miércoles, 31 de octubre de 2012

Generación perdida


http://elblogdedaniruiz.blogspot.com.es/2012/10/generacion-perdida.html



La crisis económica que atravesamos -junto a la social y política- se está cebando con aquellos que tienen menos 
recursos en su haber. Aquellos cuya economía pendía de un hilo fueron las primeras víctimas de las malas gestiones del sistema financiero. Pero uno de los sectores que realmente está causando el cebe de las listas de desempleo es el sector joven: miles de jóvenes con formación se ven obligados a guardar en el armario su título universitario y de FP  para trabajar -los pocos que lo consiguen- en tiendas de comida rápida por apenas 300€.

Ante esto los políticos hacen cierta demagogia con el adversario invocando a lo que denominan como generación perdida, una generación constituida por gente preparada, joven, estimulada y con ánimo para iniciarse en el mundo laboral y que solo encuentran puertas cerradas que fomentan la pérdida de esperanza.

Por el contrario, los no desesperanzados aluden a buscar otras vías para combatir el desahucio laboral  que actualmente vive España abogando por la búsqueda de ofertas laborales en el extranjero. Curiosamente la sociedad española está encaminada a revivir aquellos hechos que nuestros mayores vivieron teniendo que salir a trabajar a Alemania, Francia o incluso Australia. La historia una vez más, se convierte en realidad.

Como peculiaridad a destacar, dicha generación sufre una metamorfosis a la hora de precisar a jóvenes para contratos basura y salarios inhumanos, pasando pues de generación perdida a generación explotada

Pero, ¿cuanto de cierto tiene que dicha generación -en la cual me incluyo- esté realmente perdida tal y como enuncian los políticos de a pie?

Bien es cierto que la crisis económica es la culpable de cara a los medios de comunicación de que esta generación se eche a perder, pero no debemos olvidar que levantando la piedra de la crisis podemos encontrar un entresijo de suciedad conformado por un sistema financiero totalmente corrupto y enfangado, y una clase política nada transparente y al servicio de los mercados que lucha por sostener al sistema capitalista anteponiéndolo a las necesidades sociales.

Estamos a tiempo de no ser una generación perdida y solo la juventud tiene los instrumentos para evitar semejante desastre. Luchemos democrática y pacíficamente contra la dictadura de los mercados al igual que lo hicieron nuestros abuelos y nuestros padres, contra el totalitarismo político y la opresión a los más desfavorecidos. Tal vez esto suene a discurso revolucionario por los términos utilizados pero señores, la opresión, el consumo, la dictadura mercantil y el engorde capitalista son una realidad, y la evidencia es innegable.

En una sociedad de consumo como la nuestra la desesperación se ve multiplicada ante las vacas flacas: móviles, Internet  ordenadores, ropa de marca, coches, viajes, conciertos, ... etc. La dependencia al consumo es tal que el propio individuo se verá colapsado moralmente cuando tenga que renunciar a lo prescindible para poder comer. Nos han enseñado a gastar en tiempos de bonanza, pero no a ahorrar para tiempos difíciles. 

La sociedad debe reaccionar ante unas medidas adoptadas desde el ejecutivo, no favorables para la inmensa mayoría y de las que se aprovechan de modo indefinido las grandes fortunas.

Movilicémonos para que nuestros hijos jamás puedan echarnos en cara el día de mañana que su situación se debe a que nosotros no luchamos por ellos y que fuimos una generación perdida.

Dani Ruiz




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martes, 30 de octubre de 2012

¿Y ahora qué? Cinco jóvenes en cinco países diferentes


http://revista-utopia.blogspot.com.es/2012/10/y-ahora-que-nacho-carretero.html#more

PUBLICADO EN XL SEMANAL

¿Y AHORA QUÉ? 
Con el paro juvenil en el 52% irse del país, más que una opción, es una obligación. 41.000 españoles emigraron en los seis primeros meses de este año. El problema es que muchos piensan en 'el extranjero' como salvación y eso es «una verdad a medias».
Cinco jóvenes en cinco países diferentes nos cuentan:


Eva Crespo
31 años. Tarrasa.
Vive en Río de Janeiro desde hace un año. trabaja en un albergue. licenciada en traducción e interpretación.
Brasil se ha convertido en objetivo prioritario para los españoles. El resurgir de la economía brasileña, el próximo Mundial y los Juegos Olímpicos lo han puesto en el punto de mira de muchos jóvenes. Pero, al mismo tiempo, las trabas burocráticas del gigante brasileño se están convirtiendo en insalvables. Eva Crespo llegó en abril de 2011 a Río de Janeiro. Fue a hacer voluntariado por un mes, dando clase de inglés en una favela. Decidió quedarse. «Ahora mismo estoy ilegal, ya que el papeleo y los permisos tardan muchísimo. Es lo más negativo de Brasil», explica. «Estoy trabajando en un albergue, como gerente, y aunque la experiencia es muy buena, quiero montar mi propio negocio, ya que tengo dinero ahorrado. Pero hasta que me den los permisos no puedo hacer nada».
La esperanza de Eva es lograr sus papeles a través de su unión como pareja de hecho con su novio, brasileño. «Al principio me debatía entre regresar a España o no, pero después de conocer a mi pareja tuve más claro que quería quedarme». Salir y entrar del país tampoco es fácil. «Desde abril, Brasil pide a los españoles los mismos documentos que España pide a los brasileños: carta de invitación o reserva de hotel, billete de vuelta y una cantidad de dinero. Se oyen muchos casos de españoles deportados», cuenta. Eva tiene grabado el primer día que la Policía federal la interceptó en el aeropuerto. «Salí después de un año. Estaba sin visado, pero en el Consulado me dijeron que 'no pasaba nada'. Con las maletas facturadas, la Policía no me dejó embarcar porque necesitaba un salvoconducto. Pude salir dos días después, pero pagando una multa considerable... Cuando volví a Brasil dos meses más tarde, pasé miedo por si no me dejaban entrar. Es un miedo constante; nunca sabes cómo va a terminar».

