jueves, 31 de enero de 2013

¿Los uniformes siempre sientan bien?




http://trabajosinfuturo.blogspot.com.es/2009/04/los-uniformes-siempre-sientan-bien.html

Mi madre siempre me decía (bueno y me lo sigue diciendo que mi madre es muy suya...): Vé siempre arreglada; que a la gente según la ven, así la tratan.

¡Que sabias palabras! Con lo que mi madre no contaba es que la mitad del tiempo yo iba a llevar puesto un horrible uniforme. Y no digo "horrible" porque no me guste llevar uniformes, no. (Estuve yendo al instituto con uniforme hasta el final a pesar de que no era obligatorio desde 2º de BUP. Sí, ya lo sé, soy rara). Es que el que diseña los uniformes o es ciego como un topo o un cabronazo de tomo y lomo. ¡Que diseños... que colores ... que combinaciones ...!

Están hechos para decir: -¡Miradme, miradme, soy un empleado, no tengo dignidad ya que me pongo este horror día tras día. Pueden humillarme y tratarme de cualquier forma ... más humillante que vestir así...!

Parece una tontería pero el uniforme dice mucho de tí, del trabajo que desempeñas y de la categoría que tienes.

Por ejemplo: si llevas un uniforme horroroso de colores chillones, que no importa el tipo o la talla que uses, a nadie le queda bien; entonces eres un empleado de lo más bajo: Te pueden gritar hasta desgañitarse, los insultos van en el lote.

Si llevas un uniforme horrible también pero es distinto a todos los demás, te distinguirá como alguien superior: Te toman más en serio que a los anteriores, el tono se modera y muy dificilmente te insultarán. Pero aún eres un empleado. Pero si llevas traje ya eres una personalidad. Los clientes hablan contigo como un igual o incluso como si fueras una especie de madre: - Es que la cajera me ha dicho... y claro yo he tenido que contestar ... ríñala, ríñala.

Al margen de los uniformes hay trabajos que ya de por sí te otorgan una dignidad. En pocos meses pasé de trabajar de cajera de supermercado a auxiliar de biblioteca. El trabajo era el mismo: pedía la tarjeta-cliente/tarjeta de socio y la pasaba por el escaner, cogía un objeto/libro y lo escaneaba y por último entregaba el ticket/hoja con fecha de devolución.

Pero oye, pasé de ser "la chica" a "la señora bibliotecaria".

¿Por qué hay trabajos que nos inspiran tanta confianza y otros tan poca? Os contaré un secreto: la mayoría de las cajeras que conozco son licenciadas y también he conocido bibliotecarias que no pasaban del bachiller. Pero el lugar donde trabajan marcará la forma en que son tratadas por la gente, independientemente de su profesionalidad, su amabilidad, su cultura o su trato con los demás.

Entiendo que mi madre tiene razón en sus recomendaciones, pero yo sigo soñado con un mundo en que la gente te trate según trabajes y no por lo que te obligen a llevar puesto.


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miércoles, 30 de enero de 2013

Más crisis, más vulnerables y más fragmentados


http://www.eldiario.es/agendapublica/crisis-vulnerables-fragmentados_6_95250476.html

La gran recesión se traduce en dualización social y en el mayor incremento de las desigualdades sociales de la historia reciente

Durante 2012 el mercado laboral español perdió 850.000 empleos y generó otros 374.000 expedientados por regulación de empleo. La tasa española de paro se eleva al 26%, el desempleo juvenil es del 55% y unos 150.000 jóvenes entre 25-29 años emigraron al exterior, iniciando la diáspora española de capital humano cualificado que no se detendrá ni con brotes verdes.

En clave interna, estamos acostumbrados a leer la escalada del paro cada trimestre pero apenas sabemos qué nos ha pasado como conjunto, como estructura social, entre los tiempos de bonanza (hasta 2007) y la hecatombe del primer impacto de la crisis en 2009 hasta hoy mismo. Estamos acostumbrados a leer la realidad a partir de fotos-fijas, acumulando un frenesí de malas noticias que apenas dan tiempo para examinar el resultado conjunto y su dinámica.

El debate público y mediático apenas cuenta con la perspectiva longitudinal que nos amplía el foco de visión y conocimiento. Por ejemplo, la economista Elena Bárcena descubrió que un 44% de los hogares españoles fue pobre en algún momento entre 1994-2001, cuando la tasa estática o foto-fija de la pobreza medida en un sólo año era del 20%. La pobreza dinámica era el doble que la pobreza estática. Una realidad que no destacaron en su momento los medios de comunicación ni fue objeto de debate alguno.

Entre 2003-2009, entre esos siete años de éxtasis, depresión y ruptura del España va bien ¿qué trayectorias de clase, de renta, de ascenso o de descenso social han vivido los ciudadanos? Nuestro reciente libro Crisi, trajectóries socials i educació, elaborado con Antoni Marín, aporta resultados que nos permiten conocer mejor la dinámica de la estructura social en dicho período. Hemos estudiado una muestra longitudinal de 1.300 adultos de 25 a 64 años a partir de la única encuesta-panel existente en España, el PaD de la Fundación Jaume Bofill. El PaD encuesta cada año a 2.000 hogares catalanes desde 2002 hasta hoy, acumulando una enorme información que permite el análisis longitudinal de trayectorias vitales, familiares y laborales. Retrata la sociedad fluida.

Los datos llegan hasta 2009, pero nos permiten capturar el mayor impacto de la crisis. El gráfico visualiza la evolución histórica de creación y destrucción de empleo en Cataluña entre 1978-2012. Nunca antes, ni en la dura crisis fordista de finales de los años 70-mediados 80, ni en la poscrisis 92-94, se había destruido en un sólo año hasta el 8,7% de todo el stock ocupado. Fue en 2009, el año que marca el primer abismo, cuando Zapatero negaba su trascendencia como gran recesión hasta que en mayo de 2010 dio un giro político radical, forzado desde arriba, y aún inexplicado.  


Gráfico 1. Variación interanual de los ocupados (en %) en Cataluña (1978-2012)




Fuente: Martínez-Celorrio, X. y Marín, A. (2012) Crisi, trajectòries socials i vulnerabilitat. Fundació Jaume Bofill.

Los cinco años de crisis que estamos sufriendo (2008-2012) suponen el shock más traumático de los últimos treinta años. Hasta 2012, la crisis lleva destruido el 18,8% del total de empleo previo a la crisis, casi anulando todo el empleo creado por la burbuja del ladrillo y retrotrayendo a Cataluña a los niveles del 2003, justo cuando empezó la burbuja. La dinámica de España es muy paralela, habiendo destruido el 17,3% del empleo existente en 2007 y regresando también al horizonte de empleo de 2003. Década perdida y crisis en forma de W con doble recesión y recortes en el sector público que continuarán en este 2013, prolongando la devaluación del bienestar.  

