que más autoridad tenían precisamente por su condición y su edad, han callado como muertos y se han desinteresado del asunto, pensando que de todos modos no les quedaba mucho tiempo para la jubilación. Otros, más jóvenes, se han lavado las manos huyendo de riesgos y molestias innecesarios. La gran mayoría, haciendo gala de un conformismo sin límites, se ha encogido de hombros, dispuesta a obedecer cualquier cosa que venga de arriba, incluso cuando lo que viene de arriba, como es el caso, es una revolución (una revolución de los ricos contra los pobres, pero una revolución). Se han comportado como una legión de lameculos, arrastrándose servilmente ante cualquier autoridad académica. Se han pasado diez años de reunión en reunión, haciendo la pelota a sus autoridades académicas en un espectáculo obsceno y canalla. Por supuesto, al contrario que el movimiento estudiantil, no se han molestado ni por un momento en leer los documentos oficiales que están a la base de toda la reforma, ni las publicaciones de la ANECA, ni los comunicados de la Comisión Europea, ni los informes y libros blancos del Ministerio. Sencillamente han obedecido órdenes y han callado como miserables.
Pero lo más repugnante de la actitud general del profesorado español es que, encima, se ha permitido mirar por encima del hombro al movimiento estudiantil. Sin duda, sospechan que sus protagonistas son tan idiotas y traidores como ellos mismos lo fueron, con toda seguridad, cuando en su juventud participaban también en encierros, asambleas y manifestaciones. Otros, han puesto el grito en el cielo ante la “violencia” de los estudiantes. Tras diez años acatando órdenes contradictorias y absurdas, tragando propaganda y carros y carretas sin abrir la boca, muchos profesores dieron rienda suelta a su indignación ante el atropello de su libérrima libertad porque, excepcionalmente, unos estudiantes habían puesto silicona en una cerradura o unos globos impidiendo entrar en las clases en un día de huelga. La abyección moral de algunos de estos sujetos llegó al extremo de que algunos se quejaron de que los cuartos de baño que utilizaban los alumnos encerrados en las Universidades olían mal por las mañanas, como si la mierda de los estudiantes oliera, al parecer, peor que la suya. Cagar, sin duda alguna, estos años hemos cagado todos por igual. Pero esos estudiantes que han estado encerrados en las universidades protagonizando una huelga “a la japonesa” han estado haciendo todo este tiempo lo que los profesores no han sabido ni querido hacer: leer las leyes, estudiar los libros blancos, traducir las ponencias de la OMC sobre educación, archivar los documentos, enterarse, en definitiva, de qué demonios estaba realmente pasando en su Universidad. Han estado, sin más, defendiendo la Universidad, mientras sus profesores, sus decanos y sus rectores desertaban de su función pública y la vendían al mejor postor.
Quizás algunos recordarán que las manifestaciones contra la mercantilización de la enseñanza comenzaron luchando contra el Informe Bricall, durante el curso 1999-2000. Cuando estas manifestaciones –que fueron multitudinarias– tomaron las calles, la mayor parte de los profesores y de las autoridades académicas no habían ni oído hablar de semejante informe. El propio Bricall salió en la televisión sorprendido de que hubiera un movimiento estudiantil contra un informe que, en esos momentos, ¡aún no había sido publicado! Sin embargo, cuando finalmente se publicó, se comprobó que el informe Bricall decía exactamente lo que los estudiantes habían dicho que iba a decir. ¿Eran adivinos? No, habían sido muy trabajadores, habían traducido las ponencias sobre educación de la última cumbre de la OMC, habían leído el informe francés y el informe británico sobre la Universidad. Así de ignorante comenzó siendo el movimiento estudiantil contra la mercantilización de la enseñanza. Desde entonces, los hechos han ido dando la razón a los estudiantes punto por punto y, por desgracia, en sus peores pronósticos.