Silvia Palomo
32 años. barcelona. Vive en Shanghái desde hace un año y medio. Trabaja como diseñadora de complementos.
Un día, al poco tiempo de estar aquí, salí a comprar algo y me fui lejos de casa, así que necesitaba coger un taxi para regresar. En ese momento se puso a llover a mares y estuve un buen rato mojándome sin que pasara ninguno. Cuando llegó el primero, aparecieron corriendo dos chicas chinas que me lo robaron en la cara. Ya estaba empapada. Paré otro taxi, pero no había manera de que el taxista me entendiera la dirección -no hablan inglés y no entienden lo que intentas explicar- y me echó de su taxi. El tercero hizo lo mismo. Se me hizo de noche. Me puse a llorar bajo la lluvia de la impotencia de querer llegar a casa y no poder».
Silvia lleva más de un año en Shanghái, conocida en China como la ciudad de las oportunidades. Allí trata de hacerse un nombre en el diseño de moda. Tras varios años de experiencia en España, donde trabajó para varias marcas de renombre, decidió emprender su aventura en el extranjero. «Tenía ganas de probar otras cosas porque mis últimas experiencias profesionales en España no fueron buenas». La idea de Silvia tomó definitivamente forma cuando a su marido le propusieron trasladarse a Shanghái.
Silvia trabaja hoy para una empresa de complementos taiwanesa y lucha por abrir su propia línea de moda infantil. «Aquí hay oportunidades que en España ahora mismo son imposibles. Es duro, pero vas viendo que avanzas». Eso a pesar de que su destino no es el más sencillo para emigrar. «Es muy difícil integrarse con los chinos. Los extranjeros vivimos aparte, como en una burbuja». Admite que «antes de venir pensaba que todo iba a ser muchísimo más fácil, más fluido. Me costó adaptarme y aún lo estoy haciendo. Solo empiezas a sentirte bien cuando aceptas que no todo es como lo imaginas y simplemente intentas que se aproxime lo máximo posible a las expectativas que te marcaste antes de partir». Pese a ello, no se plantea volver. «No quiero dejar las cosas a medias y no se puede desperdiciar una oportunidad así. Voy a seguir luchando».

Ignacio Pérez
28 años.  Puerto de Santa María.  Vive en México DF desde hace dos años.  trabaja como veterinario.
Cero plazas. Este fue el panorama que Ignacio Pérez -gaditano de 28 años- se encontró cuando preparaba las oposiciones para el Cuerpo Nacional de Veterinarios. «Estaba estudiando y en marzo de 2010 me enteré de que no había plazas y que no las habría en los próximos años. Decidí irme». Ignacio cursó un máster en Francia sabiendo que, con probabilidad, lo enviarían a trabajar a Latinoamérica. Y así fue. «Desde hace dos años vivo en México DF, donde ejerzo como veterinario».
«Había vivido anteriormente en otros países, pero siempre iba con fecha de regreso. Esta vez era diferente, sabía que partía sin billete de vuelta... y eso produce miedo, esa es la verdad. En mi caso, al tratarse de México, más todavía, por todo lo mal que se habla del país en la televisión española: que si secuestros, muertos, tráfico de órganos... Los últimos días antes de venirme me planteé varias veces decirle a la empresa que renunciaba a mi trabajo». No lo hizo y hoy se reconoce contento: «Encontrar en España un trabajo como el que tengo lo veo muy complicado. Me pagan un buen sueldo, puedo viajar, comer fuera con frecuencia...». Todo eso a cambio de estar lejos de casa, el reverso de su experiencia. «Admito que, si pudiera regresar, regresaría. No solo por aspectos como el carácter de la gente, el humor, las cervecitas, las tapas... También porque estar aquí implica estar lejos de mi sobrina, a la que no estoy viendo crecer, o de mi abuela, a quien probablemente ya no vuelva a ver. Al pensar esas cosas se me cae el mundo a los pies. A veces te planteas si, por muy buen trabajo que tenga y por muy contento que esté, merece la pena vivir a 9000 km de tu casa. Espero que en dos años las cosas hayan mejorado y pueda volver. Ese es mi objetivo».

Clara Marrodán
29 años. Logroño. Vive en Byron Bay (Australia) desde hace seis meses. se gana la vida cuidando niños mientras busca trabajo. Estudió Veterinaria.
Clara le pilló la crisis en Logroño, su ciudad natal. A ella tuvo que regresar por asuntos familiares dejando tras de sí un empleo como veterinaria en Barcelona. Antes había trabajado becada en Escocia y en Madrid. Su carrera parecía encarrilada. «Mi problema llegó cuando me puse de nuevo a buscar trabajo como veterinaria. No había. Decidí irme». Clara alzó su mira al otro lado del mundo. Literalmente. «Australia está muy lejos, así que te haces a la idea de que vas a dejar a tu familia y a tus amigos por mucho tiempo. No es fácil».
Vive en Byron Bay, una ciudad costera. «Siempre te cuentan la historia de un amigo que se fue y le va fenomenal. La realidad es que la competencia es dura y hay muchos obstáculos. En mi caso, por el tipo de permisos que dan en Australia, solo puedo trabajar media jornada», que ella emplea como cuidadora de niños. «Hasta que no logre convalidar mi titulación no podré desempeñar mi profesión aquí. Tengo que mantenerme como pueda. Voy a darme un tiempo. Viajar, abrirte al mundo y mejorar mi inglés me compensa. De momento».

Víctor Martínez
29 años.  Madrid.  Vive en Niza desde hace dos meses.  Trabaja como ingeniero informático.  Anteriormente vivió en Dublín.
Entre una beca Erasmus en Milán y un año trabajando en Dublín, Víctor tenía ya 'callo' en lo de vivir lejos de casa. «En aquellas ocasiones, me fui impulsado sobre todo por vivir una aventura». La cosa cambió en su última salida de España. Desde hace unos meses vive en Niza, a donde llegó tras ser contactado por una empresa informática. Víctor estuvo meses buscando trabajo en España antes de decidirse. «No encontré nada decente. O los salarios son muy bajos o los proyectos no son interesantes».
Partió rumbo a Francia y de momento admite estar satisfecho. «Mi ventaja es que he venido con trabajo ya y con un sueldo bueno -bastante mejor que en España- y he optado por vivir con gente extranjera en las mismas condiciones que las mías. Vivo con italianos, argentinos, alemanes...». Por ello admite que se ve en Niza en los próximos años. «Me gustaría quedarme un par de años por aquí. Parece un buen sitio para vivir. Además me gustaría aprender francés y mejorar laboralmente. Es difícil volver a España tal cual están las cosas. Preferiría haberme quedado, es verdad, porque en el aspecto personal estaba muy a gusto, pero solo volvería con trabajo. Espero que esto sea algo temporal... aunque nunca se sabe».



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lunes, 29 de octubre de 2012

¿A qué juega el FMI?


http://econonuestra.org/index.php?option=com_content&view=article&id=331:ia-que-juega-el-fmi&catid=51:actualidad&Itemid=75