En cierto modo, este retroceso pone en evidencia los pies de barro del modelo de crecimiento basado en el ladrillo y el compadreo. Nuestros resultados, en el contexto catalán pero trasladable al conjunto español, capturan el impacto negativo de dicho modelo productivo e institucional en la estructura social y en las condiciones de vida:        

Desclasamiento: hasta 2009, el 19% se ha desclasado hacia posiciones de clase más bajas a las ocupadas en 2003 (incluido el paro), el 67% consigue mantener su posición y un 14% conoce el ascenso de clase, siendo sobre todo jóvenes menores de 35 años. Hemos identificado hasta 10 trayectorias desiguales de enclasamiento y 7 trayectorias de desclasamiento, sobre todo protagonizadas por la clase de cuadros y técnicos (42% de descenso de clase), obreros de la construcción (36%), obreros industriales (29%) y pequeña burguesía propietaria (28%). El desclasamiento es obrero y es clase media.   

Empobrecimiento y descenso de renta: hasta 2009, el 38% se ha empobrecido descendiendo del quintil de renta respecto al 2003. No significa que todos ellos sean pobres sino que han perdido entre el 27% y el 46% de la media de renta que el hogar tenía en 2003, descendiendo a quintiles más bajos. Por ejemplo, el 47% del quintil medio central (media de 31.000 € netos) se ha empobrecido descendiendo, sobre todo, al quintil medio bajo (con una media de 21.000 € netos). Mientras, el 33% del quintil medio bajo ha descendido al quintil inferior (media de 11.000 € netos). Los saltos descendentes entre quintiles de renta de los hogares alcanza al 38% de encuestados.

Descenso vulnerable más femenino que masculino: el indicador de vulnerabilidad social que hemos construido captura la pérdida regresiva de nivel de renta, empleo y posición de clase. El descenso vulnerable alcanza al 40% de las mujeres y al 31% de los hombres. Ser mujer duplica el riesgo de caer en la vulnerabilidad, tener más de 49 años incrementa el riesgo un 46% y no tener completado un nivel de educación terciaria, aumenta el riesgo vulnerable un mínimo del 29%. Es destacable que el origen familiar de clase no interviene en el riesgo vulnerable, siendo éste más sexista, edista y credencialista que no clasista.  

Educación terciaria como nuevo umbral de garantía: los niveles de la educación secundaria (ESO, FP media y Bachillerato) no son suficientes como umbrales que garanticen protección ante el riesgo vulnerable. La crisis eleva hasta los niveles terciarios (FP superior y grados universitarios) un nuevo umbral segregador sobre el resto. Contar con FP superior reduce un 29% el riesgo vulnerable mientras los grados universitarios en ciencias e ingenierías, lo reducen un 75%. El 53% de los nacidos entre 1975-84 ya contaba con niveles terciarios, siendo ya el nivel más masivo y decisivo.   

Educación permanente sólo para los más formados: el 60% de toda la formación permanente (ocupacional, de empresa y otras no-regladas) realizada entre 2005-2009 está acaparada por personas con niveles terciarios. El sistema lifelong learning no funciona con equidad ni como segunda oportunidad para los menos formados. Todo un desafío para decisores públicos, empresarios y sindicatos  que sigue sin resolverse.

Aumentan las desigualdades sociales: entre 2005-2010 la desigualdad 80/20 en España aumenta un 25% y en Cataluña, un 23%. En España el 20% poblacional con más renta acumula casi 7 veces más ingresos que el quintil más pobre. En 2005 era 5,5 veces más. Con la crisis, Cataluña abandona la media europea de desigualdad 80/20 (4,75), sigue la inercia de aumento española y pasa a ser más desigualitaria que Italia o Gran Bretaña, hecho inédito para Cataluña antes de la crisis.


Gráfico 2. Evolución de la desigualdad de renta 80/20 (2005-20010)



Fuente: Martínez-Celorrio, X. y Marín, A. (2012) Crisi, trajectòries socials i vulnerabilitat. Fundació Jaume Bofill.


No obstante, Cataluña es un 38% menos clasista que Italia y un 12% menos que Gran Bretaña: es decir, los orígenes familiares de clase intervienen menos en los destinos y posiciones de clase de los hijos en Cataluña que en esos dos países. Dicho de otra manera, la pauta estructural de la desigualdad es más abierta, fluida y circulatoria. Los orígenes marcan o limitan menos en Cataluña pero un 14% aún menos lo hacen en Holanda. Es un hallazgo relevante para medir el grado de clasismo/cierre o fluidez/apertura de la estructura de clases. Este modelo de fluidez social catalana es el que peligra por un bucle formado por la asfixia del modelo de financiación autonómica, la deuda acumulada y los recortes de servicios públicos. De ahí, el auge del soberanismo catalán que ha pillado desprevenida a la sociedad española. 

¿Un 43% vulnerable en 2012?: entre 2010-12, el paro en Cataluña ha crecido 7 puntos respecto al 2009. Una primera estimación sumando ese diferencial haría llegar la tasa de vulnerabilidad social hasta el 43% de la sociedad catalana. Ya no podemos hablar de grupos vulnerables fragmentados o de una exclusión social divisible del resto sino que toda la sociedad es vulnerable, afectando al cuerpo central y no sólo a los típicos colectivos extremos. Bienestar devaluado con mayor riesgo vulnerable para casi todos.

Son dinámicas alarmantes y empeorables que no compadecen a Ángela Merkel, que nos recuerda desde Davos cómo aún faltan hasta cuatro años para que la austeridad dé sus frutos. La salida de la crisis se aventura lejana y el escenario pos-crisis nos puede situar en el 2017 con el nivel del PIB del 2007 y con el nivel de empleo del 2003. Una gran recesión traducida en más de una década perdida y una dualización social sellada con el mayor incremento de las desigualdades sociales de la historia reciente. Entre tanto, cunde la indignación y las protestas pero no se sustancia aún una alianza y una alternativa transformadora por parte la izquierda social, el cognitariado y los sectores críticos y creativos del país. Más crisis, más vulnerables y más desorganizados.