Los capítulos de este libro están escritos por estudiantes de los que, en su mayor parte, he sido profesor. Todos ellos han invertido, en los últimos años, todo su tiempo en la lucha contra Bolonia. Inexplicablemente, han logrado también invertir todo su tiempo en aprender Filosofía, Filología, Economía o Historia. Incluso han encontrado tiempo para cuidar su expediente académico, aunque no tanto, por supuesto, como algunos compañeros suyos muy miserables que, sin mover un dedo a favor de su Universidad, han aprovechado para ir cosechando las matrículas de honor, lo que sin duda les reportará pingües beneficios en la competición académica y laboral que se nos viene encima.
El lector podrá juzgar si le parecen unos textos poco informados, escritos por alumnos ignorantes que se oponen a Bolonia porque se han dejado manejar. Desafío a cualquiera a intentar manejar a unos alumnos así. Y desafío a las autoridades académicas –empezando por Ángel Gabilondo, que ya lo hizo en una ocasión– a discutir con ellos largo y tendido, delante de las cámaras de televisión. A toda la legión de profesores que llevan años haciendo de su capa un sayo, mientras miran con magnánima condescendencia a estos angelitos del movimiento estudiantil, les desafío también a tener el valor de abrir los ojos leyendo sus textos.
Todavía hay que decir algo más sobre los autores de este libro. La lucha contra Bolonia no se ha caracterizado –como ya hemos dicho– por su radicalidad antisistema. Pero los estudiantes que aquí escriben sí son radicalmente antisistema, antisistema capitalista, por supuesto. Y en esto también han tenido toda la razón en comparación con los pobres y desesperados argumentos esgrimidos por los profesores antibolonia más comprometidos. Después de todo, lo que está ocurriendo con la Universidad no es nada del otro mundo. La revolución neoliberal lleva desde los años ochenta precarizando el mercado laboral, destruyendo todas las conquistas obreras y sindicales, descalabrando el Estado del Bienestar, flexibilizando la vida de las personas, dentro y fuera de Europa, según los requerimientos ciegos e imprevisibles de un mercado genocida. El movimiento antiglobalización lleva mucho tiempo alertando sobre todo este deterioro humano y ecológico. Por el contrario, muchos de los profesores antibolonia –aunque hayan jugado un excelente papel– no se han dado cuenta de lo que era el neoliberalismo más que cuando éste ha llamado a las puertas de su casa, de su Universidad. Y aún así, han conservado su miopía, sin acertar a ver más allá de sus narices. Por fin, el capitalismo salvaje –tras haber levantado muros genocidas por todo el planeta, haber globalizado la miseria y deteriorado la consistencia antropológica más elemental– les ha empezado a salpicar también a ellos. Ahora le ha tocado el turno a la Universidad Pública Europea, eso es todo. Es la lógica del sistema, la lógica de un sistema que choca ya con los límites ecológicos del planeta y con la existencia misma de la mitad de la humanidad, que sobrevive actualmente con menos de dos dólares diarios. Habría sido ridículamente ingenuo pensar que el capitalismo se iba a detener a las puertas de la Universidad.
Es muy importante dar aquí las gracias a la editorial Hiru. Gracias a ella se publica este libro que yo espero que sea un testigo de lo que en su día fue la Universidad pública. Una Universidad en la que había muchos motivos para sentirse muy feliz, pues, como decía Aristóteles, para un profesor no puede haber mayor felicidad que la de ver a su alumno enseñando. El movimiento estudiantil lleva diez años enseñando muchas cosas, aunque los profesores en general y, sobre todo, las autoridades académicas, han sido los peores alumnos del mundo.