Día tras día, el desempeño de la economía española muestra que el paro sigue aumentando, la recesión se prolonga y profundiza, los salarios reales caen, los bienes públicos y los derechos de la mayoría se deterioran, el malestar de la población aumenta y la desigualdad, la pobreza y la exclusión social alcanzan niveles insoportables. Y en paralelo, el clima sociopolítico se enrarece, la confianza de la ciudadanía en sus representantes políticos y en las instituciones se evapora y aparecen nuevas grietas en la ya muy debilitada cohesión social y territorial.
El último jarro de agua fría a las expectativas gubernamentales de que lo peor de la crisis es cosa del pasado lo ha echado el Fondo Monetario Internacional (FMI). En el último número de Perspectivas de la Economía Mundial del mes de octubre de 2012, el FMI revisa a la baja sus anteriores previsiones sobre el crecimiento de la economía mundial y realiza un muy interesante ejercicio de revisión del multiplicador fiscal que debilita aún más la creencia en que las medidas de austeridad son un peaje ineludible para salir de la crisis.
La nueva previsión del FMI señala que el producto generado por la economía española experimentará un nuevo retroceso del 1,3% en 2013, que se sumaría al decrecimiento del 1,5% estimado para 2012. Compárese esa cifra con la última ofrecida por el Gobierno del PP en el Escenario Macroeconómico 2012-2013, publicado el 27 de septiembre, donde se apuntaba que el PIB sufriría una pequeña disminución del 0,5% en 2013. Las nuevas previsiones del FMI confirman también que no se cumplirán los objetivos de déficit público acordados entre el Gobierno de España y las autoridades comunitarias (6,3% en 2012 y 4,5% en 2013), ya que los desequilibrios presupuestarios de las Administraciones públicas alcanzarían un -7% del PIB en 2012 y un -5,7% en 2013.
Una de las claves del deterioro de las previsiones del FMI se encuentra en las nuevas estimaciones del multiplicador fiscal, entendido como el impacto negativo que tiene la reducción del déficit público sobre la actividad económica.
Entre las páginas 47 a 50 de la publicación del FMI mencionada antes aparece el Recuadro 1.1. ¿Estamos subestimando los multiplicadores fiscales a corto plazo?, del que son autores Olivier Blanchard (Consejero Económico y Director del Departamento de Investigación del FMI) y Daniel Leigh. En dicho recuadro se da cuenta de la evidencia empírica, basada en los datos de 28 economías de países avanzados en los años 2010-2011, que permite a los autores afirmar que los multiplicadores fiscales utilizados por el FMI para generar pronósticos de crecimiento de la actividad económica han sido sistemáticamente subestimados desde el comienzo de la Gran Recesión. Los multiplicadores fiscales reales se han situado en los años 2010-2011 entre 0,9 y 1,7 llegando a duplicar y hasta triplicar los utilizados en las previsiones de crecimiento del PIB formuladas a principios de 2010.
El FMI reconoce así, en un recuadro firmado por su Director del Departamento de Investigación, que los efectos negativos sobre la actividad económica de los recortes y las políticas presupuestarias restrictivas puestas en marcha en los últimos años, gracias entre otros factores a las presiones ejercidas por el FMI, han podido resultar mucho más contraproducentes que lo esperado, ya que además de tener impactos muy negativos sobre la economía real (el empleo, la actividad económica o la inversión productiva) han obstaculizado la pretensión de reducir los desequilibrios presupuestarios con la intensidad y en los plazos comprometidos.
El doble juego del FMI y sus limitaciones
¿A qué juega el FMI al desvelar ese grave error en la estimación del multiplicador fiscal? Cabe considerar muy diferentes hipótesis; la más plausible apuntaría al intento de respaldar una tímida matización de la estrategia basada en la austeridad extrema que se ha impuesto hasta ahora a las economías periféricas de la eurozona. Dicha estrategia ha fracasado rotundamente en los objetivos económicos que proclamaba y amenaza con terminar generando un conflicto social inmanejable en buena parte de los países del sur de la eurozona y con hundir en una  recesión prolongada al conjunto de la UE. Si no se produce ningún cambio, los problemas de la eurozona acabarían impactando y perjudicando al conjunto de la economía mundial y, como consecuencia, desacreditando por completo a las instituciones y los líderes europeos.
Desde hace un tiempo, el FMI propicia una modificación gradual de la estrategia de austeridad y que los ajustes presupuestarios aminoren su intensidad. El FMI trata de aumentar la confianza de los mercados en la viabilidad del euro y propugna para ello un mayor equilibrio entre ajuste fiscal y medidas de reactivación que permita vislumbrar cierta recuperación de la actividad económica y el empleo. Un ajuste fiscal más gradual y sostenible que sea compatible con estímulos a la demanda. De esta manera se propiciaría un mayor respaldo social para las políticas de austeridad y se recuperaría parte de la legitimidad perdida por los partidos políticos con responsabilidades de Gobierno que de forma tan temeraria han aceptado gestionar unas políticas de austeridad destructivas y se han comprometido con unos objetivos de consolidación fiscal imposibles de conseguir.
Una de las grandes dificultades para llevar a cabo ese cambio no sustancial en la estrategia conservadora de salida de la crisis que promueve el FMI es que cualquier avance en su concreción no debe deteriorar los intereses electorales de Ángela Merkel. De ahí las precauciones con las que el FMI aborda la necesaria modificación de las políticas de austeridad. Y de igual modo cabe valorar el ritmo lento, zigzagueante y a veces confuso que experimentan la aplicación de los acuerdos de la UE sobre la unión bancaria e, incluso, las idas y venidas que están caracterizando el nuevo rescate de la economía española.
El intento de moderación del ajuste presupuestario que propicia el FMI, entre otros poderes e instituciones, no va a resultar fácil de llevar a cabo. El gran problema que deben resolver los que pretenden dulcificar las medidas de austeridad es que dicha estrategia, tanto en su versión dura como en una nueva versión blanda, no puede ofrecer soluciones aceptables a las economías de los países periféricos ni a los muy amplios sectores de la juventud y las clases trabajadoras que pretenden un empleo decente. La estrategia de salida de la crisis basada en la austeridad no puede ofrecer a corto plazo ninguna buena noticia ni una sola ilusión de mejora en el futuro a gran parte de la sociedad.
El cambio real y la mejora de la situación de la mayoría pasan por trabar la aplicación de las medidas de austeridad y deslegitimar la estrategia de salida de la crisis que sustentan las instituciones europeas y los mercados. Hay que hacer entrar en razón a la derecha europea. La huelga general del próximo 14 de noviembre y las diversas iniciativas de movilización social que están en marcha serán útiles si permiten ampliar y llevar más allá de sus perímetros actuales el rechazo de la ciudadanía española y europea a los recortes presupuestarios y al deterioro de bienes públicos y derechos en los que siguen empeñados las instituciones comunitarias y los políticos que nos mal gobiernan. El avance de una salida de la crisis popular y progresista depende de la consolidación de una ciudadanía crítica y activa que acierte a involucrar a la mayoría social en ese rechazo y a expresar de manera firme y argumentada su oposición a las políticas de austeridad y recortes que se están imponiendo y a las instituciones y políticos que las respaldan y avalan.