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martes, 29 de enero de 2013

La helenización








http://blogs.publico.es/davidtorres/2013/01/23/la-helenizacion/

Hace unos días la delegada del gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, se mostró muy preocupada por lo que ella interpretaba como síntomas de la progresiva helenización de la sociedad española. Habría que ver que entiende la señora Cifuentes por helenización, si la fea costumbre de arrojar cascotes y quemar contenedores por la calle, o la afición a quedarse en casa por las tardes oyendo a Elena Francis. Sea lo que sea, parece que la delegada olvida que Grecia, en su mejor momento, inventó la filosofía mientras que España, en su mejor momento, inventó los toros.
Los helenos han deconstruido el Paternón piedra a piedra para lanzárselo a la cara a las fuerzas del orden. Grecia ha puesto al día su estatuto turístico: ya que la gente viaja para ver ruinas, mejor actualizarlas. La moda del pedrusco volador afecta de momento a toda el área mediterránea. Un amigo que vive en Lisboa me contó que asistió a una de las cargas que la policía portuguesa lanzó contra los manifestantes después de aguantar tres horas a pie firme una lluvia de adoquines desempedrados diligentemente por una multitud rabiosa. Le repliqué que en Madrid la poli no tiene tanta paciencia y que, si faltan piedras, las tiran ellos, igual que la claque en las obras de teatro.
Los tres, en efecto, son países mediterráneos pero lo que en Grecia es tragedia, en España se viste de sainete y en Portugal se resuelve en fado. Concretamente, los españoles somos mucho de gritar y de te voy a meter dos hostias, pero a la hora de la verdad, como contaba Cervantes, nos la envainamos y preferimos irnos de cañas. Somos un pueblo de sangre caliente que se enfría a la media hora, un pueblo de achuchones y repentes que lo mismo te monta un dos de mayo que aguanta cuatro décadas la bota de un general enano.
Personalmente, dudo mucho de esos profetas que auguran un apocalipsis con gasolina en cuanto el caso Bárcenas quede reducido a un cursillo de esquí con cinturazos (que, al paso que va, es lo más probable). Al pueblo español la política se la trae al fresco, únicamente ejerce de pueblo los domingos y sería capaz de echarse al monte sólo si le tocan lo más sagrado. ¿La misa? Qué va: el fútbol. Por eso mismo la Generalitat ha empezado el rescate del país por su parte más delicada, esto es, el Valencia C. F. Lo cual demuestra que nuestros próceres pueden ser muchas cosas, y de hecho, lo son, pero no tontos. Ya pueden cerrar hospitales y alfombrarse las calles de paracaidistas desahuciados que, como su equipo baje a segunda, en Valencia se monta la guerra de Troya.

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lunes, 28 de enero de 2013

Por qué no deberíamos de trabajar más de 6 horas


http://pijamasurf.com/2013/01/por-que-no-deberiamos-de-trabjar-mas-de-seis-horas/


“No aceptes lo habitual como cosa natural.  Porque en tiempos de desorden, de confusión organizada, de humanidad deshumanizada, nada debe parecer natural. Nada debe parecer imposible de cambiar.”
Bertolt Brecht

“La resignación es un suicidio cotidiano.”
Pindaro

Aquellos de nosotros que acaso podemos considerarnos afortunados de tener acceso a un empleo dentro del contexto salvajemente competitivo, opresivo y desigual que nos impone el mercado, inmersos como estamos en medio de la vorágine social, los medios de comunicación alienantes y las urgencias de cada día, podemos olvidarnos con facilidad de nuestro lugar en la sociedad, no sólo como empleados y consumidores, sino como actores sociales productores de cambio y de progreso individual y colectivo, como auténticos co-creadores de nuestra realidad actual.
Parece que vivimos en una sociedad en donde impera el individualismo, la mezquindad, e incluso más gravemente, la adherencia pasiva, ingenua o inconsciente de la mayoría de los sujetos a la reproducción de una estructura social que, suponen, los excede, y que rara vez es evaluada de manera crítica. Una de los factores que contribuyen a esto es sin duda la absorción que implican las jornadas laborales actuales. Si se trabaja la mayor parte del día existe poco tiempo para pensar, poco tiempo para forjar un pensamiento crítico y para participar de manera transformadora y creativa en la construcción de nuestra sociedad. No parece haber tiempo más que para seguir alimentando este modo de funcionamiento del sistema. Pero este sistema está en crisis. No sólo a nivel económico, sino más profundamente, a nivel cultural. Y toda crisis demanda una transformación. Es momento de que todas las personas puedan enriquecer sus vidas y espíritus en vez de ser devoradas por la cotidianeidad del trabajo en donde las auténticas subjetividades están tan desvalorizadas.


En la mayoría de los países de Occidente se permite al empleador imponer jornadas laborales alienantes de no menos de 8 horas diarias o 48 horas semanales. ¿Puede una sociedad que aspire a una calidad de vida realmente saludable y plena de sus ciudadanos ser compatible con este contexto legal que suprime el derecho de todo ser humano pleno a volcar su actividad no solo en su vida laboral, sino también en su participación democrática y en su ámbito personal? Si con algo es coherente este actual contexto legal es con un modelo económico que contempla al ser humano como un mero engranaje de un sistema productivo, cuyo tiempo debe estar subordinado casi exclusivamente al trabajo y el consumo, beneficiando a quienes se encuentran en la pirámide del mercado.

Como señala el filosofo contemporáneo Antonio Fornés “Actualmente trabajamos más horas que un esclavo romano, pero creemos que vivimos en una sociedad superlibre… No tenemos tiempo de ver a los amigos, de reflexionar en voz alta con ellos, ni de estar con nuestros hijos, estar de verdad. Hay que madrugar, no tenemos tiempo de hacer el amor con la persona que hemos elegido: la pasión se marchita. Lunes, martes, miércoles, jueves…. La rutina engulle nuestra vida a cambio de algún capricho, otro jersey negro que luciremos en la oficina, un mes de vacaciones, un coche nuevo para el atasco del domingo. Siento amargarte el desayuno, pero ¿eso es vivir?…  ¿Abdicar de la vida para que tus hijos abdiquen el día de mañana de la suya? Mi gato vive mejor.”  


Pero una cultura que ponga el valor de la vida por encima de los valores del mercado y la realización colectiva por encima de la competencia, debe contemplar al ser humano no sólo como trabajador y consumidor, sino también como individuo civil, como persona afectiva y como sujeto de realización personal e integración cultural, equilibrando su tiempo en tres instancias sociales imprescindibles: la personal, la civil y la productiva.