Carlos Fernández Liria,
Sotillo de la Adrada, 14 de abril de 2009.
 

Las 7 maravillas de la economía española

http://www.escolar.net

Uno. España es el país de Europa con más paro: el 20,2% de la población activa, el doble de la media de la UE. Es una anormalidad absoluta dentro del primer mundo. Es una tasa de desempleo similar a la de Mozambique (21%), Sudán (19%) o Iraq (19%).

Dos. Antes de que llegase la crisis, España era el país con mayor porcentaje de contratos temporales de toda la UE; al igual que el actual paro, la temporalidad también doblaba la media europea.

Tres. España es el país con más billetes de 500 euros de toda la UE: uno de cada cuatro está aquí. El 65% del dinero que circula en España está en billetes de 500. Las cifras apenas han bajado tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y aún suman 52.244 millones de euros. Un altísimo porcentaje de este dinero no se declara y deja al año un fraude fiscal de unos 16.000 millones. Somos medalla de bronce en economía sumergida de toda la UE con una tasa cercana al 20% del PIB; sólo nos ganan Italia y Grecia.

Cuatro. Los altos directivos españoles son los mejores pagados de Europa. En 2009, en el peor año de la crisis, sus sueldos crecieron un 15%: los altos cargos de las empresa del Ibex 35 ganaron un millón de euros de media. Un jefazo de Telefónica cobra igual que 103,5 de sus trabajadores juntos.

Cinco. El salario medio en España es de 21.500 euros brutos anuales: la mitad que en Alemania, Holanda o Reino Unido. Es una media engañosa: el 63% de los españoles es mileurista o algo peor. España es uno de los países de la UE-15 con mayor desigualdad económica, sólo por detrás de Portugal. La tasa de pobreza es del 20,8%, también de las más altas de la UE.

Seis. España es el único país de entre los 30 más prósperos del mundo cuyo salario medio real no creció en los años buenos. Entre 1995 y 2005, el salario medio real de los españoles perdió un 4% de poder adquisitivo; entre 1999 y 2006, los beneficios empresariales crecieron un 73%.

Siete. España es el único lugar conocido donde los autónomos y pequeños y medianos empresarios que pagan por módulos declaran, de media, menos ingresos anuales que los trabajadores y los pensionistas.

sábado, 5 de febrero de 2011

Por extraer más que no quede...


¡No se vaya todavía, dentro de poco tendrá un trabajo (de mierda)!

http://blogs.publico.es/escudier/586/la-huida-del-paraiso/

Tan insólito como el niño que muerde al perro es la historia de un inmigrante de Malí, que ha sido descubierto tratando saltar la valla que separa Ceuta de Marruecos, pero en dirección sur, es decir, hacia Marruecos. Omar llegó en patera hace cuatro años y, cansado de no poder viajar a la península y de vivir a la intemperie, se disponía a emprender el camino de regreso, justo ahora que el optimismo renace en esta tierra de oportunidades. No se dejen engañar porque el paro aumente. Este país, en palabras de Zapatero, sabe ponerse en pie, y si nos cuesta alcanzar la verticalidad es porque conformamos una nación muy antigua y la artrosis no perdona.

Todo apunta al risorgimento. La primera señal es inequívoca: las ventas del Corte Inglés, que es a la economía lo que la prueba del nueve a las divisiones, han vuelto a crecer por primera vez en tres años, lo que viene a confirmar que si teníamos los ojos cerrados no es porque estuviéramos muertos sino meditando. Pero no es eso únicamente. Botín, que apenas si ha ganado este año 8.200 millones de euros y que lo está pasando mal el hombre con ese enojoso asunto de la condena a su consejero delegado, ha declarado inaugurado el amanecer de la economía española, gracias a las “magníficas medidas” que ha tomado el Gobierno, algo que, al parecer, ya perciben los inversores.

Y no sólo los inversores. A la canciller alemana Angela Merkel le bastaron seis horas en España para constatar que teníamos los deberes hechos y la casa limpia como la patena. Perfeccionistas como somos, no nos conformamos con el notable y estamos dispuestos a sumarnos a ese plan suyo para impedir que los salarios no suban con arreglo a la inflación sino a la productividad y para prohibir el déficit por ley. Va a ser una risa cuando los precios se disparen como acostumbran, pero es que aquí matamos por el sobresaliente.

Como puede deducirse, Omar se ha equivocado de medio a medio. Este es un buen momento para dejar de fumar o para comprar pisos como proponía el ministro de Fomento, pero no para tomar las de Villadiego hacia Mali, que a saber qué reformas habrá hecho en estos cuatro años. Afortunadamente, los vigilantes de la valla le han impedido dar el salto. Ahora puede aguardar la prosperidad cómodamente instalado en las escolleras del puerto.

jueves, 3 de febrero de 2011

La amenaza de una "generación perdida", cada día más cerca

Hola
Copio aquí este artículo que me ha enviado una amiga. Viene con un vídeo en el que hacen entrevistas, en la página http://www.elmundo.es/mundodinero/2011/01/27/economia/1296146458.html



Pablo L. Barbero | Ricardo Domínguez (vídeo)
Domingo 30/01/2011

Madrid.- La última Encuesta de Población Activa arroja unas cifras de empleo juvenil que, lejos de mejorar, empeoran cada trimestre y dan muestra de la preocupante situación del colectivo. En España hay 840.000 personas de menos de 25 años que está en paro, y el tramo de edad de entre 20 y 24 años es uno de los que más ha notado la subida, con 25.000 jóvenes más apuntados a las listas del paro en los últimos doce meses.