Gabriel Flores


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domingo, 28 de octubre de 2012

La gran estafa en Catalunya


http://www.vnavarro.org/?p=7996

Catalunya es uno de los poquísimos países de la Eurozona en el que el Gobierno, a pesar de ser uno de los gobiernos que han llevado a cabo con mayor intensidad la política de recortes de gasto público, incluyendo gasto público social, y haber apoyado reformas laborales orientadas a facilitar el despido de los trabajadores y empleados, no ha perdido sustancialmente el apoyo popular que determinó su victoria electoral -hace casi dos años-, victoria basada en parte en un programa electoral que excluía el desarrollo de tales políticas, tal como también, por cierto, hizo el Partido Popular que gobierna actualmente en España (que sí ha sufrido una pérdida de apoyo electoral). ¿Cómo es que la política de recortes ha tenido un coste electoral al partido gobernante en España y a la gran mayoría de los partidos gobernantes en la UE, y no la ha tenido en Catalunya?
Las causas de esta situación, claramente excepcional, es que tal Gobierno de la Generalitat de Catalunya, que tiene pleno control de los mayores medios públicos de información públicos, tales como Catalunya Ràdio y la Televisió de Catalunya (TV3, C33, 3/24, etc.), y que goza del apoyo de la mayoría de medios de información privados, ha sido exitoso en promover el mensaje de que “no hay alternativas” a tales políticas, debido al enorme déficit público que había dejado el Gobierno tripartito anterior (y que se encontró “inesperadamente” cuando llegó al Gobierno) y también al “expolio de Catalunya por parte de España” que había creado un enorme agujero en las arcas de la Generalitat de Catalunya. El término un tanto belicista de “expolio” se refiere al déficit fiscal de Catalunya versus el Estado español, es decir, la diferencia entre lo que los ciudadanos que viven en Catalunya contribuyen con sus impuestos y lo que reciben del mismo Estado a través del gasto público.
De esta lectura de las causas del problema financiero de tal Gobierno, la coalición gobernante CiU (una coalición de un partido liberal, Convergència Democràtica de Catalunya, perteneciente a la Internacional Liberal, y un partido cristianodemócrata, Unió Democràtica de Catalunya, perteneciente al grupo del Partido Popular Europeo, el mismo, por cierto, al que pertenece el Partido Popular) ha propuesto (además de recortar el gasto público para reducir el déficit y así corregir los supuestos excesos de gasto incurridos por la coalición de partidos de izquierdas que constituyeron el Gobierno anterior), una redefinición de la relación financiera entre el Estado central español y la Generalitat de Catalunya, proponiendo un pacto fiscal encaminado a desarrollar un concierto económico semejante al existente en el País Vasco y en Navarra. Esta petición, a partir de la manifestación del 11-S (que exigía un Estado propio para Catalunya) que reunió a un millón y medio de personas en las calles de Barcelona, se convirtió, en manos del Gobierno Mas, en un mero eslabón en el camino hacia la independencia de Catalunya, objetivo que no estaba en el programa electoral de CiU ni tampoco era un objetivo deseado por el Gobierno de la Generalitat para tal manifestación del 11-S que, según CiU, debería haberse centrado en la demanda por un pacto fiscal entre Catalunya y el Estado español. Es obvio que el Gobierno Mas quedó desbordado por la propia manifestación y que intenta ahora canalizar esta protesta (que en otros países hubiera sido en contra del propio Gobierno) hacia el Estado  español. El enorme enfado popular hacia los recortes, entre muchos otros agravios, se intenta canalizar, no en contra de la Generalitat y su partido, CiU, sino hacia el Gobierno de España gobernado por el mayor aliado que CiU ha tenido en el desarrollo de sus políticas.
Las contradicciones del argumentario de CiU
En la línea argumentativa de CiU hay varios hechos que se ignoran y/o ocultan. Veamos los datos. La deuda de la Generalitat pasó de ser el 7% del PIB catalán en 2003 (cuando inició su mandato el primer tripartito) al 17% en 2010 (cuando terminó el mandato del 2º Gobierno tripartito). Durante este periodo, el gasto público social en los servicios públicos del Estado del bienestar subieron como nunca antes habían subido: en esos cuatro años se aumentó el gasto en protección social en 1.025 euros por habitante, pasando de 3.781 euros a 4.806 euros, mientras que en los cuatro años anteriores el aumento había sido de 768 euros, es decir 257 euros por habitante menos.
En 2010, el Gobierno Mas comenzó su gobierno con el intento de bajar tal deuda pública. Pero a pesar de los enormes recortes, cuya intensidad no tenía precedentes ni en Catalunya ni en España, la deuda pública se disparó pasando del 17% del PIB en Catalunya al 22% en 2012, uno de los mayores incrementos de la deuda pública ocurridos en los países de la Eurozona. Las causas de ello eran previsibles, tal como indicamos unas pocas voces, marginadas cuando no insultadas en tales medios públicos de la Generalitat (ver ”Comentario del profesor Navarro a los hechos vergonzosos que ocurrieron en la entrevista que le hizo Manel Fuentes en Catalunya Ràdio” en www.vnavarro.org).
Los recortes del Gobierno Mas, junto con los del Gobierno del PP (aprobados en las Cortes Españolas con el apoyo del partido gobernante en la Generalitat de Catalunya, CiU), acentuaron de una manera muy marcada la recesión económica, con la consecuente bajada de actividad económica y disminución de los ingresos al Estado. Se ha mostrado una vez más que las políticas de austeridad han sido un suicidio económico, tal como incluso el Fondo Monetario Internacional (que ha sido una de las instituciones que más ha presionado a los gobiernos para que se hagan tales recortes de gasto público, incluyendo el social) ha tenido que reconocer en un reciente informe (ver mi artículo “Los neoliberales deberían pedir perdón al pueblo al pueblo español, incluido el catalán”, El Plural, 22.10.12).
Pero la otra causa del descenso de los ingresos al Estado era la bajada de impuestos que el Gobierno español, con el apoyo de CiU había llevado a cabo durante el periodo de expansión económica. Tal bajada de impuestos creó un crecimiento del déficit público estructural del Estado (y de la Generalitat), dato silenciado en la mayoría de medios de la Generalitat de Catalunya. En realidad, según los datos del Ministerio de Hacienda, la aplicación de la reforma fiscal del 2006 (aprobada con el apoyo de CiU) a nivel del estado español (y que naturalmente afectó a los ingresos de la Generalitat) significó una bajada de ingresos (equivalente a 19.540 millones de euros) en 2007, bajada de impuestos que fue muy acentuada en el impuesto de Sociedades y en las rentas superiores. El impacto de tal bajada de impuestos en los ingresos al Estado, que también afectaba a la Generalitat, ha sido una de las noticias menos visibles en los medios de mayor difusión en Catalunya. Tal bajada de impuestos causó, como he indicado, un aumento del déficit público estructural, tanto del Estado como de la Generalitat de Catalunya, déficit que apareció con toda claridad cuando el crecimiento económico se frenó y finalmente se colapsó, resultado del estallido de la burbuja inmobiliaria.