Como la historia ha demostrado, cada conquista de nuevos derechos laborales nos ha alejado poco a poco de los tiempos de la esclavitud declarada y ha dado lugar a sociedades relativamente menos injustas. Por ello, uno de los principales espacios sociales en donde pueden reflejarse y concretizarse los valores de una nueva cultura es el del derecho laboral. Debemos concientizarnos de la necesidad de reivindicar y defender nuestro derecho a la libertad humana frente a la jornada laboral, como una de las formas más claras de esclavización cotidiana. Reducir la jornada laboral de 8 a 6 horas diarias (o 30 horas semanales) sin aplicar reducción salarial, es una propuesta realista y concretable que significaría un progreso social y cultural de no menores proporciones, repercutiendo en la calidad de vida de todo el pueblo. Es claro que esta propuesta, en principio, no reduciría la injusta distribución del ingreso imperante en nuestra sociedad capitalista (que debería constituir una preocupación paralela), pero sí sería un modo concreto de apropiarse a gran escala de la riqueza productiva –hablamos de reducir la jornada sin aplicar reducciones salariales-, ya que se traduciría en un incremento del valor hora para todos los trabajadores. 

En algunos países de Latinoamérica como Venezuela, Uruguay y Argentina, afortunadamente, se han comenzado a debatir proyectos de ley que podría hacer realizable esta idea:
El senador argentino Osvaldo López, autor de un proyecto de ley que defiende la reducción de la jornada laboral a 6 horas como un derecho que debe ser garantizado independientemente de las condiciones salariales, plantea que: “Esto se puede lograr sin aplicar reducción salarial, manteniéndose los niveles vigentes a través del incremento proporcional del valor hora. El derecho a una retribución justa es una conquista social que debe ser garantizada por separado, no pudiéndose negociar por la jornada de modo que alguien deba trabajar demasiadas horas o tener más de un empleo para que el salario le alcance.”
En su misma línea, Mario Woronowski, psicólogo y sociólogo argentino, e integrante del Foro de Políticas Públicas de Salud del Espacio Carta Abierta, considera que la reducción de la jornada responde a una necesidad social dentro de un contexto mundial que cataloga como “una crisis civilizatoria, y no solo del sistema financiero.”. Woronowski señaló que “para muchos sectores y personas, ideas como estas son utópicas”, y a su vez abogó por “no asustarse de las utopías, sino  asustarse de la falta de ellas”.
Por nuestra parte, hemos elaborado 9 fundamentos principales que consideramos que justifican esta necesaria y urgente transformación social:

1. REDUCCIÓN DEL DESEMPLEO:
La posibilidad de estructurar dos turnos laborales, permitiría la incorporación de mayor personal con el beneficio de reducir del desempleo. Como señaló el senador Osvaldo López, las leyes de reducción de la jornada laboral pueden funcionar como “una herramienta para crear mayor cantidad de puestos de trabajo con la liberación de horas por parte de quienes pueden estar hoy sobre ocupados”.
2. VIDA FAMILIAR Y AFECTIVA:
La reducción de la jornada laboral a 6 horas favorecería la cohesión familiar, respetando el derecho del niño a crecer en un ambiente familiar con una mayor presencia de los padres en el hogar, y permitiendo a los padres participar activamente del crecimiento de sus hijos.
Y en términos más generales, la reducción de la jornada laboral nos permitiría a todos equilibrar nuestra vida laboral con la afectiva, los vínculos que hacen a nuestra vida verdaderamente significativa: pareja, familia, amigos.


3. AVANCES TECNOLÓGICOS:
Con la utilización de nuevas tecnologías (automatización industrial, telefonía celular, digitalización, fax, Internet, e-mail, etc.) las tareas en la mayoría de los ámbitos laborales se han simplificado enormemente, significando una considerable reducción de tiempo y esfuerzo para realizar tareas antes más largas y más costosas. La reducción de la jornada laboral debería ser, a todas luces, uno de los resultados lógicos y evidentes del avance en el desarrollo tecnológico del ser humano. Sin embargo, esto no ha sido así. Volviendo a citar al filósofo español Antonio Fornés: “La Revolución Industrial prometió que las máquinas irían reemplazando a los hombres y, por consiguiente, no tendríamos que trabajar para vivir. Tres siglos después, las máquinas han sustituido a los hombres en prácticamente todos los trabajos manuales, pero, sin embargo, no sólo los hombres siguen trabajando como entonces sino que: ¡Las mujeres también han tenido que ponerse a trabajar! ¿No te parece curioso que se mantenga el mismo número de horas que en 1926? ¿Puedes creer que las increíbles máquinas y la bendita Ciencia no hayan liberado -¡ni si quiera un poquito!- en 100 años de esa esclavitud, que es el trabajo, al hombre? ¿Cómo puede ser que los bosquimanos trabajen la mitad que nosotros si viven en la prehistoria?”
Está claro que los avances de la tecnología hicieron que suba la productividad de un trabajador, ¿pero quién se quedó con la diferencia de este progreso? El empleador, por supuesto. El resultado fue concentración de la riqueza y desocupación. ¿Por qué no se reparte el beneficio obtenido por los avances de la tecnología? ¿Por qué en lugar de echar trabajadores y mantener la misma cantidad de horas, no se mantuvo la cantidad de trabajadores y se redujo la cantidad de horas?
4. ESTUDIOS Y CAPACITACIÓN:
Todo aquel que trabaje 8 o más horas diarias y asuma el desafío de estudiar alguna carrera o curso se dará cuenta rápidamente que el tiempo no-laboral del que dispone para eso y para el resto de sus actividades vitales suele ser realmente insuficiente o incluso ridículo en relación a las exigencias académicas, forzándolo a abandonar sus estudios o a hacer sacrificios que no todos pueden asumir para poder continuar. En muchos casos, los horarios de estudio simplemente son incompatibles con la disponibilidad horaria laboral.
Por otro lado, de forma creciente las tareas laborales son de índole intelectual en contacto con nuevas y sofisticadas tecnologías. Esto trae aparejado una necesidad de mayor capacitación (cursos, seminarios, etc.) que normalmente se suman al horario laboral. La lógica competitiva del mercado laboral actual no permite detenerse siquiera a aquellos que ya cuentan con un título, ya que los tiempos actuales exigen títulos y especializaciones más allá del nivel universitario o terciario.
En definitiva, la tensión entre la necesidad de capacitación constante con riesgos de quedar desactualizado o fuera del sistema laboral, y a su vez la necesidad de un sustento económico (horas de trabajo quitadas a la capacitación), traen aparejado un sujeto subyugado a serios riesgos biológicos (enfermedades nerviosas, stress, etc.) de la vida actual. La reducción del horario laboral facilitaría la realización de una integración coherente entre formación y empleo.