Otro dato revelador es el de la ocupación, donde los menores de 25 concentran los mayores descensos, con un 23,3% en los jóvenes hasta 19 años y un 10% entre 19 y 24 años respecto al mismo periodo de 2009. Aunque no se ve reflejado en la misma proporción en los datos de desempleo, es caldo de cultivo de futuras incorporaciones a las colas del Inem.

La fuerza y las energías propias de la juventud se desvanecen un poco más cada vez que se conocen estos datos. Nos lo han advertido por activa y por pasiva: el desempleo juvenil en España es un problema, y gordo, cuyas consecuencias a largo plazo pueden ser impredecibles.

En Davos, el Presidente del Foro Económico Mundial advirtió de que "puede haber otro mayo del 68" porque en países como España "el paro juvenil es insostenible". Durão Barroso, presidente de la Comisión Europea, dijo unos días antes que "los niveles de desempleo entre los jóvenes en algunos países son un escándalo", mientras la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ya ha advertido de la amenaza de que se cree una "generación perdida". El miércoles Rajoy le recordaba al presidente Zapatero que "el 43% de los jóvenes no trabaja", y culpaba de ello a la incompetencia del Gobierno.

Según los expertos, en caso de perpetuarse en el tiempo podría desembocar en una generación de jóvenes desanimados que, después de una larga y frustrada búsqueda de empleo, se auto excluyen del mundo laboral. Aunque no hemos llegado a ese punto, la degradación del nivel de vida de parte de la juventud ya está provocando que muchos hagan las maletas hacia lugares con un futuro más próspero.

Un oasis en el desierto

En medio de este desolador panorama laboral, hay quienes dedican su tiempo y energías en ayudar a los desorientados y facilitarles la búsqueda de un futuro mejor. Es el caso de Margarita Salvador, técnica de empleo en la agencia de zona del distrito de Hortaleza, en Madrid, donde atiende a los vecinos desempleados a la hora de orientar su perfil laboral y enfocar su carrera hacia los perfiles más solicitados por las empresas.

Margarita anima a la gente a que "canalicen todas las energías y motivación de la juventud, porque quien quiere puede trabajar". "Hay que seguir formándose, seguir buscando", advierte. Pero es realista y reconoce que hoy más que nunca es "difícil". "Recomiendo que, depende de qué perfiles, intenten buscar trabajo en el extranjero hasta que aquí demos el empujón que nos queda", concluye.

En las ocho agencias para el empleo que el ayuntamiento de Madrid tiene repartidas por la capital cuentan con programas específicos para los jóvenes desempleados. Abarcan todo el proceso de búsqueda de empleo, empezando por la elaboración del curriculum vítae. Dan servicios de orientación mediante tutorías personalizadas, a donde puede acudir cualquier desempleado, joven o no, previa cita, y dan talleres de formación y un servicio de intermediación laboral donde ponen en contacto al candidato con la empresa. El proceso continúa "hasta que ellos encuentran trabajo", afirma Margarita.

En los últimos meses Margarita ha podido comprobar que cada vez más gente joven se acerca a sus oficinas. "Hemos visto que ha aumentado el volumen de jóvenes cualificados, provenientes de ingenierías, licenciaturas o doctorados, que lo tienen mucho más difícil". También acuden muchos que empezaron a trabajar de adolescentes en sectores poco cualificados, y que al quedarse en paro se han dado cuenta que necesitan formación para el futuro.

Con una tasa de más del 40%, España es el país de la UE con un mayor desempleo juvenil. Su situación contrasta con la de socios como Alemania y Holanda, donde el paro afecta a menos de un 9% de los menores de 25 años.

martes, 1 de febrero de 2011

Aquí también vivimos una dictadura

Hola
Copio aquí este mensaje que he recibido de la Plataforma de Apoyo Político al Pueblo Saharaui (PAPPS). Es emocionante lo que está pasando en Túnez, Egipto y en otros países del Magreb, que están en peores condiciones que nosotros y se arriesgan mucho al salir a la calle. Copio debajo el manifiesto y el cartel que iban adjuntos. Salud
Violeta



1. Concentración en apoyo a las revoluciones de Túnez y Egipto el miércoles 2 de febrero en Sol, a las 19h.
Cartel, Manifiesto y firmantes.