Cómo respondió CiU a la crisis
Cuando el déficit público se incrementó, la respuesta de CiU fue apoyar medidas de recortes de gasto público llevadas a cabo por los gobiernos españoles y más tarde, cuando gobernó la Generalitat de Catalunya, realizarlas con gran intensidad con la intención –según declaraciones de los portavoces del Gobierno CiU- de impresionar a Bruselas de la “seriedad y compromiso del Gobierno de la Generalitat”, homologando seriedad con la voluntad de tomar medidas impopulares (tal como también ha dicho y hecho el portavoz del Gobierno del PP en España). Estos recortes se hicieron con el argumento de que “no había otra alternativa”, mensaje promovido activamente por los medios de información, tanto públicos como privados, ocultando que sí que había alternativas. Veámoslas.
CiU aprobó en las Cortes Españolas la propuesta del Gobierno Zapatero de congelar las pensiones, incluyendo, naturalmente, las pensiones catalanas (con el fin de ahorrar 1.200 millones de euros, dedicados a reducir el déficit público). Podría haber tomado, sin embargo, otras medidas que hubieran conseguido incluso más fondos. Así, CiU podría haber apoyado el mantenimiento del impuesto de patrimonio (con lo cual se habrían conseguido 2.100 millones de euros) en lugar de eliminarlo, como hizo. O podría haber apoyado la eliminación de las rebajas (que respaldó) en el impuesto de sucesiones (por valor de 2.552 millones de euros), o podría haber apoyado revertir la bajada de impuestos (que había aprobado) de las personas que ingresaban más de 120.000 euros al año, consiguiendo 2.500 millones.
Un tanto idéntico podría haber hecho con los recortes, incluso más intentos, realizados por el Gobierno del PP, presidido por el Sr. Rajoy. Así, en lugar de apoyar los recortes del Gobierno Rajoy (que han impuesto una reducción de 6.000 millones de euros en la sanidad pública, que tendrá como consecuencia el desmantelamiento de tal servicio público), CiU podría haber apoyado la anulación de la bajada de impuestos de sociedades (que CiU había aprobado) de las grandes empresas que facturan más de 150 millones de euros al año (que representan un 0,12% de todas las empresas de España), consiguiendo con ello 5.300 millones de euros para el erario público (incluyendo a la Generalitat de Catalunya).
O CiU podría haber apoyado en las Cortes Españolas la reducción del subsidio que el Estado da a la Iglesia Católica para impartir docencia de religión católica en las escuelas públicas (incluidas las catalanas) a fin de ahorrar 600 millones de euros, permitiendo evitar los recortes a los servicios domiciliarios a las personas con discapacidades y dependientes. Y aquí, en Catalunya, el Gobierno CiU podría haber reducido su déficit a base de aumentar los ingresos a la Generalitat de Catalunya en lugar de centrarse tanto en los recortes. Incluso el Gobierno Cameron de Gran Bretaña, con afinidades políticas a las del Gobierno Mas, intentó reducir el déficit público, no sólo recortando el gasto público, sino también aumentando los impuestos. El Gobierno Obama de EEUU  intentó una reducción del déficit a base de un equilibrio 50%/50%. Y el Gobierno socialista francés acaba de aprobar un presupuesto en el que el 80% de la reducción del déficit público se ha hecho a costa de aumentar los impuestos del capital y de las grandes fortunas, y sólo un 20% a base de más recortes del gasto público. No así el Gobierno Mas. El 98% de la reducción del déficit se ha hecho a base de recortes.
El mayor problema del retraso social de Catalunya y de España es la escasez de recursos del Estado, incluyendo de la Generalitat de Catalunya
El Gobierno Mas podría haber evitado muchos de sus recortes si hubiera recogido fondos ya existentes en Catalunya. Catalunya no es pobre. Su PIB per capita es el 110% del promedio de la UE-15. Su gasto público social, sin embargo, es sólo el 73% del promedio de la UE-5. Si fuera el 110%, Catalunya se gastaría casi 20.000 millones más que no se gastan, porque la Generalitat no los recoge. La Generalitat podría haber recogido, por ejemplo, 2.788 millones de euros mediante las siguientes medidas: 1.000 millones de euros a través de un impuesto finalista progresista que fuera a la sanidad pública, tal como ha hecho el Gobierno canadiense; 600 millones de euros a base de gravar los beneficios exuberantes del capital financiero (tal como ha sugerido, paradójicamente, el Fondo Monetario Internacional); 400 millones de euros manteniendo el impuesto de sucesiones; 538 millones de euros a base de recuperar el impuesto de patrimonio, modificándolo para centrarse en las grandes fortunas; 150 millones modificando las multas y sanciones para hacerlas progresivas (es decir, que una multa sancionadora sea mayor en la medida en que los ingresos de la persona o institución sancionada sean mayores, tal como ocurre en los países nórdicos); 150 millones de euros en impuestos verdes, haciendo pagar 5 euros por cada vuelo que despegue de aeropuertos catalanes, y así un largo etcétera.
Ninguna de estas medidas, por cierto, hubiera afectado a la mayoría de la ciudadanía a la que sí, en cambio, le afectan los recortes en sanidad, educación y otros servicios públicos de la Generalitat. Y, naturalmente, podría también reducirse, camino de eliminarse, el enorme fraude fiscal, muy acentuado entre las rentas superiores de Catalunya y en las grandes empresas. Aplicando a Catalunya la metodología utilizada por los técnicos de Hacienda para calcular el tamaño del fraude, éste es en Catalunya de 18.000 millones de euros (cifra que los propios técnicos consideran muy conservadora). CiU no se ha distinguido, ni en las Cortes Españolas ni en el Parlament de Catalunya, por haber iniciado o apoyado medidas correctoras de tal fraude.
Otras fuentes de ingreso para la Generalitat de Catalunya, que hubieran evitado los recortes, hubieran sido apoyar el aumento de impuestos al tabaco y al alcohol que hubieran podido recoger 200 millones, fondos que hubieran repercutido en mayores ingresos para Catalunya, o exigir a las mutuas patronales de accidentes y enfermedades laborales que paguen al sistema sanitario público catalán los gastos de atender a los pacientes accidentados o enfermos por causas laborales, y que hoy no pagan (representando un déficit de la sanidad pública de 230 millones de euros).
