viernes, 3 de febrero de 2012

Crece el número de españoles que emigran por la crisis. No nos vamos, ¡nos echan!

MADRID, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -

El número de españoles en el exterior se ha incrementado un 21,9 por ciento desde el año 2008 conforme muestra el Censo de Españoles Residentes Ausentes (CERA), al que "muchos" emigrantes, además, no se llegan a apuntar. Sin embargo, los nuevos expatriados no se suman al tejido asociativo que compuso la "primera hornada" y que ahora está "en peligro de extinción".

Así lo ha explicado en una entrevista con Europa Press el presidente en funciones del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE), Francisco Ruiz, quien reconoce que el tejido asociativo que compusieron los primeros emigrantes ya no sirve para representar a los españoles que emigran en la actualidad y que, de hecho, "muchas asociaciones están desapareciendo".

Según ha explicado, los españoles que actualmente emigran a otros países son en su mayoría jóvenes "muy cualificados" que "no se sentirían representados" por estas entidades, aunque en su opinión, "tampoco es lo que buscan", ya que sólo recurren a las asociaciones en demanda de empleo o de información sobre cursos para aprender la lengua del país al que van a emigrar, pero no para afiliarse.

Con todo, ha señalado que esta nueva emigración "es un fenómeno muy joven todavía", por lo que en su opinión, "es posible que si se incrementa y sobre todo, si se estabiliza" puedan surgir nuevas organizaciones e "incluso entrar en conflicto con las que se crearon hace mucho tiempo, que tienen otra perspectiva".

En cuanto a la nueva emigración en sí, Ruiz, que también preside el Consejo de Residentes Españoles de la demarcación consular de Ginebra, ha destacado el incremento de solicitudes de información recibidas en su área de españoles que quieren irse allí a trabajar. "De cada cien que tenemos, el 70% piden ayuda para encontrar un trabajo o informarse sobre cómo conseguirlo", ha señalado.

En Suiza, y con cifras del CERA, el número de españoles se ha incrementado un 6,8 por ciento desde 2008, pasando de 70.532 a 75.354 nacionales allí afincados. En Alemania, desde donde se han estado lanzando ofertas de trabajo en masa hacia España en los últimos dos años, el aumento ha sido del 5,9 por ciento, hasta las 88.248 personas.

Eso teniendo en cuenta, como señala Ruiz, que ambos países presentan las dificultades añadidas del idioma. En Reino Unido, sin embargo, el CERA arroja un aumento de españoles superior: han pasado de 46.646 que constaban en 2008 a los 54.321 que se contaban en diciembre del año pasado, una subida del 16,4%.

Esta demanda, sumada al hecho de que en muchos casos, los solicitantes ni siquiera conocen la lengua, ha llevado al CRE de Ginebra a editar distintos folletos informativos, con los pasos que un español debería seguir para poder trabajar en Suiza, establecerse a fin de estudiar o el modo de acceder a su sistema sanitario. Sin embargo, "no todos siguen las premisas", ha apuntado. 

"Yo recomendaría a quienes piensan emigrar que aplicasen lo aprendido en las escuelas, que no se lancen a lo loco, que reflexionen y que tengan en cuenta que en ningún país del mundo atan los perros con longaniza e incluso en Suiza hay paro: Que no esperen que al cruzar la frontera van a encontrar un contrato multimillonario", ha  el presidente en funciones del CGEE. [...]




No nos vamos, nos echan


El paro juvenil ronda el 50% y, de los jóvenes que trabajan, más del 60% tiene contratos precarios. Estas estadísticas no tienen en cuenta el trabajo encubierto que suponen las prácticas universitarias o las de FP. La situación de la juventud de este país es cada día más insostenible. Muestra de ello es que en los últimos trimestres las tendencias migratorias se han revertido, y actualmente somos más quienes abandonamos el país que quienes entran.


No nos estamos yendo, sino que nos están echando. Las últimas medidas en materia laboral empeoran aún más nuestra situación. Los dictados de la patronal, el FMI y el BCE, acatados sin rechistar por los partidos del R€gimen, posibilitan que estemos trabajando durante años por sueldos de miseria mientras el paro sigue aumentando. Desde agosto de 2010 podemos encadenar contratos temporales consecutivamente. El 19 de Noviembre entró en vigor el “contrato” de aprendiz, que permite trabajar a jornada completa por 423 euros, sin derecho a paro, para los menores de 25 años. Tras lanzar el globo sonda de los miniempleos, ahora vemos cómo, patronal y CCOO-UGT, pactan una moderación salarial que supone una pérdida de poder adquisitivo del 1,5% hasta 2014.

Las políticas de austeridad son la segunda pata sobre la que reposa nuestra precaria situación. Las medidas de reducción del gasto público, además de impedir el crecimiento económico y aumentar el paro, nos ahogan en una espiral de privatizaciones y recortes que hipotecan el futuro de nuestra generación. La degradación de la educación, las pensiones y el sistema sanitario empeoran aún más nuestras nuestras condiciones materiales y nuestras expectativas laborales.

Mientras tanto, aquellos que han provocado la crisis y que ahora promueven la austeridad, siguen obteniendo altísimos beneficios, viajando en primera clase o desahuciando a las mismas familias que previamente engañaron con la hipoteca. No somos las de abajo quienes vivimos por encima de sus posibilidades.

No somos los culpables de la crisis y sabemos que hay alternativas. La redistribución del trabajo mediante la reducción de la jornada laboral, el alquiler social universal, los impuestos a los ricos y a las SICAV, el control de la evasión fiscal, la reducción del gasto militar y de las subvenciones a la iglesia, o la auditoría social de la deuda, son sólo algunas medidas que se están proponiendo en la calle y que el Régimen se niega a escuchar. Por el contrario, el PP$O€ ha demostrado tener fe ciega en los dictados de Merkel, el BCE, el FMI, la CEOE y los mercados financieros.

No es suficiente con indignarse, tenemos que empezar a actuar. La situación que han provocado nos deja pocas alternativas. La salida individual pasa, en muchos casos, por abandonar el país. Sin embargo, dado que se trata de un problema colectivo, la verdadera solución sólo puede pasar por rebelarse, organizarse y empezar a revertir la situación. Contra los recortes, movilización. Contra la precariedad, auto-organización en los centros de trabajo. Contra el paro, cooperativas y economía social. Las de abajo somos más. Unidas y organizadas podemos resistir y construir la alternativa.

NO DEJES QUE TE ECHEN, ÉCHALOS TÚ A ELLOS.

Nos quieren en precario, nos tendrán en rebeldía. Seguimos sin miedo


Fuente:  http://www.juventudsinfuturo.net/2012/01/no-nos-vamos-nos-echan.html




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