2. El miércoles 2 de febrero se firma el acuerdo entre CCOO, UGT y gobierno sobre el recorte de las pensiones. Os convocamos delante del congreso a las 11h de ese mismo día para protestar por lo firmado.

PD: HAY QUE TOMAR LAS CALLES, por TODO lo que nos está cayendo... Aquí también vivimos una dictadura. Si no luchamos, nadie cambiará todo esto por nosotras. Es el momento de hacerlo, todas juntas. Que no nos intimide este estado policial...
Salud
Difundir



¡Por el triunfo de las Revoluciones tunecina y egipcia! ¡Que nadie se apropie de esta victoria!
¡Concentración en apoyo a la lucha tunecina y egipcia en Sol el miércoles  2 de febrero a las 19h!

         “Derroquemos a los dictadores y  sus dictaduras”
La Revolución continúa en Túnez, y se extiende a Egipto, los ciudadanos y ciudadanas siguen en las calles reivindicando un verdadero gobierno del pueblo y para el pueblo donde no tengan cabida los esbirros del régimen.

El pasado día 13 de enero, después de un mes de revueltas cada vez más fuertes en todo el país, el dictador Ben Alí tuvo que rendirse ante las evidencias: el pueblo tunecino no iba a echarse atrás a pesar de la represión, los disparos, las detenciones, la tortura. Veintitrés años son suficientes, ya era demasiada la indignación. Por eso, cuando esa misma noche el dictador declaró en televisión que se había equivocado, que se disculpaba y que prometía no presentarse a las elecciones de 2014, el pueblo salió a la calle con más rabia y más valor que nunca. Durante años el pueblo tunecino lo ha ido perdiendo todo: desde el empleo y la libertad de expresión, hasta la dignidad. Y sólo cuando comprendieron que ya no tenían nada que perder, perdieron de repente lo último que les quedaba: el miedo. A partir de ese momento el pueblo tunecino sólo tuvo cosas que ganar. Por eso, esa noche, miles de personas rompieron el toque de queda, exigiendo la marcha del dictador bajo una lluvia de balas. A la mañana siguiente, la llamada de la UGTT a la huelga general fue un rotundo éxito, y la manifestación pacífica convocada por la mañana reunió en el centro de la capital a decenas de miles de personas. Pocas horas después, el dictador, ante el definitivo fracaso de su estrategia, ordenó a la policía disparar sobre la multitud. Los y las manifestantes se vieron obligados/as a refugiarse en las casas vecinas, mientras que las fuerzas represoras detenían, torturaban, violaban y asesinaban indiscriminadamente a los que no conseguían escapar. A pesar de todo, el pueblo no cedió en su determinación de derrocar al régimen, y esa misma tarde se confirmó la esperada huida de Ben Ali del país. Su lugar se vio inmediatamente ocupado por su primer ministro, prueba de que su partida era solo provisional y de que las cosas en absoluto habían cambiado. Esa misma noche las calles se llenaron una vez más de manifestantes pidiendo su destitución y la aplicación del artículo correcto de la Constitución que, en caso de «situación vacante de la Presidencia de la República por muerte, dimisión o impedimento absoluto», obliga al Consejo a nombrar al presidente del Parlamento como presidente interino del país. Y lo consiguieron. Dos “presidentes” en 24 horas, dos victorias en un día. Pero cuando vieron que el gobierno provisional formado por el parlamento era sólo una fachada de transición democrática, donde los ministerios de más relevancia eran ocupados por miembros del antiguo régimen, esbirros de la dictadura que les había reprimido y silenciado durante tantos años, decidieron, una vez más, no darse por vencidos/as. Por eso ya hace más de una semana que el pueblo de Túnez sigue concentrándose en las calles y en las plazas, cada vez más numerosos, cada vez más radicales. Ya no sólo piden pan: piden dignidad. Ya no sólo piden libertad de expresión: piden poder para el pueblo. Los barrios se organizan en comités populares, los obreros y obreras ponen a sus patrones en las calles y toman el control de las fábricas y empresas, los sindicatos convocan huelgas indefinidas, los y las estudiantes se lanzan a las calles. Desde las zonas rurales, las más empobrecidas, miles de hombres y mujeres están llegando a la capital para seguir manifestándose contra un gobierno ilegítimo, el residuo podrido de la dictadura.