Todas estas son medidas que CiU y su Gobierno podría haber apoyado en las Cortes españolas, y aprobado y/o llevado a cabo en su gobierno, y que no hicieron. Y el que no lo hicieran responde a causas políticas. Es decir, hubieran afectado a los grupos sociales o intereses financieros y económicos que CiU representa o a los que no se atreve a enfrentarse. Como dijo recientemente un dirigente de Cáritas en Catalunya, ¿cómo los políticos pueden dar tanto dinero a la banca (CiU ha sido el partido que más ha apoyado al PP en el rescate bancario), y tan poco dinero a las poblaciones vulnerables que hoy están sufriendo enormemente? La respuesta del Gobierno CiU al incremento de la pobreza fue hacer la Maratón Antipobreza de la televisión pública TV3, que recogió 4 millones de euros. Si CiU y su aliado en las Cortes y en el Parlament (el PP) hubieran aprobado un impuesto sobre las transacciones bancarias de corto plazo (la mayoría de clara orientación especulativa) la Generalitat habría obtenido 300 millones de euros. Todas estas son medidas que CiU podría haber llevado a cabo en su Gobierno que hubiera podido hacerse como alternativas a los recortes. Ahora bien, ¿cómo es que, con la evidencia existente, y que presento en este artículo, el Gobierno CiU no sólo no está perdiendo popularidad, sino que puede ganar por mayoría? La respuesta es el argumento del “expolio”.
El déficit fiscal es un problema, pero no es el mayor problema de Catalunya
En cuanto al “expolio”, hay que indicar que, detrás de tal término belicista existe una realidad que le cuesta mucho al Estado español reconocer. Y es que la contribución de los impuestos derivados de Catalunya es excesiva (según los parámetros comparativos de transferencias interregionales en la mayoría de países de la Eurozona), en relación a los fondos que recibe del Estado. Esta es una realidad, cuya falta de reconocimiento por parte del Estado Central es un indicador más de un problema mayor, que es el gran desequilibrio que existe en la relación Estado Central-versus Catalunya a favor del primero y a costa del segundo (ver mi artículo “El nacionalismo españolista”. Sistema, 05.10.12). La constante oposición del establishment español, centrado en Madrid, al reconocimiento de la plurinacionalidad de España, ha sido la mayor fuente de frustración en grandes sectores de la población catalana, una falta de reconocimiento que aparece también en la decisión del Tribunal Constitucional de vetar puntos clave del Estatuto de Catalunya aprobado por referéndum por la población catalana.
Complementando esta decepción hubo la falta de respuesta y protesta por parte del establishment español (cuyas Cortes Españolas habían aprobado previamente tal Estatuto), después del “cepillazo” -término ofensivo que incluso causó gracia en el establishment madrileño- a la propuesta aprobada por el Parlamento Catalán. La falta de protesta del Gobierno Zapatero a tal hecho por parte de aquel establishment fue un factor contribuyente a la generalización del enfado en Catalunya hacia el Gobierno central.
Pero el punto final que ha rebosado el vaso ha sido la victoria del PP, que fue el partido que había llevado el Estatuto al Tribunal Constitucional, y cuya postura hostil hacia las reivindicaciones en Catalunya se ha traducido en sus declaraciones y comportamientos. El Gobierno no ha tomado ninguna medida sancionadora, por ejemplo, contra el militar que amenazó con una intervención militar ocupando Catalunya, de nuevo un caso que demuestra no solo la enorme insensibilidad democrática del Gobierno PP sino también su hostilidad hacia Catalunya.
Ahora bien, dicho todo lo que he dicho, varias realidades necesitan añadirse. Una de ellas es que la mayor fuerza política que ha apoyado las políticas neoliberales que ha estado aprobando el PP y que están causando unos enormes daños a las clases populares catalanas ha sido precisamente CiU. Y la otra vertiente es que, en reciprocidad, la fuerza política que ha apoyado constantemente las políticas neoliberales y regresivas en Catalunya ha sido el PP. Tales políticas están desmantelando el Estado del bienestar en Catalunya convirtiendo un Estado universal (con derechos universales que se aplican a toda la ciudadanía) en un Estado asistencial (para las personas sin recursos o especialmente vulnerables) con un gran debilitamiento de la fuerza del trabajo y una disminución de los derechos laborales, todo ello acompañado con una disminución de los derechos civiles y aumento de la represión.
Esto ha sido ocultado en los medios de comunicación de la Generalitat de Catalunya que han jugado un papel clave con su silencio ensordecedor sobre la naturaleza de estos hechos. TV3 ha alcanzado unos niveles de instrumentalización desconocidos desde la era pujolista, enfatizando la inevitabilidad de esta reforma y el “expolio” de Catalunya por parte de España. Tal expolio, sin embargo, no puede explicar el enorme déficit social de Catalunya. Explica parte pero no todo. De hecho, los datos de gasto en protección social de 2007 para Catalunya, que son los últimos disponibles, muestran que si se destinaran los recursos que configuran el déficit fiscal (que la Generalitat considera que es el 8% del PIB catalán) a gasto social según la asignación actual del presupuesto de la Generalitat, el gasto social por habitante en Catalunya todavía estaría lejos de alcanzar la cifra que le correspondería por el nivel de riqueza que tiene. En realidad, pasaría de 5.475 unidades de poder de compra (upc, unidades monetarias que tienen idéntica capacidad de compra, estandarizando el poder adquisitivo de países con diferente nivel de riqueza) a 6.236 upc, una cantidad todavía muy lejos de los 8.210 upc que se debería gastar por el nivel de riqueza que tiene. La mayor causa del retraso social de Catalunya es la misma causa del subdesarrollo social de España (como documenté en mi libro El subdesarrollo Social de España), es decir, el enorme dominio de las fuerzas conservadoras sobre el Estado español (incluido el catalán) a lo largo de su historia, y que se ha cristalizado durante estos dos años en la alianza PP-CiU en las Cortes Españolas, y CiU-PP en el Parlament. Y ahora ambas formaciones políticas están agitando las banderas con fines electorales.
Esta es la gran estafa y el fraude existente hoy en Catalunya y en España. La coalición gobernante de Catalunya, que tiene gran responsabilidad en el retraso social de las clases populares de Catalunya, se presenta ahora como la gran defensora del pueblo catalán, convirtiendo a su máximo aliado, el PP, en su máximo adversario, enarbolando la bandera catalana para mantenerse en el poder y continuar siguiendo las políticas neoliberales que han hecho tanto daño.
Ahora bien, los enfadados que marcharon en las calles de Barcelona el 11-S pidiendo autogobierno y el derecho a decidir (lo cual comparto), deben ser conscientes de que en la medida que voten a tal partido y a tal Gobierno, el motivo de su enfado no se resolverá, pues una futura Catalunya bajo el Gobierno CiU será muy semejante a la Catalunya de hoy, con los mismos recortes, las mismas políticas fiscales regresivas, la misma instrumentalización de los medios públicos, el mismo retraso social de Catalunya y la misma inmunidad frente a la corrupción que ha salpicado tan extensamente a este partido y a este Gobierno. ¿Es esta la Catalunya que desean? No es la Catalunya por la que la generación de mis padres, mi generación y generaciones posteriores lucharon durante la dictadura para que nuestros hijos y nietos pudieran vivir libremente en una Catalunya con democracia, pluralidad y justicia social. Esta Catalunya no existe y tampoco existirá si las fuerzas conservadoras dominan la transición de esta Catalunya a la otra Catalunya.