5. SALUD:
La reducción de tiempo laboral favorece la intensidad de trabajo, reduciendo espacios de ocio laboral que pueden generar una carga negativa en el ambiente: necesidad de mostrarse constantemente ocupado, stress de no tener actividades para realizar, tiempos muertos, etc.
Sumado a esto, trabajar 8 horas o más restringe enormemente el tiempo que un ciudadano puede dedicar a actividades necesarias para la salud física y psicológica: deportivas, de esparcimiento, meditación, etc.
6. INCREMENTO DE LA PRODUCTIVIDAD:
En el año 2007, el Euroíndice IESE-ADECCO (EIL), al  analizar el mercado laboral de siete países europeos, arrojó un resultado extraordinario: los países europeos con jornadas medias más cortas (Holanda, Alemania y Bélgica) presentaron mayor productividad por hora trabajada que el resto. Este estudio refutó la tradicional asociación de una jornada laboral más extensa con una mayor productividad, demostrando que “existe una relación negativa entre ambos conceptos y, al trabajar más horas, se tiende a disminuir el aprovechamiento que se hace de cada una de ellas”. Así, se destacó que “una mejora en la eficiencia (productividad) puede llevar a reducir la jornada de trabajo sin que se produzca una caída en la producción.”
7. RECURSOS ENERGÉTICOS E IMPACTO AMBIENTAL:
En los numerosos entornos laborales en donde no sea necesario incorporar dos turnos, la reducción laboral no solo intensificaría los momentos de trabajo, sino que maximizaría los recursos energéticos, disminuyendo significativamente el impacto ambiental.
8. HACINAMIENTO:
La posibilidad de emplear dos turnos, podría resolver núcleos de hacinamiento laboral físico, además de abrir a nuevas posibilidades de capacitación. Significaría, por otro lado, la posibilidad de un uso más inteligente y eficiente del transporte público y privado en las zonas en donde se concentra la mayor actividad, favoreciendo enormemente la desconcentración poblacional, evitando la saturación del flujo de transporte en micros, trenes, avenidas y autopistas en las llamadas “horas pico”, acelerando y simplificando la movilidad de los ciudadanos, y disminuyendo a la vez el impacto ambiental del transporte privado.
9. INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO CREATIVO:
La investigación científica y académica, que podría significar una mejoría sustancial no solo a nivel laboral sino también de país, excepto en los excepcionales casos en que esté financiada, queda normalmente relegada por la absorción laboral.  Las actividades culturales artísticas y creativas en general quedan, por su parte, también restringidas por las limitaciones que impone el tiempo laboral. Podríamos preguntarnos, junto con el reconocido lingüista y analista político internacional Noam Chomsky: “¿Queremos tener una sociedad de individuos libres y creativos e independientes, capaces de apreciar y aprender de los logros culturales del pasado y contribuir a ellos..? ¿Queremos eso o queremos gente que aumente el PIB? No es necesariamente lo mismo.”
Por estas razones, creemos, que es necesario convertir este tema en una preocupación social y en una bandera colectiva, en un reclamo que todos debemos exigir a nuestros representantes políticos. Quizás ha llegado el momento de comenzar a pensar en una nueva cultura y orientarnos social y políticamente hacia ella. Una cultura en donde se ponga el derecho de todos a una vida plena por encima del derecho de unos pocos a la sistemática explotación laboral. Una cultura en donde se trabaje para vivir, y no se viva para trabajar.
La reducción de la jornada laboral a 6 horas sería una excelente forma de empezar.

Sigue el grupo de Facebook: Por una jornada laboral de 6 horas




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domingo, 27 de enero de 2013

Un país de emprendedores




http://www.eldiario.es/zonacritica/paro_emprendedores_ministra_empleo_fatima_banez_6_93850643.html

Se lo voy a decir con palabras prestadas de la ministra de Empleo, que habla poco (ayer enmudeció con la EPA), pero cuando abre la boca es pura poesía: “Los emprendedores son la clave de la salida de la crisis, ellos tienen la llave de la recuperación (…) Ellos personifican la energía, el empuje, la creatividad, la ilusión y sobre todo la confianza de hoy y de mañana (…) En ellos está el alma y el talento de nuestro presente y nuestro futuro.”
Con menos poesía, venía a decir lo mismo ayer el presidente de la federación de autónomos ATA, Lorenzo Amor: “En los próximos meses va a ser más fácil crear tu propio empleo que encontrar un empleo”.
Y ya prosaico del todo, lo explico yo por si todavía no lo entienden: si te has quedado en paro, búscate la vida porque aquí no va a haber trabajo para nadie en mucho tiempo. Y si todavía estás asalariado, coge tu última nómina y enmárcala, porque pronto será una pieza de museo, algo que enseñarás a tus hijos algún día para que se asombren.
El paro no sólo destruye empleo. Además destruye la relación laboral como hasta ahora la conocíamos. Cada vez más empresarios despiden para a continuación seguir contando con los mismos trabajadores, reconvertidos en autónomos, colaboradores, que hacen lo mismo pero cuestan menos y no hacen huelgas ni se ponen malos. Y las poquísimas ofertas de empleo que se encuentran ya no ofrecen contrato y nómina, sino una relación mercantil: tú te haces autónomo, y te pagan a comisión o por objetivos, a menudo poniendo tú el coche, la furgoneta, el ordenador, el teléfono y lo que haga falta.
En la EPA terrible de ayer algunos veían un pequeño destello de luz: el aumento de los trabajadores autónomos, más de 53.000 en el último año. Crecen los autónomos sin asalariados, y disminuyen los empleadores. Esos 53.000, más los muchos que no se dan de alta en la Seguridad Social, son los nuevos emprendedores que, como dicen los cursis del management, han visto “una ventana de oportunidad” en la crisis. Y se han tirado por ella.
Tras años de aguantar la monserga sobre las virtudes del emprendedor, el self-made man, el botones que llega a presidente, quién se ha llevado mi queso y demás patrañas, por fin nos hemos convertido en un país de emprendedores. Pero como en tantas cosas, lo hemos hecho por la puerta de atrás: obligados, a empujones, de malas maneras, porque no nos queda otro remedio. Falsos emprendedores, pues el fondo de la relación laboral sigue siendo el mismo: tú pones la fuerza de trabajo, mientras los medios de producción continúan en las mismas manos.
Algunos, como decía, siguen trabajando para la misma empresa que les despidió, pero ya sin nómina ni derechos, pagándose el seguro de autónomo y quedando a merced de las necesidades productivas de la empresa, y de las tarifas que impongan, porque esa es la otra parte del emprendimiento moderno: la tarifa lentejas, si no la quieres la dejas, que ya habrá otro que la acepte.
Para otros la carrera de emprendedor supone olvidarse de la estabilidad de un solo pagador, de la nómina que aunque escasa te permitía saber con qué contabas para vivir, y pasar a depender de mil pequeños pagadores, tantos como trabajos consigas, pasando de la precariedad laboral a la precariedad autónoma. Vivo rodeado de gente, jóvenes y no tan jóvenes, que cada semana tiene que inventarse el trabajo de la siguiente semana, y no saben qué les deparará el mes próximo, no digamos ya el año que viene. Todos, eso sí, emprendedores pata negra.
En el periodismo conocemos bien esa “ventana de oportunidad”, por la que la mayoría hemos sido defenestrados. Las empresas a golpe de ERE se deshacen de trabajadores asalariados y cubren sus necesidades con colaboradores externos, estajanovistas mal pagados y fáciles de explotar.
Sin embargo, la discreta ministra de Empleo decía hace dos meses que los periodistas hemos sido “los primeros en ver las oportunidades del autoempleo”, y ensalzaba el ejemplo que dábamos a otros emprendedores. Qué graciosa, verdad. Tras más de 8.000 periodistas despedidos, reconvertidos en colaboradores por cuatro perras y compitiendo a dentelladas por conseguir un hueco, viene la ministra y te felicita por ser un visionario.
Así es como nos hemos convertido en un país de emprendedores, para los que el Gobierno anuncia, como uno de sus proyectos estrellas de este año, una Ley de Emprendedores. El primer paso podría ser cambiar el nombre del Ministerio de Báñez, convertirla en ministra de Emprendimiento, o directamente ministra emprendedora. En su negociado cuenta ya con seis millones de emprendedores en potencia.