El pueblo tunecino no habla de cambio, es una palabra que no les suena demasiado bien: así llamaba el dictador derrocado al Golpe de Estado con el que tomó el poder en 1987. El pueblo tunecino habla de democracia, en el sentido más puro y original de la palabra. Habla de Revolución, con todo lo que eso conlleva.

Y mientras los medios de comunicación tratan de convencernos de que en Túnez la democracia ha triunfado, de que reina la libertad de expresión y de que ya está todo hecho en un país que durante dos décadas hemos ignorado, los tunecinos y las tunecinas no callan. Mientras Obama y Merkel felicitan al pueblo tunecino por su valor, ese mismo pueblo se niega a llorar a sus mártires mientras no se realice lo que tantos piden desde hace tanto tiempo. La burguesía afrancesada se da por satisfecha con la nueva y relativa libertad de expresión y con los cambios prometidos por el gobierno provisional; l@s obrer@s, l@s campesin@s, l@s estudiantes parad@s y precari@s, l@s trabajador@s de las zonas rurales, l@s sindicalistas, l@s militantes de izquierdas y de los partidos ilegalizados por el régimen, mayores víctimas de la dictadura, verdaderos artífices de esta Revolución, duermen desde hace noches en las plazas y permanecen todo el día en las calles para seguir gritando reivindicaciones que aún no han sido respondidas. Lo dicen ellos/as mismos, que han demostrado en estos días ser los/as más radicales y conscientes a pesar de su aparente falta de educación política: la Revolución no se hace en un día, es un proceso largo y no podemos perder ni un solo minuto, porque nos arrebatarán esta victoria que tanta sangre nos ha costado y en la que aún queda tanto que ganar. Túnez no se rinde. Porque la lucha se ha librado en las calles, y en las calles se celebrará la victoria, antes que en Internet. Y ahora más que nunca es el momento de seguir luchando, porque aunque hemos ganado la batalla, aún están a tiempo de ganarnos la guerra.

Unos días después de la revolución tunecina se ha desencadenado otra revuelta popular en Egipto, que está desafiando la tiranía del dictador Mubarak, cuya reacción ha sido la de sacar los tanques a la calle. El pueblo egipcio está emulando al tunecino y ha perdido el miedo: quieren el fin de la dictadura y la salida del tirano del país. La solidaridad con el pueblo egipcio es también muy necesaria en estos momentos.  En otros países ( Yemen, Argelia,…)  también están produciéndose movilizaciones fuertes, que pueden transformarse en revueltas en los próximos días.

Por lo tanto, ante las noticias falsas o incompletas que nos dan los medios de comunicación, frente a los que creen que esto ya ha terminado y que no queda nada por hacer, frente a los que piensan que los pueblos que piden, y siguen pidiendo, “dignidad, trabajo y libertad” se van a dar por satisfechos con  máscaras de democracia avaladas por los Estados Unidos y una libertad de charanga y pandereta:

Demostremos nuestro apoyo al pueblo tunecino y egipcio y al resto de países árabes que se están levantando y a sus Revoluciones, ¡acudamos todas a la concentración en Sol el día 2 de febrero a las 19h! Las dictaduras siguen impunes, ¡la lucha continúa!

Convocan: Ecologistas en Acción, Izquierda Anticapitalista, Cristian@s de Base, En Lucha, ATTAC, Sodepau-Catalunya, Casapueblos, Solidaridad Obrera, Corriente Roja,Co.Bas, Izquierda Castellana, Plataforma de Apoyo Político al Pueblo Saharaui, CGT, Comité de Solidaridad con el África Negra UMOYA, Fundación Hijos del Máiz, Vía Democrática, Asoc. Marroquí de Derechos Humanos-Madrid, Asamblea Social de Rivas, AAVV La Flor,…