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sábado, 27 de octubre de 2012

Sólo unos pocos cientos de autónomos han podido cobrar el paro


http://www.eldiario.es/economia/Solo-cientos-autonomos-podido-cobrar_0_59844116.html


La prestación por cese de actividad para los trabajadores por cuenta propia, que se empezó a cobrar hace un año, apenas ha llegado a una ínfima parte del colectivo.
Las asociaciones creen que es el momento de revisar los requisitos

Sólo unos pocos cientos de autónomos han podido cobrar la prestación por cese de actividad (similar al paro de las personas asalariadas) en su primer año de funcionamiento. Aunque aún no hay cifras oficiales, los datos a los que ha tenido acceso eldiario.es señalan que en los primeros seis meses de este año se han presentado cerca de 3.100 solicitudes, de las que sólo 600 habrían sido aceptadas. Esto es, sólo 600 autónomos habrían cobrado el paro en ese periodo. En España hay actualmente unos tres millones de autónomos, de los que 650.000 cotizan para acceder al desempleo.
En noviembre de 2010 se aprobó definitivamente la prestación por cese de actividad para los autónomos. Se trataba de un logro histórico para el colectivo, que llevaba tiempo reivindicando una protección social similar a la de los asalariados. Sin embargo, no todos accederían a la prestación, sólo aquellos que cotizaran voluntariamente por ella (salvo algunos colectivos, como los autónomos económicamente dependientes o los que trabajaran en sectores de riesgo, que lo harían obligatoriamente). Los primeros beneficiarios no pudieron cobrar el paro hasta noviembre de 2011, puesto que uno de los requisitos eran tener cotizados al menos doce meses desde que se aprobó la norma (a efectos de esta ayuda no valían, por tanto, los periodos cotizados con anterioridad).
Los datos que la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) ha recogido entre varias mutuas (la mayor parte de estas prestaciones las gestionan estas entidades) muestran algo parecido: de enero a junio de este año, 3.300 trabajadores por cuenta propia presentaron la solicitud para cobrar el paro, pero sólo 500 lo consiguieron, lo que supone un 20% de los solicitantes, un número que consideran "muy bajo". Según UPTA, otras 580 solicitudes están pendientes de resolver.
El presidente de UPTA, Sebastián Reyna, señala dos factores que podrían estar frenando tanto la presentación de las solicitudes como su resolución positiva: por un lado, el trámite previo, que implica cumplir con muchas condiciones; por otro, la dificultad de justificar la causas económicas que han concurrido para que esa persona cierre su negocio o cese en su actividad. Además, si un autónomo debe alguna cuota a la Seguridad Social, no puede cobrar la prestación. "Es habitual que un autónomo que deja su actividad haya pasado por dificultades económicas y que, por tanto, deba alguna cuota. Es algo que está previsto en el caso de los asalariados, pero no en el de los trabajadores por cuenta propia", explica Reyna. 
En cualquier caso, las asociaciones creen que ha llegado el momento de revisar el funcionamiento de la prestación y reclaman datos oficiales para poder hacer llevar a cabo un análisis certero. "Habrá que darle una vuelta a los requisitos", dice el vicepresidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), Francisco De Palacio, que califica las actuales condiciones de "duras y complejas". Para acceder a la prestación, los autónomos deben demostrar, por ejemplo, pérdidas de más del 30% en un año o del 30% en dos años seguidos, o que el 40% de los ingresos del ejercicio anterior estén destinados a ejecuciones judiciales para reclamar el cobro de deudas.

La obligación de cotizar se retrasa a 2014

A partir de 2014, la cotización por desempleo iba a pasar a ser obligatoria para los nuevos autónomos. Sin embargo, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, anunció la semana pasada que los Presupuestos Generales de 2013 pospondrán esta obligatoriedad hasta 2014. El objetivo es evitar que la cotización que pagan los autónomos se incremente en un momento extremadamente delicado para las personas que trabajan por cuenta propia. Las asociaciones del sector comparten la decisión del Ejecutivo.


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viernes, 26 de octubre de 2012

Se suicida en Granada poco antes de ser desahuciado


Yo estos casos no los entiendo para nada. Me recuerdan a aquellos suicidios en el seno de France Telecom que se desataron hace ya unos años y que causaron tanto revuelo, aquí y en Francia. Y digo yo, ¡Con lo sencillo que hubiera sido asesinar al cabrón que les estaba haciendo la vida imposible en la oficina! Sí, cuchillada en la yugular y fuera problemas, y si después quieres suicidarte pues adelante, hazlo. Pero antes actúa con un mínimo de valentía, ¡que hasta para eso parece que vivimos alienados!


http://www.20minutos.es/noticia/1628091/0/suicidio/desahucio/granada/

Un hombre de 53 años que estaba a punto de ser desahuciado ha aparecido colgado en el patio de su vivienda en el barrio de La Chana en Granada, según han informado fuentes de la Jefatura de Policía de Granada a 20minutos.es.

"Esta mañana sobre las 9.00 horas ha aparecido ahorcado en la calle Arzobispo Guerrero, 15, en el barrio granadino de la Chana, Miguel Ángel Domingo, nacido en 1959", han confirmado. El cuerpo, que ha aparecido en el patio de la vivienda, junto a la frutería de su hermano, lo ha encontrado una patrulla policial que se ha presentado en el domicilio para ejecutar, a las 10.00 horas, una orden judicial de desahucio de su vivienda.

Domingo era soltero y tenía un pequeño comercio de prensa, revistas y libros, entre otras cosas, situado junto a la frutería de su hermano; ambos negocios están comunicados.

"En el barrio nos ha sorprendido mucho lo que ha pasado, no sabíamos nada de que tenía este problema, si no, la asociación de vecinos se hubiera movilizado para ayudarle", asegura José Fernández Ocaña, presidente de la asociación de vecinos de La Chana, que ha explicado que el fallecido era una persona muy conocida en el barrio y que regentaba esa tienda desde hace al menos 20 años.

Fuentes de la Policía han explicado que se ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias de la muerte.

En el barrio nos ha sorprendido mucho lo que ha pasado Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía han informado de que el desahucio se deriva de la deuda adquirida en la compra de un local y una vivienda, que comenzó judicialmente en 2009 respecto a una hipoteca concedida dos años antes, en 2007, por una cuantía de 240.000 euros, han precisado las fuentes. Fuentes del Ayuntamiento de Granada han señalado que el fallecido no había solicitado ni recibido ayuda por parte de los servicios sociales municipales.

Un portavoz del grupo Stop Desahucios, que sólo en Granada tramita más de setenta casos relacionados con desahucios, ha manifestado por su parte que el fallecido tampoco se había puesto en contacto con este colectivo del Movimiento 15-M, que ha previsto movilizaciones para denunciar lo ocurrido.





¿Cuánto costaría un rescate a los desahuciados?


http://www.eldiario.es/escolar/costaria-rescate-desahuciados_6_62353765.html

Que en España haya dinero público suficiente como para rescatar a la banca pero no lo bastante como para salvar a las familias que no pueden pagar su hipoteca es, sencillamente, intolerable. No es de recibo. No es aceptable. Son ya 350.000 desahucios en cuatro años, un número que sigue aumentando casi a la misma velocidad con la que crecen las ayudas al sector financiero. Solo en 2010, fueron 87.145 millones entre ayudas y avales:  1.846 euros por persona, según un reciente informe de la Comisión Nacional de la Competencia (PDF). Ambas cifras siguen subiendo: la de las ayudas y la de los desahucios. ¿Hasta cuándo será sostenible una injusticia tan grande sin que la sociedad estalle? ¿Cuánto nos costaría evitar el que sin duda ya es el problema social más acuciante de España?
Algunos números a vuelapluma: según el informe encargado por el Consejo General del Poder Judicial –de conclusiones apabullantes–, la hipoteca media ejecutada ronda los 230.000 euros. Multiplicada por el número de desahucios estos años –350.000– nos da una cifra: 80.500 millones de euros en hipotecas ejecutadas. Es una cantidad muy cercana a la del rescate a la banca pero, en este caso, no haría falta una millonada así. Bastaría con una fracción. Teniendo en cuenta que la hipoteca media  española dura 24 años y que para evitar la mayoría de los desahucios sobraría con una moratoria media de dos años, con una doceava parte de esa cifra, habría dinero suficiente para paliar el problema. Hablamos, grosso modo, de 6.708 millones desde que empezó la crisis: unos 1.677 millones de euros al año: el 0,16% del PIB.
La cifra es solo una aproximación al alza; estoy seguro de que los técnicos del Gobierno tienen números mucho más exactos y que probablemente se pueda arreglar con menos dinero: no todos los desahucios son de primeras viviendas o dejan a una familia en la calle.
A pesar del déficit y las dificultades económicas españolas, hay dinero suficiente como para afrontar un rescate a los desahuciados. Solo falta la voluntad política para ello. Algo más de valentía de la que ha demostrado el CGPJ despreciando ese mismo informe que había permitido soñar a tantos ciudadanos con una Justicia digna de su propio nombre.


