sábado, 31 de marzo de 2012

Olvidadas por las estadísticas

En la resaca de la jornada de huelga, seguimos con atención las valoraciones de los medios de comunicación y las reacciones de los políticos institucionales. En medio de la guerra de cifras, el gobierno tiene la osadía de afirmar que la huelga fue "algo menos seguida" que la de septiembre de 2010 basándose en que el consumo eléctrico fue ligeramente superior que entonces. A pesar de que todo apunta a que esta huelga tuvo más apoyo: sectores enteros parados, un número de manifestantes y de concentraciones mucho mayor que el 29s, paradxs haciendo "huelga de consumo" y piquetes por toda la ciudad. Y como señala Vicenç Navarro, el consumo eléctrico fue casi tan bajo como el de un domingo.

Veinte Minutos titula en portada el 30 de marzo: "huelga general a medias... pero protestas gigantescas". Y para explicarlo se refiere a varios datos: lxs desempleadxs no pueden hacer huelga pero muchxs acudieron a las manifestaciones; quienes tienen un trabajo precario a menudo no quieren arriesgarse a hacer huelga por miedo a no ser renovadxs, y algunas personas cobran tan poco que no pueden permitírselo. Esto último es un poco absurdo porque con la reforma les bajarán el sueldo cuando quieran, pero no hay duda de que mucha gente habrá pensado así.

Sucede que lxs jóvenes en el estado español se encuentran en gran medida en el paro o con trabajos tan temporales que el "derecho de huelga" se convierte en una burla. "Puedes hacer huelga. El derecho de huelga está recogido en la Constitución y no te pueden echar por eso". Ok, pero pueden no renovarme dentro de un mes. ¿Cuál es la diferencia? O pueden hacer lo que suelen hacer, es decir, esperar un poquito de tiempo y luego echar al o la rebelde con cualquier excusa y un despido procedente o no -total, no es muy caro-. No sólo los empresaurios han presionado de forma más o menos directa a sus subalternas para que no hicieran huelga, lo cual es ilegal. Encima, muchos tienen la jeta de ponerse a defender el "derecho a trabajar" de sus asalariados. Y lo más increíble es que haya gente que se crea ese discurso. 

Con dos tercios de la población española en contra de la reforma laboral y sólo un tercio con intención de hacer huelga -según la última encuesta previa al 29m-, me parece que una proporción descaradamente baja de participación en la huelga por parte de lxs asalariadxs debería ser tomada como un indicador de precariedad. Serviría muy bien para medir el grado de opresión en aquellas empresas, del tipo McDonalds u Opencor, donde nadie de la plantilla se atrevía a faltar el 29m. De todos modos, supongo que no hablo de nada nuevo. Los piquetes tienen funciones diversas, pero una de las que siempre han tenido es permitir el derecho a hacer huelga de lxs trabajadores coaccionadxs por sus jefes.

Muchos parados y precarias han hecho huelga de consumo por no tener trabajo o sentir que no se podían arriesgar a perderlo. La huelga de consumo tiene dos vertientes: el consumo en establecimientos y el consumo de energía, gas, teléfono, etc. en los hogares. No consumir en establecimientos el día de la huelga es muy beneficioso porque las empresas tienen menos interés en abrir ese día, disminuyen las presiones contra los trabajadores, etc. En cuanto a intentar reducir el consumo dentro del hogar, hay que recordar que éste apenas representa alrededor del 30% del total frente al 70% que consumen las empresas, y que es muy común que un(a) trabajador(a) en huelga pase muchas horas en casa, siguiendo las noticias en la tele o en internet. Así que parece complicado reducir el consumo eléctrico de los particulares en una jornada de huelga.

El 15m ha fomentado formas novedosas de huelga: aparte de la huelga de consumo, los piquetes pacíficos que recorrían toda la ciudad o bloqueaban calles, y la huelga de cuidados. Esta última servía para visibilizar el trabajo invisibilizado de muchas mujeres, que además se va incrementando con los recortes del gobierno que cargan cada vez más en "las familias" (o sea, en las mujeres) el peso de los cuidados. A menos guarderías, más trabajo invisibilizado. A menos financiación de la ley de dependencia, más trabajo invisibilizado. Etcétera. En esta línea, decenas de madres y padres se concentraron durante toda la mañana en la mediana delante del Ministerio de Sanidad haciendo "huelga de crianza". Con la aprobación de los presupuestos de 2012 y la desaparición de la financiación estatal para la aplicación de la Ley de Dependencia, se seguirá incrementando este trabajo invisibilizado que se carga en las familias trabajadoras. Por cierto, conseguirán acabar con la natalidad... se ve que en realidad les da igual.

Han dicho que "no tocarán lo esencial" de la reforma laboral, así que van a empezar a recular. Hay que seguir luchando hasta que se echen atrás.
Violeta


Artículo relacionado: http://www.tenemosderechoatrabajar.blogspot.com.es/2012/03/afectado-por-la-reforma-y-rabiosa.html
Más sobre la huelga aquí.


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