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sábado, 26 de enero de 2013

El franquismo vuelve: despedidos por desafectos




http://www.huffingtonpost.es/javier-callejo/el-franquismo-vuelvo-desp_b_2503126.html

Desde el dibujo que hizo Freud de nuestro aparato psíquico y sus procesos, éste era fundamentalmente un dispositivo orgánico cuya principal función era reprimir nuestros deseos. Con los años, matizó el argumento e incluyó en lo reprimido al impulso de muerte y, por último, a Tánatos, en continua lucha con Eros. La violencia, las fuerzas sádicas o masoquistas, quedaban censuradas en esa estructura psíquica. Se señalaba lo oscuros que pueden ser nuestros deseos.
Los seguidores del fundador del psicoanálisis con una proyección más colectiva -como Fromm, Marcuse y otros miembros de la Escuela de Frankfurt- explicaron así los procesos autoritarios que vivió principalmente Europa durante buena parte del siglo XX. Desde tales explicaciones, el nacionalsocialismo y el fascismo encontraron una base subjetiva dispuesta a dispararse y se abrió la caja de los truenos. Y lo que es peor, nos avisaron que con el autoritarismo no se acaba con una guerra, puesto que lo portamos junto a nuestra burocrática racionalidad europea.
Las críticas y revisiones de todas estas teorías han sido numerosas. Las segundas llegan hasta los intelectuales de moda de nuestros días, como Žižek. Hay que reconocer su atractivo y su potencial heurístico. Sirven para explicar lo siniestro allí donde lo vemos y lo padecemos.
Tales teorías vienen aquí por razones algo diferentes, aunque igualmente siniestras. Para mostrar que lo reprimido vuelve en cuanto se le da ocasión y, en una parte de la derecha española, el franquismo es lo reprimido, el impulso de muerte contra la sociedad. Es lo que explica esa llamada derecha vergonzante. Se avergüenza de ese fantasma que siente que está ahí, dispuesto a saltarse las censuras. La vergüenza, ese sentimiento tan complejo, es el síntoma.
Otras veces, los síntomas aparecen en los términos utilizados, jamás inocentes. En una palabra como desafección. En el más puro estilo franquista, la "desafección al régimen" (franquista) tenía carácter de delito, con las más trágicas consecuencias para quien soportase la acusación, que, por otro lado, nadie podía quitarse de encima una vez recibida. Hasta la propia acusación era la condena. Pues bien, la palabra ha vuelto. Ha sido utilizada por la dirección de Telemadrid en los burofax en los que anuncia a cada uno de los trabajadores ser víctima del ERE, que ha llevado al paro a más de ochocientas personas.
Despedido por desafección, reza el escrito remitido a trabajadores de la cadena autonómica. Después de veinticinco años de dedicación profesional al ente. Tras superar dos oposiciones, asumir distintas responsabilidades y un esfuerzo en formación por estar al día, resulta que lo importante era el afecto al régimen. Los pocos que han quedado en la empresa pública, que están entre los más enchufados y los que más recientemente han llegado, mostraron su muy intenso afecto desde el primer día. Pusieron el listado de la afección al régimen muy alto. Es más, se siguen superando. Así, han recogido y amontonado en el pasillo los enseres de los despedidos, puesto que a éstos se les prohíbe la entrada para retirarlos. A los desafectos, como antes, ni la entrada, ni la vida. Se les niega todo, que para eso son el enemigo.
Les sale el franquismo por la boca o por la tinta del burofax con suma fluidez. Seguramente con gozo, como el que se experimenta cuando se desatan las pasiones. Y, además, su censura se relajó desde que los propios españoles les dieron las últimas mayorías absolutas en las elecciones. Ya no hay que disimular ni, mucho menos, reprimirse. Que después se llena uno de tics.


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viernes, 25 de enero de 2013

Las demoledoras cifras del paro




http://blogs.publico.es/aqui-no-se-fia/2013/01/25/las-demoledoras-cifras-del-paro/

Por más que algunos dirigentes del PP se empeñen en negar la evidencia, lo cierto es que la Encuesta de Población Activa (EPA) conocida ayer arroja datos demoledores, que ponen en cuestión la utilidad de las políticas del Gobierno para cambiar el rumbo de la economía, entre ellas la reforma laboral.


1.- La destrucción de puestos de trabajo, lamentablemente, no se ha frenado. En el último trimestre de 2012, había en España 16.957.100 personas ocupadas; es decir, 691.800 menos que a finales de 2011. Desde que comenzó la crisis económica, sólo 2009 fue más dramático, pues entonces se perdieron 1.210.900 empleos.

2.- No sólo no se ha frenado la destrucción de puestos de trabajo, sino que la cosa ha ido claramente a peor. Durante el último año de Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se evaporaron un total de 304.000, menos de la mitad que en los doce meses que lleva Mariano Rajoy en el poder.

3.- La evolución del paro ha empeorado también. A lo largo de 2012 pasaron a esa situación 850.400 personas, frente a las 600.700 de 2011. De nuevo hay que remontarse a 2009 para encontrar una cifra más mala.