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jueves, 25 de octubre de 2012

La batalla por la democracia


http://larevueltadelasneuronas.com/2012/10/24/la-batalla-por-la-democracia/



“En efecto, amamos el arte y la belleza sin desmedirnos, y cultivamos
el saber sin ablandarnos. La riqueza representa para nosotros la oportunidad de realizar algo, y no un motivo para hablar con soberbia; y en cuanto a
la pobreza, para nadie constituye una vergüenza el reconocerla, sino el no
esforzarse por evitarla” 

 Pericles, Discurso Fúnebre VI. Tucídides

Lo que estamos viviendo estos días en las calles, al igual que venimos observando desde un tiempo atrás y que sin duda aumentará, es la propia definición de la democracia; la base de toda política. La equiparación oficial de la democracia con la extensión planetaria del libre mercado, esconde tras la idea del consenso la negación de la política como tal. No son los políticos entendidos como categoría ajena al mundo de lo real quienes describen el significado de la política. Al contrario, la política es la manera en que se reordenan las partes en conflicto, las funciones y las decisiones que reparten la influencia de las sensibilidades en cuestión.

El demos, el populus, la multitud, nacen vírgenes en cada tiempo histórico pero siempre compartiendo el mismo sentido que le otorga el conflicto. El disenso, muchas veces mal llamado desafección, es la característica principal de la política, donde las partes entran en conflicto por la configuración de un mundo común, que es la causa misma del efecto que expresa su existencia. La democracia no tiene medida y excede los límites jurídicos, no tiene nada que ver su identificación con un tipo concreto de forma de gobierno, que si bien se proclama como vencedor de conflictos pasados, se revela finalmente como una ficción. El triunfo del consenso lo es, sobre unos términos muy concretos y en base a una distribución específica de las partes y de su capacidad de decisión sobre la cosa pública.

Aristóteles decía sin intención peyorativa, sino como mera descripción, que los esclavos lo eran porque estaban desposeídos de las características que los hacían humanos, dignos de la vida en común. Estas cualidades no eran otras que deliberar, decidir, elegir y prever. Pero el mismo Aristóteles afirmaba que cuando los esclavos ejercieran “ocupaciones libres”, se les tratara con más dignidad. Es decir, el baremo que mide su humanidad no es otro que político, que hace alusión a la condición que posibilita el grado de inclusión en las decisiones del mundo común, en poder hacer política.

El gobierno basado en una soberanía popular, que cuando la traslada al campo de la representación parlamentaria finaliza su capacidad de decidir, encuentra sus propios límites, en el momento que no es capaz de satisfacer las demandas para las que supuestamente está pensado. Cuando las decisiones que se toman vienen dadas por organismos y agentes muy poco democráticos como los parqués bursátiles, la brecha entre legalidad constituida y legitimidad constituyente se abre. La cesión propia de Hobbes, que cambia la libertad por la protección del soberano, es la deriva que encuentra en el miedo, la única forma de gobernar a una multitud que pone de relieve el precario equilibrio de lo político. Con su ejercicio desobediente, la multitud explica como la democracia no es un modelo petrificado, al contrario, la razón de su existencia reside precisamente en cuestionar los límites de un consenso dado.

Pero el miedo excesivo como indica recientemente el filósofo Sánchez Estop, resultó útil en los años 30, cuando se encontró en el autoritarismo la mejor vía para disciplinar a una fuerza de trabajo, que para producir usaba las manos en la fábrica, el taller y el campo. Hoy sería totalmente improductivo imponer ese tipo de medidas sobre una fuerza de trabajo que usa las manos, pero también la mente, en una sociedad donde el conocimiento se convierte en un recurso imprescindible. Cuando el valor ya no se sostiene sólo sobre “las cosas” en palabras de Locke, sino también en las ideas que éstas llevan asociadas, una opción militarista hundiría las capacidades productivas del proletariado postmoderno.

El poder es ante todo una relación que más que tenerse debe mantenerse, y se articula a distintos niveles. El poder tiene que ver con la relación mantenida entre actos y palabras que dan forma a una realidad. Una realidad que permite a quien desarrolla la acción aparecer en público y transmitir un discurso, algo que las tiranías siempre han querido omitir prohibiendo que las personas actúen y hablen juntos. El arte de la acción política reside precisamente en romper con lo establecido y cotidiano para dar paso a lo extraordinario que da lugar a la grandeza, como lo entendía Pericles hablando de Atenas.

En la sucursal financiera en España, a nuestra especial lumpen-oligarquía como la llama el politólogo Iñigo Errejón, no le queda otra que dar la batalla por nombrar a la democracia para sostener el poder. Aunque tenga como objetivo desarrollar políticas totalmente alejadas de la acción y el pensamiento democrático, o precisamente por ello, busca asegurarse el monopolio de su definición. El gobierno en defensa de las élites, necesita combinar control policial con la apariencia de un paisaje democrático, logrando convencer por cualquier medio que sus actos se sostienen sobre y en beneficio del interés colectivo. Pero dejando claro en la calle el mensaje de que no hay alternativa a la austeridad y el camino al neoesclavismo. Convertir hoy en privilegio lo que ayer era objeto de desprecio, ya que como decía un tertuliano en televisión: “Mejor un mini-job que un no-job”.

En este sentido, pretenden hacer pasar por legítimo lo que ya de por sí tiene una dudosa legalidad, porque como afirma el director de la policía, Ignacio Cosidó, el 25-S los antidisturbios “defendieron la democracia” con sus cargas. Es algo parecido a cuando un maltratador asegura que a él le duele más que a nadie. Pero estas actuaciones y la constante batería de amenazas que Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes lanzan contra los manifestantes, forman parte de una derecha exenta de toda cultura democrática que trata a la ciudadanía crítica como enemigos. Por su parte el movimiento necesita seguir en la senda de la desobediencia, al tiempo que construye significados y relatos que amplifiquen su capacidad publicitaria. Es decir, lograr ser visto y oído por el mayor número de personas y enraizar a todos los niveles sociales y políticos posibles, generando cultura, liberando economía de la empresa poniéndola al servicio del movimiento. Construyendo poder constituyente, democracia.


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