4.- Si no se ha sobrepasado –al menos oficialmente– el fatídico listón de los seis millones de parados es por el descenso de la población activa. El año pasado desaparecieron de ella 160.800 personas, mayoritariamente inmigrantes que regresaron a sus países de origen ante la falta de expectativas en España.

5.- Esa falta de expectativas se ve corroborada por una circunstancia que la EPA revela: en 2012 sólo encontraron empleo 85.294 parados, apenas un 1,6% de los había al terminar el año anterior.

6.- Además del número ha retrocedido también la calidad de los puestos de trabajo. Aparte de los 691.800 que se perdieron, 140.200 pasaron de tiempo completo a tiempo parcial y, de ellos, más de un 70% están cubiertos ahora por mujeres.

7.- Otro detalle: el volumen de empleados del sector público bajó en 218.900, un 7,5% del total, sin duda debido a los recortes. Mientras tanto, en el sector privado, el descenso fue del 4,5%, lo que desmiente a quienes sostienen que el ajuste laboral no acaba de llegar a la Administración.



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jueves, 24 de enero de 2013

Es importante saber quién te roba


http://www.criandocuervos.com/?p=6094

En ocasiones la gente no tiene muy claro que esta pasando a su alrededor y ya bien sea por ignorancia, miedo o sus propios intereses y culpabiliza de sus problemas, o de algunos problemas inventados, a quienes poco o nada tienen que ver. Pensando un poco más sobre ello y extrayendo los prototipos de cada uno de estos podríamos llegar fácilmente así a la discusión sobre qué es más peligroso: un imbécil o un cínico. Mi opinión es que es mucho mas peligroso un imbécil, ya que al fin y al cabo con un cínico puedes razonar dentro de su propia visión del mundo, mientras que con un imbécil solo puedes alejarte lo máximo posible o darle con un palo grande.

Todo esto viene a algunas perlas que me encuentro entre el movimiento monger nacional rancista, que al leerlas provocan dos tipos de reacciones: te ponen el culo cuadrado o te meas encima de la risa. Al menos hasta ahora ha sido así, pero no descarto que un día cualquiera también me eche a llorar al ver alguna. Veamos un ejemplo muy claro.

Yo, inocente y cándido de mi, al leer el tweet pensé que estaban hablando de la familia Real, donde uno es italiano, la otra griega y el resto gilipollas. De robar parece que saben un rato. Y de vivir sin dar un palo al agua mucho más que esos mitológicos “inmigrantes que vienen a quedarse con nuestras subvenciones y guarderías”. A lo mejor es que soy un poco mal pensando, a lo mejor es que no  tengo una bola de plastilina alojada en el cerebro introducida allí cuando estaba en la guardería y que me impide desarrollar pensamientos y observaciones coherentes con la realidad.  Raro que es uno…

Tenemos un ejemplo muy bueno y reciente en con el asunto de Bárcenas (tesorero y máximo responsable de las finanzas) y el PP. Desde hace dos días se esta desentrañando la corrupción institucionalizada y financiación ilegal en el PP. Un bochorno y una desvergüenza que cualquier persona medio honrada lo primero que haría es darse de baja del partido y pedir la devolución de la papeleta con la que les votaron en las pasadas elecciones. Aun así parece que no queda muy claro que estos tipos con trajes y muy demócratas sean quienes os roben. Al menos no parece que a la mayoría de la gente le quede claro, o bien es que no entienden las consecuencias de esto.


Quienes no quieren tragarse la realidad siguen pensando que el discurso de “No me consta, eso debe ser todo cosa de Bárcenas” es satisfactorio y valido. Al menos para ellos es así ya que son fans de un partido político, en este caso el PP pero con le PSOE sucede exactamente lo mismo, y no ciudadanos. Sera que han renunciado a sus derechos y deberes como ciudadanos de este país en favor de una fe por el líder y la prevalencia del grupo más allá de toda lógica. La cuestión es clara y me parece redundante tener que estas explicándola, pero allá voy: Si así es como se manejan los entresijos del partido, como la mafia de Los Soprano, ya te puedes ir haciendo una idea de cómo se esta manejando el estado, y los medios de comunicación como RTVE, que además les proporciona mayor opacidad e impunidad. Todo esto se les tolera por activa y por pasiva.

El hecho de que en estos momentos no se estén produciendo oleadas de dimisiones o decapitaciones me lleva a la conclusión de que el español estándar no tiene ni idea de quien le roba, solo lo nota cuando hay descuentos en su nomina o falta la cartera en el bolsillo. Yo lo tengo claro: prefiero a Toni Soprano. 
A ver si es que vais a necesitar que Mario Conde os de unas lecciones de honradez, honestidad y cuentas bien llevadas…


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miércoles, 23 de enero de 2013

Los grandes ERE en marcha ponen en bandeja los seis millones de parados




Seis millones de parados. Es la dramática cifra que mañana podría pasar a engrosar la serie histórica de desempleados que recoge la Encuesta de Población Activa (EPA).

En su última oleada, la correspondiente al tercer trimestre de 2012, llegó ya a los 5,77 millones, así que si la destrucción de puestos de trabajo ha superado los 222.000 empleos entre octubre y diciembre, esta marca habrá sido tristemente superada.
Pero, aunque al final la sangre no llegue al río y la estadística consiga cerrar oficialmente 2012 por debajo de este número, será por los pelos. Y, lo que es más preocupante, con la práctica garantía de que en los próximos meses sí que se alcanzará.
Un ejemplo son los grandes procesos de despido actualmente en marcha, muchos ellos rubricados ya en Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) oficiales, que se aplicarán en el arranque de este ejercicio.
Por encima de todos sobresale el caso del sector financiero, que según los sindicatos va a llevar a cabo un ajuste de empleo de 20.000 puestos de trabajo en esta segunda ola de su reestructuración, marcada por las fusiones y los recortes de actividad impuestos por Bruselas en aquellas entidades que han recibido ayuda europea.
En esta situación se encuentra Bankia, que prevé reducir 6.000 puestos de trabajo, de los cuales, 5.000 serán bajas, y otros 1.000 corresponderán a la plantilla que salga del banco por la venta de actividades o por programas de externalización. NCG Banco recortará unos 2.500 empleos, mientras que los ajustes de CatalunyaBanc están a la espera de ver qué pasa con su subasta.
El mundo aéreo también figura como uno de los grandes destructores de empleo este año, ya que junto al ERE de 4.500 empleados presentado por Iberia, están los 1.600 puestos de trabajo que Aena, la dueña de los aeropuertos españoles, acordó recortar con los sindicatos, y que al cierre de diciembre logró unas 1.200 adhesiones voluntarias.
Destrucción en el sector público
Suma y sigue, porque las empresas públicas van a caracterizarse este ejercicio por su capidad para aumentar la bolsa de paro, como demuestran los expedientes ya anunciados en empresas como Paradores, donde finalmente se ha acordado el despido de 350 personas, la mitad de lo previsto, o Ineco, donde el ERE alcanza a 525 empleados.
Pero todo apunta a que estos números irán a más. Por el momento, sobre la mesa están las especulaciones sobre un duro ajuste en Renfe y Adif(el gestor de las infraestructuras ferroviarias), que podría alcanzar a entre 1.000 y 2.000 empleados.
También dentro del sector público, en lo que afecta a RTVE, los sindicatos denunciaron el pasado ejercicio que se estaba preparando un ERE para 1.800 trabajadores, máxima que negó el presidente de la Corporación, Leopoldo González-Echenique, el pasado octubre ante la Comisión Mixta Congreso-Senado, aunque matizando que no preveía llevarlo a cabo "a día de hoy".
El mundo de las televisiones públicas va a ser otro de los graneros de paro en este arranque de año, ya que sólo los ERE en marcha en Telemadrid y Canal 9 superan los 2.000 puestos de trabajo (860 la primera y 1.198 la segunda).
Además, está por ver qué ocurrirá en la catalana TV3, ya que ERC acusó a a finales del pasado ejercicio a su ahora socio de Gobierno, CiU, de tener preparado un plan para reducir 680 empleos, que también afectarían a la radio.
En el terreno industrial, Roca acaba de retirar el ERE que había presentado en las plantas de Alcalá de Henares (Madrid) y Alcalá de Guadaira (Sevilla) y que afectaban a más de 500 personas. Pero, todavía no deben lanzarse las campanas al vuelo, ya que lo ha hecho con la intención de presentar otro nuevo.
Muy recientes son los planes de ajustes anunciados por Vodafone, que prevé recortar hasta 900 puestos de trabajo, el 25% de su plantilla, y Pikolín, que ayer mismo presentó un ajuste para 236 trabajadores.






Y todo esto, sin incluir la reforma de las Administraciones Públicas que ultima el Gobierno y que, según diversas estimaciones, podría suponer la desaparición de hasta 400.000 puestos de empleo público, aunque dentro de esta cifra se incluyen todos los recortes que ya han ido poniendo en marcha las administraciones.


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martes, 22 de enero de 2013

En los sobres está nuestro sueldo




http://www.eldiario.es/zonacritica/trabajadores_paga_extra_corrupcion_barcenas_6_92800733.html

En la concentración del pasado viernes ante la sede del PP, los manifestantes gritaban a los policías: “En los sobres está vuestra paga extra”.
Y no es un juego de palabras, no es un golpe de ingenio. Diría que es un cálculo matemático: en los sobres, en los que repartía Bárcenas y en muchos otros que han circulado por este país, iba la extra de los policías. Y la de los funcionarios. Y la de tantos trabajadores que ya la han perdido o la ven amenazada. Y la bajada salarial generalizada, esa que llaman “devaluación competitiva”. Y la caída de tarifas para los trabajadores sin nómina. Todo el dinero que hemos perdido, que nos han quitado, se ha ensobrado durante años.
La crisis, lo que llaman crisis, no es ya ni siquiera una estafa: es un saqueo, una transferencia masiva de riqueza desde los trabajadores a las rentas altas, a las grandes empresas y al sector financiero. Y también a los corruptos, que no se quedan sin tajada en el saqueo.
Esa transferencia de riqueza (robo, para entendernos) se produce de varias maneras: desmantelando lo público, privatizando, recortando, quitándonos derechos, haciéndonos más “productivos”. Y, por supuesto, bajándonos los sueldos. Que levante la mano quien no gane hoy menos que hace un par de años. Salarios congelados, horas extra que ya no se pagan, eliminación de complementos, aumento de jornada, vinculación a resultados o, directamente, reducción del salario base. Por algo será que las empresas de confección que se deslocalizaron a países asiáticos empiezan a regresar.
En la bajada de sueldos entra también la pérdida de la paga extra. La que han sufrido los funcionarios, y la que irá alcanzando al resto de asalariados, como ya se ve en las propuestas de las empresas cuando se sientan a renegociar convenios colectivos. Ayer supimos del convenio de grandes almacenes, donde la patronal de las grandes superficies quiere ligar el salario a la evolución del consumo, eliminar complementos por domingos y festivos, y por supuesto eliminar una paga extra.
Lo llaman (y lo llamamos) paga extra, como si fuese un regalo, un extraordinario, una gracia, algo que se mete en un sobre y te lo dan en el despacho. Y no lo es: en la mayoría de casos la paga extra existe porque el salario anual se divide en catorce o quince pagos, en vez de doce mensualidades. Pero todo es salario. Parece increíble, pero hay trabajadores que no lo saben, recuérdenselo.
La bajada de salarios no es para todos, ya lo sabemos. Mientras la mayoría nos empobrecemos, por arriba las retribuciones de los directivos se alejan cada vez más, y consejeros delegados con bonus millonarios ordenan EREs para que la fiesta no decaiga. La nueva ley de Cajas, por ejemplo, no pondrá límite a las retribuciones de los directivos, pese a estar tan recientes los pelotazos de quienes arruinaron las entidades que dirigían.
Tampoco en la Casa Real saben de recortes salariales: el rey y el príncipe recuperan su paga extra (y en este caso yo sí hablaría de “extra”), y por sus cuentas sabemos que el 70% de la partida de “gastos de personal” se dedica a “incentivos al rendimiento”, que según la Casa Real, están “destinados a retribuir el excepcional rendimiento, la actividad y dedicación extraordinaria, el interés o iniciativa con que desempeñen sus funciones, o bien servicios prestados fuera de la jornada normal de trabajo”. Es decir, todo aquello que a los demás ya no nos pagan, por mucho que pongamos interés, dedicación y horas de más.
Como decía al principio, en los sobres está nuestro sueldo. En los de Bárcenas, y en los muchos sobres que se han repartido en este país, a golpe de comisiones, sobornos, contabilidades B, trucos, maquillajes y pagos bajo cuerda de todo tipo. A veces pensamos que tenemos dos problemas: la crisis y la corrupción. Pero son el mismo problema, nuestra crisis se llama también corrupción; a nosotros nos han golpeado a la vez la basura financiera, la burbuja inmobiliaria, el fraude fiscal a gran escala y la corrupción, a menudo entrelazadas unas con otras.
El dinero que hoy nos falta en la nómina, en la cuenta corriente, en el bolsillo, no se ha evaporado, solo ha cambiado de mano. O de sobre.

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